Exestudiante de Pedagogía en Educación Física transforma el ejercicio en energía limpia

Fue en la asignatura Liderazgo y Emprendimiento en la Actividad Física, dirigida a estudiantes de cuarto año de Pedagogía en Educación Física, por la académica Mara Gallardo Inostroza, que conocimos a Maverick Gayoso Chavarría y su innovador emprendimiento, que combina la actividad física con la generación de energía.

Titulado en nuestra casa de estudios, este profesor de Educación Física compartió con los docentes en formación, que sí es posible emprender en esta área del conocimiento y generar un negocio significativo.

Y es que luego de identificar el uso ineficiente de las máquinas de ejercicio ubicadas en espacios públicos y la dependencia de las personas a sus teléfonos móviles, vio la oportunidad de aportar al bienestar de la población y al medio ambiente, uniendo ejercicio y tecnología.

Así surge SAMSO, un emprendimiento que desarrolla un mobiliario urbano que permite a los usuarios pedalear para generar electricidad y cargar sus dispositivos, incentivando así el movimiento físico.

Con instalaciones ya en diversas comunas del país y en el extranjero, Maverick Gayoso se refirió a sus inicios en la innovación tecnológica y al modelo de negocio implementado.

Crédito: SAMSO.

-Cuéntenos, ¿cuál es este proyecto que compartió con los futuros profesores de Educación Física?

“Es un emprendimiento que consta de un mobiliario urbano, que permite generar energía eléctrica con el movimiento de las personas. Es una pedalera y tú generas energía, con eso puedes aportar al entorno, cargar tu teléfono y obtener distintos estímulos a través de lo mismo».

– ¿Y cómo nació la idea?

“El proyecto nació buscando incentivar la actividad física en las personas. Notamos que estaban estas máquinas de ejercicio por todos lados, como en estas plazas saludables, pero veíamos que en la práctica terminaron siendo casi un adorno en dichos lugares».

– Es cierto, muchas veces vemos esas máquinas sin usar…

– “Exactamente. Investigamos un poquito y nos dimos cuenta que, en realidad, se gastan muchos recursos en eso. En promedio son como 30 millones de pesos por plaza saludable y solo en estas máquinas, no en la plaza completa. Entonces, pensábamos que quizás se podía hacer algo mejor para atraer más a la gente. Las personas usan mucho el teléfono, pero a muchas no les gusta hacer ejercicio. ¿Qué tal si el teléfono es el atractivo para que hagan actividad física?

Crédito: SAMSO.

– ¿Y cómo funciona?

“El dispositivo es una pedalera que va anclada en el espacio público. Cuando tú pedaleas, generas energía y con ella puedes cargar tu teléfono. El enganche es justamente ese: para que puedas obtener energía para tu teléfono, que probablemente con tanto uso diario se te agota, tienes que moverte un poco”.

– ¿A quiénes venden este mobiliario?

«Nosotros diseñamos un producto nuevo, e igual que el resto de los mobiliarios urbanos sigue la misma lógica, el mismo modelo de negocio. Nuestros principales clientes son los municipios, quienes habilitan estos espacios en el entorno público. Participamos en licitaciones a través de ellos. También hemos tenido muchos casos donde privados se interesan, como empresas o universidades que buscan hacer sus espacios comunes más atractivos e instalan este tipo de mobiliario»

– ¿Dónde han instalado las pedaleras?

“Ya llevamos cerca de 50 módulos que hemos instalado. Estamos presentes en unas 15 comunas en total desde la Región de Valparaíso hasta Punta Arenas. Y la verdad ha sido más que nada gracias a que, como fue una innovación llamó la atención en su momento, y hemos tenido harta presencia en medios de comunicación que nos han mencionado y, gracias a eso hemos llegado a distintos clientes. No he invertido casi nada en marketing, porque las veces que lo he hecho llegan muchos pedidos y no me da la capacidad”.

 Los inicios

Cuando Gayoso ingresó a estudiar Pedagogía en Educación Física a la UPLA, lo hizo contando con una formación técnica en electrónica obtenida en su enseñanza media. A medida que avanzó en en su trayectoria académica, supo unir su interés por la tecnología con la educación física y la formulación de proyectos.

– ¿La UPLA le dio la oportunidad de participar en la formulación y postulación de proyectos?

“Sí. Participé en varios proyectos internos de la universidad, con municipios. Ahí entendí la lógica de cómo postular a un financiamiento, pero en realidad lo que quería después era algo propio. Entonces, empecé con el emprendimiento y junté un poquito ambos mundos, la electrónica con la actividad física».

– ¿Cómo fueron los primeros años?

Los primeros años fueron muy difíciles, porque necesitábamos diseñar el producto, fabricar cada pieza y ver los proveedores. Eso fue lo complicado. Pasaron como 3 años, lo financiamos con proyectos Corfo y otras fuentes de financiamiento. Si quisiera ser un poquito más ambicioso, podría masificar esto. El producto despertó el interés de otros países de Sudamérica y Europa. El tema es que nos enfocamos tanto en hacerlo robusto, que es muy pesado”.

Crédito: SAMSO.

– Entiendo, el transporte debe ser costoso

“Así es. Como es una estructura metálica que va en la vía pública, teníamos que evitar que lo rompieran. De hecho, nos pasó con los primeros dos módulos que instalamos, que eran más livianos y estéticos, pero los rompieron muy rápido. Ahora hicimos uno muy resistente, aguanta muy bien, pero es muy pesado, entonces, el costo de envío es muy alto, y eso desincentiva un poco la exportación”.

 – ¿Y con quién trabaja el producto?

“Al principio, en la etapa de desarrollo, trabajó mucha gente. Pero hoy en día, yo tercerizo muchos procesos. La fabricación del mobiliario y muchos componentes del producto en sí, los tengo que importar del extranjero. Hay varias cosas que hacen otros proveedores. Básicamente, cuando un cliente se interesa y nos pide los módulos, funcionamos a pedido. No acumulamos stock, porque eso requiere una inversión mayor. Así es que me hacen el pedido, yo mando a fabricar todo, importo los componentes necesarios y, dependiendo de la cantidad, contrato a gente que me ayude en el ensamble o la construcción del módulo, para luego enviarlo”.

«Hay mucho por hacer»

¿Dónde está ubicada la empresa Samso?

“Operamos desde Viña del Mar. La mayoría de nuestros proveedores están entre Santiago, Estados Unidos y China. Queríamos hacer todo en Chile, pero es muy caro y lento para construir estructuras metálicas o piezas mecánicas. Chile tiene la capacidad, pero trabajan cien por ciento para la minería. Si no les haces un pedido gigante de miles de unidades, no te toman en cuenta. Los chinos, en cambio, si les pides dos, con la promesa de que si te va bien en unos años podrías hacer varias, te aceptan, son más rápidos y baratos”.

– Además de su experiencia de emprendimiento ¿qué es lo que quiso transmitir a los estudiantes de Pedagogía en Educación Física, que se acercan al término de la carrera?

«Quise transmitirles que hay posibilidades de hacer emprendimiento desde la actividad física y poder vivir de eso. Existe un problema muy grande en Chile de sedentarismo, que es posible transformarlo en una oportunidad. Nos falta mucho por avanzar y eso significa que hay mucho por hacer. Tenemos un campo muy amplio también. Para abordarlo con innovación tenemos que profesionalizar nuestra labor como profesor de educación física y todo el rubro en general. En esta materia y de manera transversal, estamos en pañales en comparación con el resto del mundo, y ahí hay muchas oportunidades por todos lados. Así es que se puede”.

Contacto: hola@samso.cl

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