Investigador del CEA explica la conducta agresiva de los individuos

Dr. Turiégano y José Luis Muñoz¿Es posible comprender de dónde proviene la conducta agresiva?. Ésta es la pregunta que ha rondado en la cabeza de psicólogos sociales, filósofos, pedagogos y etólogos durante los último años. Justamente, son estos últimos los científicos que exploran el campo de la conducta bajo una perspectiva biológica y quienes han estado indagando el valor adaptativo de la conducta agresiva en las más variadas especies animales, hasta derivar hace unas pocas décadas en el estudio de nuestra especie.

En nuestro país, el Dr. José Antonio Muñoz, investigador del Centro de Estudios Avanzados, CEA, de la Universidad de Playa Ancha, es una de las personas que lidera las investigaciones sobre este tema en nuestro país. En estos momentos , el Dr. Muñoz se encuentra en la Universidad Autónoma de Madrid donde trabaja en el desarrollo de la parte final de su proyecto Fondecyt de iniciación, junto a académicos de dicha universidad.

“Somos animales altamente complejos y nuestros repertorios conductuales no se pueden comprender bajo el prisma de un único campo del conocimiento. Sin embargo, la etología como b​razo armado de la biología para adentrarse en la conducta humana, tiene la gran

ventaja que intenta generar resultados que están ausentes de juicios de valor positivos o negativos respecto de lo que ve, registra y analiza el etólogo”, explica el investigador.

Agrega que esto último es lo que -en su opinión- permite que el enfoque etológico cobre valor disciplinario y holístico para interactuar con otras disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades.

CONFERENCIA

En Madrid, el investigador dictará una charla en la que dará cuenta de la necesidad de considerar la conducta humana y específicamente la agresiva, como un mecanismo comportamental que no es patológico ni mucho menos antisocial. Sin embargo, desde allá advierte que es un mecanismo de interacción social que, nos guste o no, cumple una función adaptativa que nos permite navegar de manera eficiente dentro de los ambientes sociales en los que los humanos vivimos.

“La idea es más bien sencilla, desde un punto de vista evolutivo, la agresión sirve para resolver problemas de acceso a recursos limitados, que como especie social tuvimos, tenemos y tendremos que repartir de alguna manera, por lo tanto, es plausible que la agresión siga existiendo en nuestra especie, de la misma forma en que por ejemplo, la cooperación seguirá estando presente”, sostiene.

Agrega que los avances que su equipo ha implementado sobre este tema son muy significativos, los que se grafican en publicaciones en revistas de corriente principal, proyectos adjudicados y el fortalecimientos de las redes internacionales de colaboración.

Sin embargo, el Dr. Muñoz destaca que todos estos logros son posibles gracias al serio y decidido esfuerzo de instituciones como la Universidad de Playa Ancha que, a través del Centro de Estudios Avanzados, busca posicionar a la ciencia chilena como un actor relevante en áreas emergentes y multidisciplinares del conocimiento.

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A su vez, en la solemne ceremonia, se honró el legado de seis académicos que se acogieron a retiro: Gonzalo Bustillos Portales, Ramón Donoso Alfaro, Eduardo Faivovich Bortnik, Luis Faúndez Fuentes, José Meza Guzmán y Miguel Vásquez Vicencio.