Imagen cedida por Explora Valparaíso

A fines de noviembre se celebró el Encuentro de Socialización de las Academias Explora de Investigación e Innovación Escolar (puedes leer la nota del aquí), evento que reunió a más de 600 niños, niñas y adolescentes de toda la región de Valparaíso que presentaron los resultados de investigación de 138 proyectos orientados a resolver necesidades medioambientales, sociales y educacionales en sus comunidades.

Estos proyectos se realizaron con el apoyo del Comité Asesor, grupo de 150 especialistas de las universidades de Playa Ancha, Valparaíso, Católica de Valparaíso y Federico Santa María que brinda asesoría de manera presencial y/o telemática según sus líneas de investigación y áreas de interés. De este grupo, al menos 30 investigadores e investigadoras corresponden a nuestra casa de estudios.

Antes el interés de académicos y académicas, así como de estudiantes de los programas de Magíster en Educación Inclusiva y Doctorado Interdisciplinario de Ciencias Ambientales, les consultamos por su experiencia en las Academias Explora, los cambios que reconocen en el tiempo y el impacto que ven en la formación científica en jóvenes de la región.

Académicas UPLA

Eva Soto Acevedo, directora del Departamento de Ciencias de la Ingeniería para la Sostenibilidad, participa desde el año 2003 en las actividades de Explora Valparaíso, no obstante, desde hace diez años se ha desempeñado como asesora científica. El proyecto que apoyó este año, “Antifúngico/Antibacteriano para instalaciones”, fue realizado por estudiantes del Instituto Superior de Comercio Alberto Blest Gana de Viña del Mar.

¿Qué te motivó a participar?

Quise devolver la mano porque yo a los 12 años decidí qué quería estudiar. Entonces cuando veo chicos y chicas con el mismo brillito, me entusiasma. Puedes ver las ganas de aprender.

¿Ves un cambio en las temáticas de los proyectos?

Sí, en los últimos dos años están mayormente relacionados a reciclaje, residuos o valorización de los mismos y energía. Antes eran un poco más etéreos, educación ambiental o capacitación [sobre ciertas temáticas], pero con el tiempo se han vuelto en proyectos más concretos. Y ahora siento que hay más niñas trabajando, en perspectiva podemos ver que hay una brecha que se ha ido reduciendo y es bueno.

¿Qué impacto crees que genera en los y las estudiantes?

Logra que les pique el bichito para que sigan estudiando carreras científicas o de ingenierías, que sientan que pueden. Son chicos y chicas que después encuentras en las universidades, entonces funciona la motivación y las ganas que tienen de dejar huella, y eso lo encuentro potente. Ven que la universidad no es tan lejana.

A su vez, Sandra Pérez Lisboa, académica de la Facultad de Educación, lleva siete años participando como asesora científica de las Academias Explora. El proyecto que apoyó este año, “Influencia de la robótica en la educación”, fue realizado por estudiantes del Colegio Providencia de San Antonio.

¿Qué te motivó a participar?

Siempre me ha gustado investigar, siempre me he preguntado muchas cosas y he buscado las respuestas, y eso fue porque me marcó una profesora. Yo creo que las oportunidades hacen la diferencia.   

¿Has evidenciado cambios en las temáticas y/o participación en estos siete años?

Cada vez hay más mujeres. Ha costado incorporar a las mujeres en el mundo de las ciencias, sobre todo en Chile. Veo más interés. También veo que se han ido incorporando temáticas desde las Ciencias Sociales, el interés en investigar sobre las emociones y el desarrollo del aprendizaje. Finalmente, todo el avance de la tecnología, la IA definitivamente está llamando la atención.

Estudiantes UPLA

En esta versión 2023, dos estudiantes de posgrado de la UPLA se sumaron a las asesorías. Una de ellas es Stephanny Curaz Leiva, estudiante del DOCCAM, que apoyó el proyecto “Exploración y análisis de la conducta y distribución del Pidencito (Laterallus jamaicensis) en un estero de la desembocadura del río Maipo, Chile” del Instituto Comercial Marítimo Pacífico Sur de San Antonio.

¿Qué te motivó a participar?

Desde que estudiaba biología marina que me ha gustado trabajar con niños, niñas y jóvenes. Siempre me gustó la divulgación científica y la educación ambiental marina, entonces ya tenía ganas de volver a involucrarme con jóvenes y sus procesos formativos. La verdad es que la ciencia, el método científico, está presente todos los días, eso veía yo, y niños y niñas crecen haciéndolo en cosas muy simples, pero tenemos que darles el empujoncito para que les motiven más las ciencias, para que sepan qué es la ciencia y así crear más científicos y científicas. Y cuando son colegios vulnerables es aún más significativo porque estos niños no tienen todas las oportunidades que deberían tener, entonces si uno puede mostrarles lo que pueden llegar a hacer, mejor.

¿Y cómo defines la experiencia?

Me encantó porque justo me tocó un grupo de chicos que estudiaban las aves, que me encantan, entonces hablábamos mucho y siempre aprendimos mucho, tanto ellos de mí, como yo de ellos. Yo aprendí de ellos porque son muy jóvenes y saben mucho solo a través de la observación. Entonces el proyecto era muy novedoso, pero no tenían una base científica y cuando fuimos agregándole esa base, quedó un proyecto muy bueno que terminarán en invierno.

¿Cuál crees que es el impacto que genera en estudiantes?

Creo que tiene muchos impactos positivos. Muchos de ellos se preparan para la vida universitaria, de hecho, en la última reunión conocí una chica que está estudiando pedagogía porque entró por un cupo Explora. Entonces despierta el interés en la ciencia en chicos que, como te decía, no siempre tienen las oportunidades, y les muestra de qué son capaces de hacer, porque estos proyectos los hacen ellos, entonces fomenta la ciencia, la autoestima y el trabajo en equipo.

Finalmente, Sofía Olmedo Leiva, estudiante del Magíster en Educación Inclusiva, asesoró el proyecto “Violencia escolar desde una perspectiva de género” de la Escuela Básica Canadá de Quillota.

¿Qué te motivó a participar?

Mi pensamiento siempre ha sido que el saber debe ser compartido, entonces sí puedo ayudar a estudiantes, orientarlas, bienvenido sea.

¿Volverías a hacerlo?

Me gustaría seguir participando del programa, pero sería ideal poder asesorar de manera presencial porque creo que así se obtiene un impacto mayor. Pasaba que las estudiantes se ponían nerviosas, cosa que comprendía totalmente porque nos estábamos conociendo en esas reuniones virtuales, pero trataba de reforzarles que yo estaba ahí para ayudarlas. Que no tuvieran vergüenza de exponerme su proyecto y sus dudas.

Considerando tu formación en educación, ¿esta asesoría te aportó algún conocimiento nuevo?

Sí, de hecho, lo que tenía que revisarles a ellas, tenía mucho que ver con mi proyecto de magíster. Para corregirles apliqué lo que estaba haciendo en mi proyecto que mide la participación de estudiantes en los colegios y su apreciación sobre las actividades escolares según los resultados SIMCE.

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