Capacitar a nuevos científicos sobre el uso de técnicas moleculares para la biorremediación fue el objetivo primordial del curso práctico “Remediación de sitios contaminados con genómica: Impulsando la biorremediación en Sudamérica” (EMBO 2025), actividad que se realizó entre el 20 y el 28 octubre en Valparaíso, y tuvo a la Universidad de Playa Ancha como una de sus instituciones co-organizadoras.
El curso, organizado por el Dr. Michael Seeger (Universidad Técnica Federico Santa María), y que reunió a 21 estudiantes de postgrado e investigadores postdoctorales de diez países del mundo, ofreció una experiencia única para compartir investigación aplicada en diversos proyectos de biorremediación en el mundo.
Asimismo, posibilitó la adquisición de competencias en metodologías analíticas en laboratorio y la realización de actividades de muestreo en terreno, siendo, también, una excelente oportunidad para la discusión de los marcos regulatorios relativos tanto a procesos de contaminación como de descontaminación.
Diseñado para estudiantes de postgrado y profesionales en Biotecnología Ambiental y campos relacionados, el curso tuvo participantes de Brasil, Perú, México, Canadá, Cuba, Colombia, USA, Italia, Hungría, Irlanda, Luxemburgo y Chile, ofreciendo un valioso espacio para expandir conocimientos y mejorar habilidades en
biorremediación.
Las actividades prácticas llevadas a cabo en ambas universidades incluyeron la cuantificación de biomarcadores para la evaluación de sitios contaminados y el monitoreo de procesos de biodegradación, así como el aislamiento y la caracterización genómica de microorganismos involucrados en procesos de biorremediación de pasivos ambientales.
Uno de los co-organizadores, el Dr. Roberto Orellana, académico de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas e investigador asociado del HUB Ambiental UPLA, explica: “En Chile, se ha debatido por más de dos décadas la Ley Marco de Suelos. No contamos con un marco legislativo que regule las concentraciones máximas permitidas de contaminantes en los suelos. Eso ha impedido la generación de soluciones alternativas, que integren los servicios ecosistémicos, como la biorremediación, que puede ser un valioso aporte para apoyar la restauración ecológica”.
En este sentido, manifestó: “Este curso es una herramienta que contribuye directamente al desarrollo de un tejido técnico avanzado de profesionales de nuestro continente, lo que nos permitirá avanzar en esta línea. De seguro, las competencias abordadas en él permitirán reducir las brechas actuales y generar vínculos de apoyo y colaboración en desafíos ambientales comunes”.
Técnica subutilizada en Chile
Ampliamente usada en el hemisferio norte, la biorremediación es una subdisciplina de la biotecnología basada en la capacidad de (micro)organismos para transformar, neutralizar o degradar contaminantes. Sin embargo, pese a sus ventajas (bajo impacto ambiental, adaptabilidad a diversas condiciones, costo moderado), esta técnica continúa siendo subutilizada en América del Sur, especialmente en Chile.
A pesar de la gran necesidad de herramientas de saneamiento, Chile registra un número muy limitado de proyectos de biorremediación, no sólo debido a la falta de un marco regulatorio bien definido, sino también por el escaso interés del sector productivo en abordar sus procesos con un carácter más sustentable.
“El hacerse cargo de manera local de los residuos y/o pasivos ambientales que se generan, permitirá que esos procesos no solo sean sostenibles económicamente, sino también sustentables, lo que será un requisito solicitado por mercados internacionales en el corto plazo”, complementa Orellana.
En esa línea, la capacitación ofrecida por el curso práctico facilitó que sus participantes se interiorizaran sobre técnicas analíticas y moleculares de vanguardia, que permiten comprender el metabolismo microbiano, diseñar diversas estrategias efectivas de biorremediación y monitorearlas en diversos ecosistemas. Todo lo anterior, mediante actividades de campo y de laboratorio, estas últimas efectuadas en laboratorios de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas, y el HUB Ambiental UPLA.
Es así como los participantes aprendieron sobre las experiencias de análisis y monitoreo de procesos de aceptores de electrones terminales en aguas subterráneas, con la Dra. Alejandra Arancibia y el mencionado Roberto Orellana, como también contrastar la información monitoreada en dichos cuerpos de agua, con la investigación llevada a cabo en diversos ecosistemas, tales como salares y humedales, con la Dra. Verónica Molina, directora general del HUB Ambiental UPLA.
Adicionalmente, se llevaron a cabo actividades de laboratorio para la amplificación de genes de interés en el laboratorio de ecología molecular, lo que consideró tareas que van desde el manejo de muestras de suelo y agua subterránea, hasta la preparación de muestras para análisis químicos y moleculares, con el Dr. Sebastián Fuentes (U. de O’Higgins); y procesos de extracción de ADN y control de calidad, con la técnica PCR de punto final, y el análisis electroforético, a cargo de la Dra. Polette Aguilar.
Fuente: Diego Trujillo Salinas, periodista del Centro de Investigación HUB Ambiental UPLA.
Fotografías: Manuel Narbona, periodista del Núcleo Milenio BioGEM.
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