Un 70% de los migrantes de la región está trabajando en malas condiciones laborales

Fuente: El Mercurio de Valparaíso, página 4, publicado el 11 de noviembre de 2017.

Un 2,7% de la población chilena es migrante, cifra relativamente baja en comparación con otros países de la región, y la colonia más numerosa sigue siendo la peruana, mientras que Colombia desplazó a Argentina del segundo lugar. La población haitiana, en tanto, ha aumentado un 281% en presencia, pero sigue siendo un número bajo respecto de otras nacionalidades, como los venezolanos, que los duplican, según datos entregados por la Dirección del Trabajo y la Gobernación Provincial de Valparaíso.

La Región de Valparaíso es la tercera a nivel nacional en cantidad de participación laboral de la población migrante, sólo por detrás de las regiones Metropolitana y de Antofagasta, según indicó la seremi del Trabajo, Karen Medina, quien precisó además que “en provincias como Quillota, San Felipe y Los Andes, los trabajadores extranjeros tienen una participación muy importante como mano de obra en la actividad agrícola”.

No obstante, la mayor cantidad de migrantes se desempeña en comercio, gastronomía y hotelería, y por consiguiente, la Dirección del Trabajo también recibe la mayor cantidad de denuncias en esos sectores por vulneración de derechos laborales, aunque aclararon que lo mismo acontece también con los trabajadores chilenos en esos rubros.

Las materias más denunciadas por chilenos y extranjeros son faltas al contrato, no pago de cotizaciones, no pago de remuneraciones y en cuarto lugar están las denuncias por discriminación.

Por su parte, la directora regional del Instituto de Seguridad Laboral, Carolina Rodríguez, destacó que “un 70% de los trabajadores extranjeros en la Región de Valparaíso se encuentra en condiciones laborales que no son buenas, y eso tiene que ver también con que no hay un conocimiento de parte de los migrantes sobre cuáles son sus derechos en materia laboral”.

Un ejemplo de ello, expuso Rodríguez, “es la carga, y los migrantes vienen a hacer justo ese trabajo del que los chilenos no quieren hacerse cargo, es el trabajo más pesado y ahora con la disminución del peso, con la ley del saco, los trabajadores migrantes igual están siendo expuestos a levantar más kilos que los 25 permitidos por la ley”.

Otras condiciones de precariedad se manifiestan en baños insalubres o incluso ausencia de servicios higiénicos, así como no contar con zonas para almorzar en condiciones dignas, añadió la personera, por lo que crearon una mesa de trabajo con empleadores y migrantes para resolver estos temas.

En el marco del Seminario de Derechos Laborales y Personas Migrantes, realizado en dependencias de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), también se dieron a conocer algunos resultados preliminares de la encuesta a inmigrantes de Valparaíso y Santiago realizada por alumnos de Geografía de dicha casa de estudios.

Uno de los resultados de esa encuesta refleja una tendencia en las nuevas oleadas de emigración, siendo la más importante la haitiana (32%), seguida de la colombiana (19%) y la venezolana (15%). Además, hay dos grupos etarios de mayor tamaño y corresponden a las personas que pertenecen a la cohorte de edad que va desde los 24 a 28 años, el cual equivale al 34%, lo sigue el rango de edad de 29 a 33 años que es el 24% de la muestra.

Si bien un 51% de los encuestados viven solos y un 32% mencionó no tener personas que dependan de ellos en el extranjero, un 68% tiene más de una persona que depende del encuestado en su país de origen. Asimismo, un 54% llegó a Chile por su propia cuenta y un 44% lo hizo acompañado.

El geógrafo Gastón Gaete, quien lideró la encuesta, detalló que tras conocer los resultados de la variable sociodemográfica “nos hemos dado cuenta que en la muestra que nosotros consideramos, hay relaciones directas con la edad, con el nivel de educación, y nos está determinando que, de alguna manera, la población que está llegando, especialmente la afroamericana que proviene de Haití, son personas muy jóvenes que en su mayoría tiene bajos niveles de educación”.

Asimismo, agregó, “hay otros que han llegado con altos niveles de educación, pero que desafortunadamente el mercado les está condicionando el poder incorporarse de manera regular a un trabajo acorde con sus estudios, lo que hace que muchos de ellos estén en subcontrato o bien en cesantía”.

Por su parte, Cristián Muñoz, uno de los estudiantes de Geografía que participó en la encuesta, destacó que “con mis compañeros encontramos realidades súper impactantes. Por ejemplo, en el uso de servicios de salud había una gran mayoría que nos los conocía y, por tanto, no habían hecho uso de estos servicios. Eran personas que llevaban varios meses viviendo en Chile, algunos más de un año”.

En tanto, su compañero Francisco Persei resaltó el trabajo que realizaron en los municipios de Valparaíso y Quintero, ciudades donde “pudimos conocer la realidad que viven. En el caso de Valparaíso, tiene una Oficina de Migrantes; y en Quintero, si bien no la tienen, se trabaja persona a persona con los migrantes. En el caso de los haitianos, por la barrera idiomática no se han podido desenvolver bien en el país”.

En ese contexto, el director regional del Trabajo, Jorge Andreucic, indicó que la repartición que encabeza está estudiando la posibilidad de tener traductores en creole para sortear la barrera idiomática de los haitianos.

Fuente: El Mercurio de Valparaíso, página 4, publicado el 11 de noviembre de 2017.

 

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