“Nuestras asignaturas artísticas son ejes fundamentales para poder desarrollar la creatividad y el trabajo colaborativo”, sostiene el académico de la Facultad de Arte, Rodrigo Montés, respecto a su reciente publicación “Creatividad y aprendizaje colaborativo en educación secundaria: Una experiencia didáctica en el aula de Música” realizada junto a José Álamos-Gómez.
Enmarcada en un establecimiento educacional de la comuna de Valparaíso caracterizado por impartir educación musical desde temprana edad, la investigación da cuenta del proceso creativo, artístico y musical de composición grupal en estudiantes de primer año de enseñanza media.
“Quisimos despojar a la música de su carácter ‘divino’ y, mediante la implementación didáctica, desarrollar acciones puntuales para sistematizar el trabajo creativo en aula”, expresa el director del Ensamble Latinoamericano Abya Yala. Con esos fines, los investigadores realizaron una propuesta didáctica vinculada a la actividad creativa y práctica musical en conjunto bajo el prisma de la colaboración.
En ese sentido, la investigación rescata el giro de los programas educativos en la búsqueda de una formación menos reproductiva y de mayor desarrollo de la creatividad, y propone la realización de una unidad didáctica de composición rítmica grupal a partir del medio ambiente sonoro. Para eso, los estudiantes revisaron experiencias regionales del Festival de Arte Sonoro Tsonami, “analizando cómo los sonidos del cotidiano pueden servir de medios para un fin expresivo”, según indica el artículo.

Partitura de la composición de uno de los grupos
Tras seis sesiones, los criterios de trabajo – colaborativo, creativo, interpretativo grupal e interpretativo individual – resultaron satisfactorios con una media de 88,97%. El criterio con mayor logro fue el trabajo creativo y “esto se debió principalmente al 100% de rendimiento obtenido en la concreción de los 32 compases, la composición de líneas rítmicas dialogantes y la utilización de figuras rítmicas variadas”.
No obstante, el criterio de menor logro fue el trabajo colaborativo relacionado a problemas de organización de tiempo y toma de decisiones. “Aún así, la motivación y el desempeño de las y los estudiantes en la asignatura de música, a nivel general, es sobresaliente”, indica el investigador, “tanto en el curso en el cual se llevó a cabo la experiencia como en los demás, y pensamos que esto se debe a que poseen una variedad de clases, talleres, espacios e instrumentos, además de un profesorado atento a desarrollar sus habilidades de manera sistemática”.
Educación post cuarentenas
“En este momento estamos pasando por una crisis súper grande a nivel social, y lo estamos viendo en los colegios de manera muy evidente”, enfatiza el académico de la UPLA, “por lo mismo creo que deberíamos detenernos un poco y dedicarnos a hacer otras actividades en las mismas clases para poder respirar y reflexionar lo que está pasando, volver a pensarnos como sociedad es volver a pensarnos de manera colaborativa”.
“La creatividad es una herramienta para crear colaboración, y viceversa… El camino que nos queda es aprender a colaborarnos entre nosotros, y el colegio tiene una gran labor ahí, así que tenemos que preguntarnos, ¿qué podemos hacer?”, finaliza el investigador.
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