Doctora en Neurociencia Cognitiva Aplicada advierte que, en vacaciones, los niños igual deben mantener rutinas

La mayoría de los niños, niñas y adolescentes en nuestros país está de vacaciones de invierno durante esta semana. Sin embargo, en contexto de pandemia, muy pocos son los que podrán salir de sus casas, ya sea por las restricciones sanitarias o económicas. Frente a esta realidad, Lillian Pérez-Loezar, doctora en Neurociencia Cognitiva Aplicada y académica de de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), aclara que las vacaciones no implica necesariamente tener que desplazarnos, sino, dejar de lado las responsabilidades escolares.

“El concepto es vacaciones de invierno. Es decir, un período de abstención de las obligaciones tradicionales, como son en el caso de lo niños en edad de escolarización. Ese todo el concepto, porque el situarlo “en”, nos obliga a movernos para entender el concepto de vacaciones…con las situaciones que vivimos, está complicado pensar en movernos, pero si mantenemos el concepto de vacaciones como una paralización de las actividades que son mi foco que, en el caso de los niños son el colegio. Esto permite entonces, con mayor tranquilidad, el qué hacer y cómo hacer”, dice la especialista.

Agrega que visualizar las vacaciones de este modo, elimina la presión a los padres de tener que desplazarse a otro lugar. Ello, porque muchas veces ocurre que, en vez de ser éste un tiempo de disfrute, termina siendo un tema de fricción familiar.

¿QUÉ HACER?
Dra. Lillian Pérez-Loezar.

¿Y cómo podemos aprovechar mejor este tiempo en casa? La Dra. Pérez-Loeazar enfatiza que durante este período es posible potenciar lazos familiares. Como los niños no tendrán que conectarse al computador para las clases virtuales, podrán, por ejemplo, tomar desayuno en familia o desarrollar distintas actividades que los padres o cuidadores le sugiera como alternativas. Ello, porque según la especialista, es importante no imponer, sino preguntar al niño o niña qué quiere hacer (salir con la mamá a pasear a la mascota, invitar a un amigo a jugar a la casa, entretenerse con un juego de mesa o salir a andar en bicicleta, etc..).

Otro aspecto importante que destaca la doctora Pérez-Loezar es que, a pesar de estar de vacaciones, es necesario que los más pequeños de la casa mantengan rutinas de horario. Si bien no será a la misma hora, pero sí habrá un horario tope, por ejemplo, las 10 de la mañana. Lo mismo pasa con las actividades de higiene, comida, las cuales se relacionan con el desarrollo del autocuidado, tal como ocurre con el uso de mascarilla, lavado frecuente de manos y la distancia física que debe mantener cada vez que comparte algún juego con otro niño o niña.

“Pero insisto, mantener la rutina. No es que se levante cuando quiera, que duerma a la hora que quiera, porque se queda hasta las 3-4 de la mañana con los amigos jugando estos juegos que son online, porque en el fondo, con esto le estamos afectando su salud…. No, porque esté de vacaciones es chipe libre…todo tiene que ser regulado, manejado de una manera para el niño sea un disfrute, pero que entienda que existen normas, normas para la vida, no solo morales, sino normas que permitan el autocuidado…esas rutinas son para nuestro propio beneficio y el niño lo tiene que ver así”, concluye.

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