En una reciente charla organizada por el Centro Universitario para la Salud y el Bienestar (CUSABI) y el Laboratorio Disciplinar de Nutrición, dependiente de la Facultad de Ciencias de la Salud, la estudiante en práctica de Nutrición y Dietética, Karen González Olmos, nos acercó al mundo del ayuno intermitente. Esta práctica, lejos de ser una moda pasajera, se presenta como una herramienta para mejorar la salud y el bienestar, especialmente para quienes buscan perder peso.
Aclaró que el ayuno intermitente consiste en alternar períodos de alimentación con períodos de ayuno. No se trata de lo que comes, sino de cuándo lo comes. Según la estudiante, este patrón alimentario puede ser beneficioso para personas con sobrepeso u obesidad, siempre y cuando se realice de manera adecuada y bajo supervisión médica.
Entre los beneficios del ayuno intermitente destacan: Pérdida de peso, al reducir la ingesta calórica total; Mejora de la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda a controlar la diabetes; y disminución de la presión arterial, contribuyendo a la salud cardiovascular.
¿Cómo empezar?
Si estás interesado en probar el ayuno intermitente, Karen González recomienda comenzar con el patrón 12/12, es decir, 12 horas de ayuno y 12 horas de alimentación. Posteriormente, puedes avanzar al patrón 16/8, que es considerado más fisiológico. No obstante, precisó que es muy importante tener presente que, antes de iniciar cualquier nuevo patrón alimentario, es fundamental consultar a un profesional de la salud.
«El ayuno intermitente se presenta como una opción viable para mejorar la salud y el bienestar, pero es esencial hacerlo de manera informada y bajo supervisión médica. Hey que tener presente que cada persona es diferente y lo que funciona para uno, puede no funcionar para otro», precisó la expositora.
Aunque el ayuno intermitente puede traer beneficios, no es apto para todos, por ello, debes tener presente para quién no está recomendado:
-Mujeres embarazadas o lactantes: El feto y el bebé necesitan una nutrición constante.
-Niños menores de 12 años: Están en etapa de crecimiento y necesitan energía.
-Personas con trastornos de la conducta alimentaria: El ayuno podría empeorar su condición.
-Personas con bajo peso: Necesitan aumentar su ingesta calórica.
-Personas que trabajan por turnos: Los horarios irregulares pueden dificultar mantener un patrón de ayuno.
-Personas que toman medicamentos: El ayuno podría afectar la absorción de los fármacos.