Escuelas Especiales de Viña del Mar y Quilpué presentaron obras de teatro

Estudiantes de la carrera de Pedagogía en Educación Diferencial de la Universidad de Playa Ancha conmemoraron el Día Internacional de las Personas con Discapacidad con la presentación de tres obras teatrales, interpretadas por jóvenes entre 18 a 26 años, que asisten a escuelas especiales de Viña y Quilpué.

La iniciativa estuvo orientada, según explicaron sus organizadores, a demostrar mediante el lenguaje teatral qué ocurre actualmente en nuestro país con la discriminación hacia personas que sufren algún tipo de discapacidad intelectual.

María Soledad Millones, directora de la Escuela Especial Rapa Nui F-349 de Viña del Mar, agradeció la invitación a participar de este evento, ya que «lo que más falta son este tipo de espacios que permiten, en el caso de nuestros estudiantes, mostrar por primera vez sus trabajos fuera del colegio».

Gabriela Jeldes, directora del Taller de Teatro del establecimiento viñamarino, destacó que esta disciplina artística junto con otras terapias como el psicodrama y la dramaterapia son herramientas ideales para que las personas con discapacidad intelectual logren manejar sus emociones y reconozcan sus sensaciones, «el teatro les ayuda a saber cómo canalizarlas y reconocer lo qué sienten, y además de fomentar en ellos otros valores y habilidades cognitivas como la orientación tiempo-espacio, modulación, comprensión del lenguaje, entre otros».

El taller que dirige presentó la obra «El Mundo bicolor» donde participaron siete jóvenes que cursan el nivel laboral y trató sobre la discriminación de la sociedad a estas personas.

Mario Chávez, director del Taller de Teatro de la Escuela Especial de Desarrollo Renacimiento de Quilpué, ratificó lo expuesto por su colega de la Ciudad Jardín respecto al valor que tiene esta asignatura en escuelas especiales, ya que es un medio que desarrolla y potencia las habilidades socio laborales.

El educador presentó dos obras de su autoría:  «La última esperanza» y «2110». El primer montaje reflexionó sobre cómo sería el mundo al imperar un sistema dictatorial que no permita que la diversidad se exprese; en él actuaron cinco alumnos, mayores de 18 años, quienes padecen autismo, síndrome de Down y trastorno neuromotor. 2110″, por su parte, es un sketch histórico que hace escalas en los años 1810,1910, 2010 y 2110, a fin de presentar cómo ha sido tratado el tema de la discapacidad a lo largo del tiempo.

La alumna María José Castillo, de tercer año de educación diferencial, opinó que la discriminación es parte de la ignorancia de las personas «porque si realmente conocieran a estos jóvenes se darían cuenta que son un amor, capaces de integrarse mucho mejor de lo que piensan. Me llevé una impresión espectacular, lo que me llamó la atención fue que uno puede ver el trasfondo de lo que ellos sienten, de los errores que uno puede cometer a veces sin darse cuenta».

Sabrina Arancibia, de segundo año, manifestó que le pareció fantástico ver cómo los niños con discapacidad representan su arte, «ellos se sienten importantes cumpliendo un rol en el escenario y estos temas representan muy bien lo que quieren expresar».

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A su vez, en la solemne ceremonia, se honró el legado de seis académicos que se acogieron a retiro: Gonzalo Bustillos Portales, Ramón Donoso Alfaro, Eduardo Faivovich Bortnik, Luis Faúndez Fuentes, José Meza Guzmán y Miguel Vásquez Vicencio.