La tecnología puede ser un arma de doble filo, que por un lado nos facilite distintos aspectos de la vida y por otro nos cause algún perjuicio. Un ejemplo de esta dualidad lo podemos ver en los omnipresentes audífonos, cuyo uso es muy común en las calles. Hay de distintos tamaños, formas, colores y prestaciones. Los usan tanto jóvenes como viejos, ya sea para escuchar música, radio o las conversaciones mediante el teléfono celular.
¿El lado negativo? El uso excesivo, o con excesivo volumen, puede provocar daños auditivos graduales e irreparables, aunque no lleguen necesariamente a la pérdida total de la audición.
Robinson Barrientos Olivares, fonoaudiólogo de la UPLA y experto en audiología, fue entrevistado por Radio Bío-Bío en torno a este interesante tema, para conocer algunos cuidados que debemos tener con nuestro sentido del oído.