“La institución literaria en Chile durante la dictadura: el rol del escritor Enrique Campos Menéndez», se denomina la investigación que realizó el académico investigador de la Universidad de Playa Ancha, Nibaldo Cáceres Carreño; y Javier Pérez Díaz, investigador y estudiante de magíster en Literatura de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
La investigación tuvo como objeto de estudio la literatura chilena pro-dictadura, con énfasis en la obra de Enrique Campos Menéndez y su acción ‘cultural’, donde quedó en evidencia que la literatura también puede ser un utilizada como un mecanismo más de tortura, donde los libros también pueden ser parte del horror que se vive por ejemplo en un estado de represión, de lesa humanidad e inmediata impunidad.
Los resultados de este estudio, que se publicaron en la Revista Catedral Tomada de la Universidad de Pittsburgh, arrojó que, no son mayoritariamente las y los artistas e intelectuales que no establecieron relaciones estratégicas con el poder político-cultural de la dictadura, sino que fue su pensamiento y escritura un espacio fecundo de disidencia, pero también de contienda y de discurso político. Esta investigación puso el foco en otro lugar, muchísimo más incómodo y desprovisto de cualquier atisbo de honor o épica.
“Quisimos observar cómo la institución de la literatura en el Chile de la dictadura se sustentó en la censura y la promoción ideológica de los valores dictatoriales. Quisimos detenernos en el universo paralelo de obras constituidas en dictadura que pudieron circular con toda la oficialidad posible, en desmedro de otras derechamente censuradas y sus autoras y autores, perseguidos o marginados”, comentó Nibaldo Cáceres.
“Ante la pregunta, ¿debe el arte y la literatura velar por los Derechos Humanos? Después de una investigación como esta, declaramos que estamos convencidos que los estudios literarios y las Artes y las Humanidades en general, jamás deberían ser parte del horror, pero tampoco deberían tomar palco ante el sufrimiento humano, sino hacer todos los esfuerzos estéticos para suspender la violencia, para contrarrestarla, aunque sea por unos segundos, y apostar siempre por la vida”, concluyó.
Nibaldo Cáceres Carreño es académico Claustro del Doctorado en Literatura Hispanoamericana Contemporánea y del Magíster en Literatura, UPLA. Además, es investigador Proyecto Fondecyt 11221081, “Ciudad, polifonía y marginalidad: elementos para un análisis intermedial del Infrarrealismo (1975-2015)”; Investigador asesor proyecto UBACyT «Relatos de cautiverio en América colonial, Chile y Río de la Plata», Universidad de Buenos Aires; e Investigador Cátedra Unesco para la Educación en Derechos Humanos.
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