Cuando algunas desaladoras del país proyectan un procesamiento de hasta 8.000 litros por segundo, la académica de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas, Dra. Fernanda Rodríguez Rojas, da cuenta del comportamiento de dos organismos marinos ante la descarga de salmuera, la anémona Anthothoe chilensis y el alga roja Rhodymenia corallina, como resultado del Fondecyt de Iniciación N° 11220425 realizado en la región de Atacama.

“Sabíamos que en España los vertidos de salmuera afectaron algunas especies de pastos que son base de las tramas tróficas en el ecosistema marino”, sostiene la docente del Doctorado Interdisciplinario en Ciencias Ambientales, “y acá en Chile, aunque somos un país donde predominan las algas, se desconocía si la salmuera de las desaladoras generaba algún tipo de efecto dañino”.

Frente a esta inquietud, “Hacia la mejora de los programas de biomonitoreo mediante una evaluación interdisciplinaria de los impactos de la desalinización: desde las respuestas celulares a moleculares en actinias, altamente abundantes cerca de las descargas de salmuera, como biomarcadores de diagnóstico ambiental” fue una iniciativa adjudicadora de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) que durante tres años estudió el comportamiento de estos dos organismos que podrían estar actuando como bioindicadores de los ecosistemas marinos.

Efectos de la salinidad, desde el estrés celular hasta la proliferación de organismos

“Elegimos una desaladora que opera desde el año 2003 y un organismo modelo emparentado con las grandes algas pardas de Chile para el primer estudio de trasplantes, pero cuando buceamos vimos algo que no estaba reportado antes: estaba lleno de una anémona pequeña y blanca que se conoce como Anthothoe chilensis”.

Esta observación del proyecto Fondecyt Postdoctorado N°3180394 motivó la formulación, postulación y puesta en marcha del Fondecyt de Iniciación en Investigación que dio continuidad al estudio de los efectos de la salmuera en dos especies observadas en distintas zonas de descarga, la anémona A. chilensis y el alga roja R. corallina.

¿Cuáles son las características de la salmuera que se encuentra en las zonas de descarga?

Es un subproducto de desecho que se genera después de desalar el agua de mar y básicamente es agua de mar concentrada al doble. Una de sus particularidades es que cae porque es mucho más densa que el mar, afectando lo que está en el fondo, lo más próximo y en el Mediterráneo esto puede expandirse cientos de metros, pero Chile tiene muchas corrientes y el alcance es de unas pocas decenas de metros, lo que es positivo, pero de todas formas nos interesamos en estudiar los efectos que podía generar en estos organismos.

¿Cómo fue el proceso de estudio de esta anémona?

Primero fuimos a buscar anémonas a la zona de Montemar en Viña del Mar para hacer un experimento controlado de laboratorio exponiéndolas a salmuera artificial, y comparamos las respuestas celulares o biomarcadores con las anémonas que habitaban de forma natural en la zona de descarga de salmuera.

¿Y esto qué resultados arrojó?

Los resultados mostraron que tanto las anémonas del experimento como las obtenidas en la zona de descarga de salmuera estaban mucho mejor, metabólicamente hablando, con menos estrés celular que las que estaban expuestas a la salmuera.

¿Qué tipo de experimentos realizaron para poder entender los efectos de la salmuera?

Lo que normalmente hacemos son aproximaciones metodológicas comparativas. Primero realizamos experimentos en condiciones controladas de laboratorio para estudiar las variables por separado, como la salinidad. Luego hacemos trasplantes de la especie de interés en las zonas de descarga de salmuera y analizamos cómo responden a la exposición de esta salmuera. Y por último hacemos análisis de diagnóstico en especies que nos encontramos en las descargas para determinar qué tan estresadas están.

¿Y cómo miden el estrés?

Para medir el estrés celular utilizamos los biomarcadores, que son respuestas bioquímicas y moleculares que reflejan el estrés celular de forma directa. En el caso de la anémona demostramos que baja su estrés oxidativo, suben sus antioxidantes y probablemente por eso empieza a proliferar.

¿Y qué pasa con el alga roja? ¿En qué momento la incorporan al estudio?

