Hace unas semanas comenzó el monitoreo al humedal construido en un predio de Colliguay por parte de profesionales de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Playa Ancha, con el objeto de determinar la calidad del agua y que sea una alternativa eficiente para su reúso en contexto de escasez hídrica.
De esta manera, la UPLA se suma al proyecto “Humedales depuradores: Reutilizando agua para la agricultura. Soluciones basadas en la naturaleza para mitigar la escasez de agua a lo largo de Chile”, financiado por el Fondo Estratégico en Sequía del Ministerio de Ciencia a través de ANID y que fue recientemente inaugurado en el Centro de Humedales (CEHUM) Río Cruces de la Universidad Austral de Chile, en Valdivia.
Será el CEHUM, junto a otras universidades del país, entre ellas la Facultad de Ingeniería UPLA, quienes realizarán mediciones y pruebas para determinar con precisión la eficiencia de estas soluciones basadas en la naturaleza para la reutilización de agua en agricultura y forraje, generando una alternativa resiliente al cambio climático y de valor para zonas rurales y periurbanas.
Para ello se tomarán datos y muestras de humedales construidos en Iquique, Quilpué, Talca y Valdivia. En la región de Valparaíso, esa labor la lleva a cabo un equipo compuesto por Natalia Meza Villalón, encargada de Laboratorios de la Facultad de Ingeniería; Javiera Arquero, estudiante de la carrera de Ingeniería Civil Ambiental; el especialista Antonio Ugalde; y es liderado por la académica del Departamento de Ciencias de la Ingeniería para la Sostenibilidad, Dra. Marisol Belmonte Soto.
“El humedal instalado en Colliguay tiene cuatro meses de funcionamiento y de manera preliminar ha mostrado resultar eficiente en calidad, para su utilización en riego. Pero, sobre todo, el mayor impacto de este proyecto es poder realizar transdisciplina, en donde el trabajo colaborativo entre la comunidad y la academia se ve reflejado en abordar la problemática hídrica proponiendo soluciones basadas en la naturaleza que van en beneficio directo de la sociedad”, detalló la Dra. Belmonte.
Cabe destacar que este sistema se construyó en un predio de una familia de cuatro integrantes, que participa en el programa PRODESAL de Quilpué, que busca entregar una solución concreta frente a los efectos de la sequía en la región. De hecho, ha permitido re-tratar y reutilizar alrededor de 250 litros diarios de agua, que son utilizados en el riego de árboles frutales.
“En general, en el mundo rural, muchas familias no tienen agua por el tema de la sequía que llevamos por más de 13 años, y por lo tanto 300 litros nuevos de agua al día es una cantidad importante, sobre todo si cumple con las normativas de calidad para riego, que en el caso del humedal estaría generando ese impacto. Anteriormente, la familia ocupaba el agua directo de los artefactos y eso implicaba malos olores, aparición de vectores, contaminación del suelo, y por lo tanto ahora tener un agua de calidad no solo mejora su vida, sino que también les permite generar nuevos ingresos con la producción de sus árboles frutales”, describió Antonio Ugalde.
El especialista agregó que se espera comprobar que el humedal genere las condiciones para entregar agua en calidad de riego y que las familias con seguridad puedan ocupar el agua gris en sus predios y “ojalá -en el futuro- en un huerto, para poder demostrar que esta agua cumple con las condiciones para regar verduras, plantas alimenticias, hortalizas y con ello mejorar la soberanía y seguridad alimentaria de la familia”, aseveró Ugalde.
Además de este trabajo de monitoreo, se considera la generación de un modelo de evaluación social que permita ser incorporado en las iniciativas de inversión pública, el que estará a cargo de la Dra. María Lorena Herrera Ponce, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso junto al investigador asistente, ingeniero civil industrial, Diego Vásquez.
“El rol que nos corresponde es el de proponer una metodología que permita hacer la evaluación social del proyecto de humedales depuradores para reutilización de aguas residuales en agricultura. Esto es, proponer cómo identificar, medir y dar valor a los beneficios y costos que genere el proyecto desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto”, explicó la ingeniera.
Una vez que se conozcan los resultados de la investigación, podrán identificar cuáles son los beneficios de los humedales depuradores en la agricultura. “A partir de ello se hará la propuesta metodológica. La idea es que se ajuste a los requerimientos del sistema nacional de inversiones públicas que rige en Chile, pudiendo así a futuro poder postular a recursos públicos para financiar la construcción de estos humedales”, concluyó María Lorena Herrera.
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