Dr. Francisco Báez publicó en revista internacional sobre la construcción de un esquema institucional que dé garantías sociales y económicas universales

“Diseño político y constitucional: Apuntes republicano-democráticos para la construcción del Chile del siglo XXI”, se titula el artículo que publicó el último número de la revista de divulgación masiva española “Sin Permiso”, elaborado por el Dr. Francisco Báez Urbina, sociólogo y académico de la Facultad de Ciencias Sociales de nuestra casa de estudios.

Se trata de un texto en el cual el autor aborda el esquema liberal autoritario –el llamado neoliberalismo- que le permite a las elites, por un lado, volver a dirigir el proceso de producción social, y, por otro, dejar de cooperar con la sociedad. Todo esto, con el fin de erigirse como un poder económico, político -pero también cultural- monopólico ajeno a restricciones externas de todo tipo.

El artículo entrega, además, una serie de elementos que -a su juicio- debieran considerarse como pertinentes para construir un esquema institucional que reemplace la constitución liberal global actualmente vigente y blinde el retorno a las garantías sociales y económicas universales. “Son elementos que giran en torno a la idea republicano democrática de que la libertad es -o debiese ser- incondicional, es decir, de que es connatural e inalienable; de que es fundamentalmente colectiva (la libertad individual se desprende de la colectiva); y que la libertad depende de la autonomía material garantizada por la comunidad política”, plantea el Dr. Báez.

Con el respaldo de distintos autores, el investigador plantea que, frente a la economía capitalista, el rol de los poderes públicos debería ser el de proveer y promover intercambios entre particulares que eviten la formación de esquemas monopólicos y concentradores que fomenten posiciones dominantes de poder y privilegios ilegítimos y vínculos de dependencia arbitrarios en la sociedad.

Ante la pregunta de qué hacer, Báez plantea la necesidad de construir un nuevo pacto o contrato social que vuelva a incluir a elite y que los obligue a trabajar para todos, a contribuir al bien público, a financiar la sociedad.

«La oligarquía, en formato bancario financiero, en 30 años logró correr el cerco de lo posible. Hay que desarmar esos cercos y volver a plantear una democracia social protectora. ¿Cómo? Redistribuyendo poder. ¿De qué manera? Diseñando instituciones que vuelvan a girar en torno a los derechos colectivos y no únicamente en relación con las libertades individuales, poniendo en equilibrio derechos y deberes, acentuando en dignidad y no s0lo en rentabilidad», concluye.

Revisar el artículo completo aquí.