Con exposición de orfebrería finalizó curso en Complejo Penitenciario Valparaíso

Este 22 de marzo fue la última clase del “Taller de Renacer” donde ocho jóvenes privados de libertad formaron parte de un proceso de aprendizaje colectivo y colaborativo sobre orfebrería que duró cuatro meses en el Complejo Penitenciario Valparaíso (CPV).

La finalización del periodo de clases del curso de orfebrería se celebró con la participación de profesores, compañeros y autoridades, quienes pudieron conocer a través del relato de los propios estudiantes cómo se forja un proceso creativo-productivo en este oficio.

Los ocho jóvenes que presentaron más de una treintena de joyas, dan vida a la segunda generación de orfebres que se han formado gracias a la iniciativa ejecutada por la Fundación Universidad de Playa Ancha y fruto del trabajo conjunto con Gendarmería de Chile, quienes han permitido concretar este proyecto: cuyo objetivo es generar una unidad productiva al interior de la cárcel que permita generar ingresos.

Dentro de las autoridades que participaron en la actividad, se encuentra la vicepresidenta del directorio de la Fundación Universidad de Playa Ancha y prorrectora de la UPLA, Carmen Ibáñez Castillo, quien se refirió a lo importante que es para la casa de estudios ser parte de proyectos como el “Taller Renacer”.

“Creo que estas instancias nos hacen ser la universidad que somos, la universidad se realiza a través de esto, cumple su misión y, sin duda, la mística que se percibe en este espacio está dada por los jóvenes que forman parte de esta iniciativa, y que son quienes creyeron que esto era posible. Esto es más que un curso, se trata de entregar una herramienta de trabajo, de entregar posibilidades, esto es realmente loable”, destacó la autoridad universitaria.

El coordinador del proyecto, Eduardo Cerda Jeria, recalcó lo crucial que resulta el taller para los estudiantes. “Cuando pensamos en realizar una segunda convocatoria para los módulos de alta complejidad e iniciamos todo el proceso de entrevistas, estábamos seguros de que pese a las dificultades debíamos continuar en esta senda, principalmente, porque sabíamos que para los estudiantes de la primera generación había sido una oportunidad de generar pertenencia con el espacio de creación y con las personas que allí conviven, permitiéndoles llevar de mejor manera la experiencia de vivir en un contexto de encierro”.

La experiencia de “Renacer” a través de la creación de joyas

La última clase de oficio estuvo marcada por la emotividad, la que llegó primeramente, de la mano de los relatos de los estudiantes que formaron parte de este proceso transformador, y luego de la presentación de dos de los facilitadores del proyecto: Marcelo Cifuentes Albornoz y Yessica Garay Alvarado, quienes provistos de una guitarra y un charango entonaron la canción “Plegaria a un Labrador” de Víctor Jara.

Más tarde el estudiante, Francisco Campos Gómez, se encargó de compartir sus reflexiones con los asistentes. “En lo personal me sirvió para crecer como persona, como amigo para desarrollar empatía, ser capaz de ponerme en el lugar del compañero, porque como estamos en la cárcel es todo el día lo mismo. Hay que entender que aquí todos tenemos problemas y ser apoyo para ellos ha sido una bonita experiencia, porque nos ha permitido fraternizar en un lugar único dentro de la cárcel. Un lugar donde no hay tristeza, donde no se permite llegar triste y el que llega triste: le subimos el ánimo y lo animamos a trabajar, a distraer la mente para hacer algo productivo con el tiempo, porque aquí lo que nos sobra es tiempo y ocuparlo en cosas buenas que nos van a servir en la vida es lo mejor”.

Camila Soto Zúñiga, profesora del oficio, compartió sus apreciaciones desde su rol de facilitadora. “Durante el proceso los estudiantes aprendieron a trabajar la parte creativa, a hacer diseños, a bajar la idea desde lo que uno tiene en la cabeza: trasladarlo al papel y luego llevarlo al metal. Todo esto, entendiendo que el trabajar dentro de una cárcel cambia mucho el escenario y debes ser capaz de adaptarte, de ser flexible y cambiar la programación de las clases de acuerdo a las contingencias y situaciones que los propios jóvenes enfrentan”.

Finalmente, anunció que la segunda generación del Taller de Orfebrería “Renacer” se prepara para poner en práctica lo aprendido en el módulo de Plan de Negocios y funcionar como unidad productiva independiente.

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A su vez, en la solemne ceremonia, se honró el legado de seis académicos que se acogieron a retiro: Gonzalo Bustillos Portales, Ramón Donoso Alfaro, Eduardo Faivovich Bortnik, Luis Faúndez Fuentes, José Meza Guzmán y Miguel Vásquez Vicencio.