Cuando encontramos una especie de alga roja que luego identificamos como Rhodymenia corallina. Esto no tenía que ver con el Fondecyt, pero fue una observación muy interesante. Es un alga abundante en la bahía de Caldera y eso significa que es ecológicamente relevante. Entonces tomamos muestras de esa alga y analizamos su estrés celular a través de los biomarcadores comparando con muestras de un sitio control distante de los vertidos y pudimos comprobar que está levemente más estresada.

¿Cómo interpretas estos resultados?

Primero, que hay mucho que no sabemos sobre los efectos de las descargas de salmuera en los ecosistemas marinos de Chile. En esta oportunidad investigamos sólo dos especies de los cientos de organismos que podrían verse afectados por las descargas. Además, es importante llevar a cabo distintas aproximaciones experimentales para obtener resultados más robustos. Tenemos que generar resultados y evidencia que nos permita entender el grado de tolerancia o vulnerabilidad que tienen esas especies marinas.

Por último, es muy relevante hacer estudios interdisciplinarios para entender los alcances de esta industria en el medio marino ya que la falta de normativa asociada a las descargas de salmuera podría generar consecuencias difíciles de anticipar. Esperamos que estos resultados sirvan para mejorar los programas de vigilancia ambiental asociados a esta industria mediante el uso directo de biomarcadores en organismos relevantes.

Políticas públicas

Uno de los proyectos recientes relacionados a este Fondecyt lleva por título “Fortalecimiento del marco regulatorio ambiental para el desarrollo sustentable de la desalinización en Chile” del Centro de Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica (PUC) liderado por el investigador Dr. Eduardo Leiva (PUC) y los/as co-investigadores/as Dra. Consuelo Rámila (PUC), Dr. Christian González (UDP) y Dra. Fernanda Rodríguez (UPLA), y tiene por objetivo proponer mejoras a las regulaciones ambientales actuales y proyectadas a las plantas desalinizadoras para promover el desarrollo sostenible de esta industria.

En ese sentido, tanto los hallazgos de este proyecto y la puesta en marcha de otros realizados entre investigadores e investigadoras del HUB Ambiental, tributan en un cuerpo reducido de evidencia científica que aspira a guiar la toma de decisiones en la materia

En comparación al momento que te encuentras entre proyectos de Postdoctorado e Iniciación, ¿cuál era el contexto normativo de ese entonces?

No hablábamos tanto de políticas públicas y de normativa en ese entonces, la intención era más bien generar información y resultados para entender algunos efectos de los vertidos de salmuera en nuestros ecosistemas, pero hasta el día hoy no hay una ley que norme las operaciones de las plantas desaladoras. El proyecto de ley que regula la desalación en Chile lleva años en tramitación y está actualmente en la comisión del Senado.

Pero se hacen monitoreos, ¿cierto?

Sí, se hacen declaraciones o estudios de impacto ambiental como se haría con cualquier industria que genere algún impacto en el ecosistema. Sin embargo, las descargas de salmuera se rigen actualmente por lo establecido en el Decreto Supremo 90 que regula otro tipo de parámetros sin considerar, por ejemplo, la salinidad.

¿Y cómo se van estableciendo criterios comunes?

Me llama la atención que han salido informes, guías y reportes que dan directrices respecto a las medidas que podrían implementarse para reducir estos impactos, pero quedan desestimados a veces por considerarse “muy estrictos”. Afortunadamente, algunas industrias por iniciativa propia utilizan difusores más modernos y tecnológicos que permiten una rápida dilución de la salmuera, entre otras medidas.

En ese sentido, ¿a qué aspira este proyecto de políticas públicas?

Ahora que contamos con más estudios ya tenemos algunos insumos basados en evidencia científica local para poder, al menos, comenzar a proponer algunas recomendaciones que puedan incidir en tomadores de decisiones relacionados al proyecto de ley. De hecho, una de las actividades que pretende gestionarse a través del Centro de Políticas Públicas de la PUC será una reunión de incidencia con la comisión del Senado para mostrar los resultados de este proyecto.

Registros fotográficos de autoría de Fernanda Rodríguez.

Pin It on Pinterest

Share This