Arturo Pinto: “No sobra nadie en los procesos de innovación curricular”

Arturo Pinto_deic1“La innovación para la Universidad de Playa Ancha es una oportunidad de resituar y de replantearse en un contexto, con toda su historia, con todo su potencial de egresados, con el impacto social que ha tenido en el mundo regional y nacional, pero también mirando hoy por hoy al mundo de la globalización. Desde la Universidad eso se mira a través de convenios con otras universidades; con estudiantes nuestros haciendo postgrados en el extranjero; desarrollando líneas de investigación entre docentes de la UPLA y pares de universidades latinoamericanas, europeas, anglosajonas, entre otras”.

Así visualiza el director de Estudios, Innovación Curricular y Desarrollo Docente, Dr. Arturo Pinto Guevara, el proceso de innovación curricular que lleva a cabo la institución y lo sitúa en un contexto macro que permite la actualización de currículos a fin de responder a las necesidades formativas del estudiante y a los requerimientos del medio.

– Cuando hablamos de innovación curricular ¿a qué nos referimos?

“Cuando hablamos de innovación curricular nos referimos a la mejora sustantiva de las opciones formativas, y esa mejora sustantiva está acompañada -en estos momentos- de procesos de investigación y comprensión de lo que fue el estado actual del desarrollo curricular.

Sin embargo, la innovación también recoge las improntas y desafíos actuales y futuras de las políticas públicas. Todo el sistema universitario va a estar articulado por el sistema de créditos transferibles, que es reconocer e identificar claramente la carga de trabajo del estudiante. Se centrarán los contenidos, las estrategias de aprendizaje, la impronta de los estilos evaluativos, en razón del estudiante. El currículo se centra en ellos. Los grandes favorecidos, desde el punto de vista de la formación, son los estudiantes.

Esto permitirá acortar las carreras; organizar y estructurar las propuestas formativas en función de aprendizajes esperados; articular la formación de pregrado con un magíster disciplinal, entre otros avances. Ejemplos de una serie de ideas de innovación que hoy, a partir de los lineamientos que fija Rectoría y la Vicerrectoría Académica, cuenta con los recursos y los medios para aceptar estas transformaciones en todas las carreras de la Universidad”.

– ¿Cuál o cuáles cree Ud. que serán los efectos que tendrán estas medidas?

“El efecto es un nuevo acercamiento docente –estudiante, donde el eje de la formación es el estudiante.

Cabe recordar que esta es una construcción conjunta donde participan académicos y estudiantes, en las llamadas comisiones curriculares, y a partir de este trabajo se identificará lo que son las profesiones en sus campos y dinámicas. De allí se derivarán los roles actuales y funciones futuras, porque el currículo se concibe en un proceso donde la clave ahí es la llamada construcción del perfil profesional de egreso que contempla por lo menos dos aspectos fundamentales. El primero, que sea capaz de representar la carrera y su dinámica desde el campo y su contexto; de tal manera que el día de mañana nuestros estudiantes y nuestros profesionales respondan a las exigencias sociales contextuales.

Y por otro lado, sean capaces de proyectar estos currículos en el tiempo. El aporte desde el punto de vista de lo que es la participación de los docentes, se hace desde la historia que tienen en sus campos disciplinales y el conocimiento profundo que tienen de la actualización de esas carreras, de lo contrario corremos el riesgo de quedar a lo mejor con carreras muy estructuradas y organizadas curricularmente, pero que no respondan a los desafíos profesionales en un contexto que es mucho más complejo.

De esta manera, se acortará las carreras a 4 años, articuladas con postgrado, con ciclos formativos, sistemas de créditos centrados en el estudiante, donde se respetan los tiempos para hacer carrera. Ningún estudiante hoy en Chile debiese tener, vía crédito transferible, cargas de trabajo que superen la carga de trabajo laboral que cualquier ciudadano de este país cumple”.

Equipo DEIC y Vicerrectoría Académica ¿Cuál es el estado de avance del proceso de innovación?

“Como todo proceso tiene un estado heterogéneo, tenemos 36 carreras y de ellas 22 tienen avances iniciales y otras están concluyendo el proceso de construcción del perfil profesional de egreso”.

– ¿A qué se refiere con construcción del perfil profesional de egreso?

“Es reconocer e identificar, a partir de la experiencia de los profesores que trabajan en determinados campos profesionales, los roles, las funciones, las subfunciones que demanda el contexto a nuestros profesionales. Tiene que ver con el desarrollo de campos disciplinales en función de sus dinámicas y sus nuevos desafíos, pero también representa el sello de los estudiantes de esta universidad, en razón de cómo se diferencian de otras universidades, incluso estatales”.

– ¿Podría enumerar las etapas del proceso?

“Después de la construcción del perfil profesional de egreso –que finaliza en julio- tenemos la etapa de generación de los programas formativos para la puesta en marcha en 2013. Posteriormente, tenemos la implementación de la puesta en marcha curricular a comienzos de 2014.

