La creciente presencia de estudiantes con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en las aulas del sistema escolar, plantea la necesidad de una formación práctica y especializada para los futuros docentes, de manera particular, los que ejercerán la Educación Física.
Abordando esta realidad, la Mg. en Neuropsicología y Educación, Catalina Coronado Reyno, dictó una charla a estudiantes de cuarto año de Pedagogía en Educación Física de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), en el marco del curso “Gestión de la Clase de Educación Física”, impartido por la Dra. Alda Reyno Freundt.
Coronado Reyno, quien además es coordinadora académica del Magíster en Educación Emocional y Convivencia Escolar de la Universidad Andrés Bello (UNAB), centró su presentación en cómo abordar la clase de Educación Física de manera efectiva e inclusiva para estudiantes con TEA, respondiendo a la «preocupación real» de los futuros profesores.
Habilidades esenciales y anticipación
Uno de los puntos clave que destacó la especialista fue el desarrollo de habilidades sociales en los docentes en formación. «Si yo tengo buenas habilidades sociales, puedo transmitir y modular un poco cómo el estudiante del sistema escolar puede desarrollarse en el entorno», explicó. Esto implica instruir en aspectos como el saludo o el respeto por el espacio de los demás durante la clase.
Además, enfatizó la importancia de la anticipación para prevenir desregulaciones. «Yo tengo que tener en consideración que el estudiante necesita saber lo que va a pasar en esa clase,» afirmó, para lo cual sugirió el uso de, por ejemplo, guías visuales, como pictogramas, destinados a anticipar y secuenciar los procesos de la clase. Esta estrategia es fundamental debido a la dificultad en la flexibilidad cognitiva y la atención a aspectos ambiguos que, a menudo, presentan los estudiantes con TEA.
La profesional también hizo hincapié en la necesidad de que los docentes estén conscientes de las características del espectro autista que tienen los estudiantes con los que trabajarán, conocer sus perfiles sensoriales, de manera de poder prevenir situaciones que desencadenen una desregulación, como ruidos excesivos o ciertos deportes de contacto.
Cooperación e interacción social
Respecto de cómo fomentar la interacción social y el juego cooperativo, la Magíster en Neuropsicología y Educación recomendó un proceso paulatino. Lo ideal es iniciar la cooperación con compañeros o compañeras con quienes el estudiante ya tenga cercanía.
Sin embargo, advirtió sobre la importancia de la coordinación con el Programa de Integración Escolar (PIE), “ya que en algunos casos puede existir una indicación médica o externa de no forzar trabajos grupales. Tenemos que ir, paulatinamente, tratando de que eso ocurra, pero no forzar ni imponer”, expresó.
Formación con fundamentos prácticos
La académica UPLA, Dra. Alda Reyno Freundt, destacó que la realización de esta charla surge de una necesidad real expresada por los estudiantes de Pedagogía en Educación Física que regresan de sus prácticas y comentan que requieren herramientas para abordar ciertas situaciones.
“Aunque exista un curso sobre educación especial, la preocupación radica en la certeza de encontrarse con estudiantes con TEA en las aulas regulares, sin tener la especialización”, sostuvo la Dra. Reyno.
La exposición de Catalina Coronado Reyno busca, entonces, entregar una mirada con fundamento para que los futuros docentes entiendan que las conductas no son «caprichos» y puedan contar con herramientas y conocimientos para tomar las consideraciones necesarias, aunque no exista una «receta ideal» única para todos los casos.