¿Sabía que durante la pubertad se realiza la primera mutación vocal? A partir de entonces, se puede diferenciar la voz de una niña o un varón. No ocurre lo mismo cuando escuchamos a una guagua llorar, porque su voz es “unisex”.
Así de claro lo plantea la fonoaudióloga de la Universidad de Playa Ancha, Paulina Zavala Olivares, quien precisa que esta muda vocal aparece en las niñas entre los 12 y 13 años, a diferencia de los varones, que ocurre entre los 13 y 15 años.
La especialista advierte, además, que normalmente, este cambio no se nota mucho en las mujeres, salvo que se trate de cantantes, quienes sí logran percatarse del cambio. Cosa distinta ocurre en la menopausia, periodo que, por un factor hormonal, la voz en ellas se torna más grave y profunda. Es decir, más viril. En cambio, en el caso de los hombres cercanos a los 90 años, la voz se coloca más débil y aguda.
Puberfonía
En relación a los cambios de voz que se producen en la adolescencia (puberfonía), Paulina Zavala sostuvo que es normal que este proceso se demore entre tres y seis meses.
“Esto se acompaña de quiebres tonales, de repente uso mi voz de niño, de repente uso mi voz de adulto; mucha ronquera, porque hay un desajuste muscular que es normal. Hay que pensar que el cambio morfológico que se provoca en la laringe, en toda la estructura laríngea, es una respuesta a los cambios del cuerpo entero”, dice la especialista, quien agrega que la característica es escuchar a los niños hablar con cierta ronquera, con la sensación de voz raspada o, simplemente, con quiebres de voz (más conocidos como ´gallitos´).
Presencia de trastornos

Paulina Zavala afirma que el aumento de estatura y talla que experimentan los varones implica también un alargamiento del cuello, lo que significa que la laringe baja y, por tanto, cambia la musculatura, la que requiere un tiempo para funcionar con la nueva posición.
Si los cambios son normales, la pregunta que surge entonces es ¿Cuándo hablamos de trastornos?. La fonoaudióloga advierte que si los síntomas exceden los seis meses, requiere consultar a un especialista. Lo mismo, si el joven tiene 20 años y no experimenta la muda de voz, o si se le adelanta (por ejemplo, tener voz de adulto a los siete u ocho años).
Cuando se detecta una alteración, lo primero que se debe hacer es descartar el problema médico y hormonal (lo hacen los pediatras especialistas en desarrollo o endocrinólogos). Si se descarta la alteración orgánica, se debe indagar sobre lo que ocurre en su entorno biosicosocial (niños que tienen problemas para definir su identidad sexual, niños sobreprotegidos, niños que no quieren crecer); o si son niños cuya condición es del espectro autista.
“El profesional fonoaudiólogo, en el área de voz, es el indicado para ver si este cambio de muda vocal, está siguiendo un curso normal o si está desarrollando alguna alteración. Entonces allí nosotros hacemos las derivaciones. El equipo multidisciplinario tiene que ver con pediatras, endocrinólogos, otorrinos. A veces, uno trabaja también con el colegio o con psicólogos, en algunas ocasiones”, sostiene Paulina Zavala.
A modo de recomendación, para los jóvenes que están experimentando un cambio de voz y sufren los quiebres vocales (más conocidos como gallitos), la especialista recomienda siempre tomar agua, cuya ingesta es muy beneficiosa. Reduce el riesgo de sequedad y disminuye la sensibilidad de los tejidos. Tener siempre a mano una botella de agua mineral, dentro y fuera de casa, es una gran idea.
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