No se puede prohibir el uso del “todes” en el lenguaje

La Real Academia (RAE) redacta sus recomendaciones tomando como referencia el uso mayoritario de la comunidad hispanohablante en todo el mundo, por ello, solo sugiere y no impone ni obliga.

Así respondió la pregunta el doctor en Lingüística Juan Pablo Reyes, sobre la pertinencia o no del uso del “todes”, denominación que se utiliza con un carácter inclusivo para referirse a la diversidad sexual.

El académico de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), asegura que se debe dejar que el lenguaje inclusivo siga el curso natural de adaptación e integración a un sistema mayor de comunicación que llamamos español peninsular, de América y, quizá más adelante, globañol en el que todas, todos y todes tienen algo que decir.

PRINCIPIO ESENCIAL

Comenta que, si se impone, se contradice el principio esencial del lenguaje inclusivo, esto es, evitar la discriminación, y por el contrario, si se prohíbe, no se hace más que justificar que se necesita un lenguaje inclusivo, porque el lenguaje es para comunicar y unir por la palabra; esto se compara con los que prohibían hablar las lenguas indígenas en la época de la conquista y la colonia de América. Frente a esta realidad, advierte que surge una paradoja: mientras más se prohíbe, más llama la atención su uso y, mientras más se impone, más se restringe su uso a un ámbito más bien universitario y de grupos de intelectuales.

A juicio del Dr. Reyes, las causas de la prohibición no tienen fundamento lingüístico. Es más, advierte que va directamente en contra del principio básico del lenguaje humano, esto es, la adaptación que va de la mano de los cambios sociales y culturales.

Dr. Juan Pablo Reyes.

“Quien piensa en prohibir los usos idiomáticos y, sobre todo, prohibir bajo el principio de lo correcto e incorrecto, muestra que tiene una vaga noción de una lengua y desconoce totalmente la naturaleza de las hablas, que son, por cierto, las que dan vida a esa lengua más allá de una norma y una tradición idiomática ligada a momentos de la historia de la civilización y de la lengua misma”, asegura el académico. Agrega que hay que apelar a la creación, a la adaptación y a la pertinencia a las diversas y múltiples posibilidades comunicativas y tipos de hablantes con los que interaccionamos y nos intercomunicamos para ir transmitir lo que creemos apropiado a las circunstancias históricas y de desarrollo de las ideas y el progreso intelectual de la humanidad.

Las diversas comunidades que se están formando están, a su vez, identificando sus propios recursos expresivos que les permitan comunicarse según su modo de ver, entender y sentir el mundo de este siglo XXI. No olvidemos -dice- que el auge de las ciencias del lenguaje y de la filosofía del lenguaje difundieron ideas que tuvieron mucho sentido en las distintas poblaciones alfabetizadas, en especial para los profesionales de las ciencias sociales. Ejemplo de ellos son los periodistas, sociólogos, historiadores, y gran parte de la comunidad en general. En consecuencia, permitió que tomaran conciencia del uso del lenguaje, y de éste, como un factor de creación de mundo, y no solo un instrumento de representación de seres animados, desanimados, sucesos y decesos.

“Quisiera destacar que la discriminación lingüística es muy dañina pero afortunadamente está en retirada. Esto ocurre, por ejemplo, cuando los humoristas imitan de manera irónica a los homosexuales, a los campesinos, a las mujeres y personas borrachas. Pero, también cuando imitan a los niños, niñas y adolescentes. Se entiende que es humor, pero adquiere en muchas ocasiones grados de mayor ironía, lo que pasa a ser, más bien, humor sarcástico y despectivo. Concretamente se burlan del modo de hablar, de su tono, su entonación, su pronunciación, el orden de sus oraciones. Es decir, de su sintaxis y su vocabulario lo que avergüenza y hiere a quien se identifica con esos modos de hablar”, afirma.

A pesar de lo anterior, asegura que no hay que prohibirlo, pues las propias comunidades (en festivales anteriores) expresaron mediante pifias y comentarios por los medios masivos de comunicación y redes sociales, su total desaprobación al humor ofensivo, discriminatorio, racista, sexista y clasista. Es más, el Dr. Reyes destaca el valor del humor al asegurar que es total y absolutamente cultural y llega al espíritu de las personas, gatilla la emocionalidad y subraya que, así como se usó para ofender, se puede usar para reconocer méritos y virtudes.

Pruebe también

Académicos UPLA publican libro clave para la alfabetización financiera escolar

Académicos UPLA publican libro clave para la alfabetización financiera escolar

Alessandro Monteverde Sánchez y Felipe Vergara Lasnibat, docentes de la carrera de Pedagogía en Historia y Geografía, escribieron “Economía desde una perspectiva humanista y crítica”, que reúne conocimientos de economía, historia económica y fundamentos formativos orientados a la educación financiera escolar.