
Investigadores chilenos de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), Universidad Andrés Bello (UNAB), Centro FONDAP INCAR y Universidad de Antofagasta identificaron por primera vez cambios inmunológicos tempranos en la piel de trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) infectadas con distintas cepas de Piscirickettsia salmonis. Los resultados revelan posibles mecanismos iniciales de defensa y destacan el potencial del monitoreo molecular no invasivo como herramienta para promover una acuicultura más sostenible y preventiva.
La piscirickettsiosis, causada por la bacteria intracelular facultativa P. salmonis, afecta principalmente a salmones y truchas cultivadas en Chile, generando importantes pérdidas económicas para la salmonicultura nacional. En este estudio, publicado en Frontiers in Veterinary Science, el equipo liderado por el académico de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas de la UPLA, Dr. Héctor Levipan Colil, y el Dr. Rubén Avendaño Herrera (UNAB) se enfocó en las etapas iniciales de la infección tras la transferencia de los peces al mar, un momento crítico en el ciclo productivo.
Al respecto, el Dr. Rubén Avendaño explicó que “nuestros resultados respaldan la idea de que la vía de entrada natural de P. salmonis es a través de la piel sana de los peces, en lugar de la vía oral o, incluso, del portal branquial. Por lo tanto, la detección de P. salmonis en la piel ofrecería una oportunidad de anticipar escenarios de brotes infecciosos importantes y la implementación de medidas para su control oportuno”.

En la investigación, las truchas fueron desafiadas por inmersión con la cepa tipo P. salmonis LF-89ᵀ (genogrupo 1) y con las cepas de campo Psal-103 (genogrupo 3) y Psal-104 (genogrupo 4). Un grupo control fue expuesto únicamente al medio de cultivo estéril AUSTRAL-SRS. Los peces fueron mantenidos en un sistema de recirculación acuícola (RAS) a escala piloto, lo que permitió realizar un seguimiento detallado de la infección y de las respuestas fisiológicas.
El equipo cuantificó la carga bacteriana tanto en la piel de los peces como en el agua de mar mediante PCR cuantitativa con transcripción inversa (RT-qPCR), dirigida a la región espaciadora transcrita interna (ITS) de P. salmonis, lo que proporcionó información precisa sobre la dinámica de la infección y la respuesta inmune inicial.
Respuesta inflamatoria temprana y debilidad en la inmunidad adaptativa
Antes del desafío, los transcritos ITS eran indetectables, pero a los 15 días post-infección (dpi) se observó un aumento significativo en la piel de las truchas, alcanzando valores máximos, como en el caso de la cepa Psal-103, que registró 5,44 x 106 copias por ng de ARN total. En el agua del sistema, las copias de ITS alcanzaron 2.21 x 104 a los 15 dpi, volviéndose indetectables a los 30 días.
Curiosamente, no se observaron diferencias significativas en la mortalidad entre los tratamientos infecciosos, aunque la mortalidad acumulada del grupo control negativo resultó mayor que la de los grupos infectados, un hallazgo que sugiere una posible respuesta fisiológica adaptativa en los peces expuestos al patógeno.
El análisis de la expresión génica, realizado también mediante RT-qPCR, abarcó nueve genes relacionados con la inmunidad en distintos tejidos, incluyendo branquia, músculo, bazo, hígado, y riñón cefálico. La respuesta inmunitaria de la trucha arcoíris durante las primeras etapas de la piscirickettsiosis se registró mediante cambios en la expresión génica de los marcadores SAA, TNF-α y CD4. Estos marcadores inmunitarios mostraron una regulación génica significativa atribuible a P. salmonis en el hígado, el riñón cefálico y el músculo Entre los aislados analizados, Psal-104 demostró tener un mayor potencial inmunogénico, lo que podría abrir nuevas líneas de investigación para el desarrollo de estrategias preventivas o vacunas más efectivas.
Finalmente, los autores destacan la viabilidad del uso de métodos no letales y no invasivos, como el análisis molecular de la piel, para la vigilancia temprana de la piscirickettsiosis en sistemas de cultivo. De esta manera, esta aproximación representa un avance relevante hacia prácticas de monitoreo más sostenibles y éticas en la acuicultura moderna.
“Pensamos que este tipo de monitoreo podría ser viable de implementarse en perspectivas de consolidar una acuicultura sostenible, pero su validación en el terreno requiere de la implementación de un monitoreo continuo, a modo de serie de tiempo y con especial esfuerzo de muestreo en los periodos del año donde los brotes infecciosos son más frecuentes. Por lo demás, el procedimiento también podría ser potencialmente útil para el monitoreo de otros patógenos de la acuicultura que usen la piel como blancos iniciales o portales de entrada principales para el desarrollo de una enfermedad”, comentó a nuestro medio el Dr. Héctor Levipan Colil.
En conjunto, los resultados de este estudio contribuyen a comprender mejor los mecanismos inmunes iniciales de la trucha arcoíris frente a P. salmonis y ofrecen una base científica sólida para fortalecer el control sanitario en la producción acuícola.
El estudio estará prontamente completo en Frontiers in Veterinary Science.
Fuente: Revista Info SALMON
UPLA.cl
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