Para el 2016 y 2017 se espera que la mayoría de las carreras tenga un diseño integrado para ser articulado con postgrado. Además, todas las carreras que están participando en este proceso, de manera particular las pedagogías, van a estar articuladas a partir del Convenio de Desempeño, que está liderado desde rectoría y coordinado por la Dra. Marcela Lara Catalán.

Todas las unidades de carácter curricular, evaluativo o formativo que tiene la universidad están comprometidas y también articuladas con estos procesos. Hay un cruce de muchas iniciativas. En lo que corresponde a la Dirección de Estudios de Innovación Curricular y Desarrollo Docente es, si lo miramos desde el punto de vista del Desarrollo Docente, ir preparando los desafíos que se van evidenciando desde el punto de vista de las necesidades de formación”.

– ¿Cómo ha observado Ud. el proceso?

“Al 13 de mayo, con las carreras de pedagogía hemos tenido 128 sesiones de trabajo. Entonces, si el proceso fuese lineal, estaríamos muy contentos porque el proceso está en marcha o sea si vemos que son 17 carreras en promedio tendríamos un 44,3 por ciento de desarrollo desde el punto de vista de sesiones.

Hay otro factor que a nosotros nos interesa que es la capacidad que tienen las unidades académicas de proyectar este trabajo. Entonces entre esas sesiones de tipo físico y los momentos formativos, hay una diferencia a favor de los momentos formativos, lo que significa que las unidades académicas de las carreras de pedagogía han sido capaces de incorporar más tiempo y avances que van más allá de lo programado inicialmente.

Entonces tenemos carreras como Pedagogía en Educación Diferencial, Educación Parvularia, Pedagogía en Inglés, Pedagogía en Matemática y Computación, por nombrar algunas, que están prácticamente consolidando esta primera fase de construcción del perfil profesional de egreso. Ahí tenemos una oscilación entre un 65 por ciento y un 100 por ciento de avance”.

– Si el centro es el estudiante ¿por qué hay tanto resquemor de parte de ellos a este proceso? A qué cree que se debe.

“Diría que se trata de un proceso normal, que tiene que ver con cómo transita la información, o sea los beneficiarios de este proceso son los estudiantes. Si bien es cierto esta innovación afecta a las promociones que se van a incorporar a la universidad en 2014. También estas innovaciones afectan directamente a los estudiantes que hoy pertenecen a las universidades y eso tiene que ver con la visión que tienen los docentes, las estrategias que están aplicando las modificaciones de los sistemas evaluativos, las actualizaciones que se hacen de los currículos se concretan de manera directa en los nuevos diseños, y también se benefician los estudiantes actuales de esos diseños y esas improntas.

Es un proceso que en ningún caso es lineal y que dependiendo de las unidades y del nivel de interacción que tengan los docentes con sus estudiantes, estos procesos se hacen rápidamente comprensibles para los estudiantes.

Los estudiantes sobre todo los de etapas terminales (cuarto y quinto año), son informantes clave en este proceso, son los que nos dicen cuáles eran las debilidades del currículo que estaba en marcha y, por otro lado, son los que nos anticipan, desde el punto de vista de sus experiencias prácticas, los desafíos presentes y futuros.

Por lo tanto, la dinámica de procesar, integrar, desarrollar los currículos, sus situaciones de aprendizajes, nos indica cuestiones que son muy particulares a cada carrera. No es lo mismo como aprende un estudiante de Filosofía a uno de Kinesiología, los dos tienen construcciones de campos disciplinales, pero se diferencian en el hacer y el saber, aspectos sobre los cuales informan los estudiantes.

Los tiempos de la innovación universitaria están marcados por la participación y por la actualización que los académicos tienen de sus campos profesionales y eso tiene que ver con el campo formativo, son los estudiantes los que nos están dando los insumos y entregando información.

Es normal en una universidad que haya diálogo, es lo normal que haya demandas informativas, pero también hay que considerar que hoy el sistema educacional chileno está tensionado. Las direcciones de las universidades están obligadas a plantear salidas y la ejecución de buenos proyectos, la obtención de recursos forma parte de esas salidas. Y ahí está toda la comunidad incluida, no sobra nadie en los procesos de innovación curricular de ninguna universidad, al contrario la problemática es evidente o sea la mejora por la calidad, por la eficiencia, por la optimización formativo-profesional es una demanda, pero es una demanda que va más allá de la perspectiva regional e incluso es más amplia.

Finalmente, se debe evaluar muy positivamente los niveles de participación y compromiso de las comisiones curriculares; la institución ha hecho un aporte convocando a que estudiantes y académicos participen y así se ha hecho”.

ARTURO PINTO GUEVARA

Doctor en Educación por la Universidad de Concepción y la Universidad de Estocolmo. Profesor de Educación Especial y Diferencial y Magíster en Educación Especial de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

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