El estallido social, primero, y la pandemia del COVID-19, después, han golpeado fuertemente al país. Uno de los sectores más afectados ha sido el de la cultura y las artes, con salas vacías y sin poder realizar ningún tipo de actividad.
No obstante, el sector empezó a reinventarse gracias a la tecnología y a ideas innovadoras que han estado centradas, especialmente, en brindar al público un alivio en tiempos en que la salud mental se ha visto fuertemente alterada. La Sala de Arte Escénico de nuestra universidad no ha estado ajena a esta contingencia y mantiene una cartelera con interesantes estrenos, obras y conversatorios que pueden ser vistos en línea.
En el mes del teatro conversamos de todo esto con Gabriela Arancibia López, licenciada en Artes Escénicas y magíster © en Gestión Cultural, quien es programadora y productora de la Sala UPLA, en la cual se desempeña desde hace tres años, y que tiene una especial invitación para todos nosotros.
—¿Cuál es el principal desafío que ha tenido que superar el teatro en línea?
—Para Sala UPLA y su equipo, ha sido en primera instancia una reafirmación del compromiso que tenemos con el teatro y los y las artistas en la región. Entendido eso, comenzamos a leer el contexto e identificar cuáles eran las nuevas oportunidades de retomar o encauzar el trabajo, y de qué manera cada uno de nuestros miembros del equipo trasladaba sus funciones y ponía al servicio sus capacidades para enfrentar un giro veloz en el que la programación migra a pantallas y dispositivos contenedores para realizar teatro y otras actividades. La tecnología toma un lugar fundamental para lograr llegar en distancia a los públicos y generar productos artísticos de calidad. Todo esto fue un desafío enriquecedor, nos fortaleció más como equipo y nos permitió continuar con nuestra labor y objetivo. Sin embargo, ha sido un camino en el que se ha requerido de pruebas y errores y en donde la incertidumbre ha sido una de las variables que tensan el proyecto.
—Incertidumbre que también afecta a los artistas…
—Los artistas han quedado en el desamparo y esta pandemia ha dejado al descubierto problemáticas basales de cómo se ha sustentado el teatro en los últimos años en nuestro país, aumentando la brecha de desigualdad, pues no son considerados trabajadores del arte y la cultura. Sumado a esto, en muchas ocasiones hay carencia de tecnología y conocimiento de la misma área. Claro está que podemos reconocer la incansable búsqueda y resiliencia de los y las creadoras para subvertir las dificultades y continuar realizando su profesión. Esto nos hace responsables de darles apoyo y condiciones para que esto pueda seguir sucediendo y mantener el desarrollo regional, en el que hemos podido ver en este periodo experimentaciones escénicas híbridas entre teatro y audiovisual muy interesantes, que nos han sorprendido y que han sido muy bien recibidas por los públicos y ha instalado el diálogo sobre si esto es teatro o no lo es.
—¿Han tenido una buena respuesta de los espectadores?
—Una de las cosas que podríamos asegurar es que el consumo de arte y cultura mediada por plataformas aumentó considerablemente. En el caso de Sala UPLA, podemos identificar que en un comienzo de nuestra programación 2020 teníamos una participación muy activa. A medida que continuaba la cuarentena, el periodo de permanencia de las personas en pantallas disminuía a un máximo de 30 minutos de conexión, lo que requería un menor tiempo de duración de los contenidos. Excepto los conversatorios que, al ser una temática particular que reúne a un público específico, permitían un mayor periodo de permanencia. Podemos reconocer que en estos momentos quienes se suman a nuestra programación virtual no son los mismos que nos visitaban frecuentemente en la Sala, en tiempos de presencialidad. Son públicos más jóvenes y que prefieren tener el contenido al alcance de sus manos y en ocasiones decidir en qué horario ver o participar de esta acción. Esto conlleva que se hace necesario conocerlos, saber quiénes son, de dónde vienen y cuáles son sus preferencias. Ese es nuestro objetivo en este segundo año de virtualidad, donde necesitamos el apoyo de otros departamentos de la universidad, pues somos un equipo acotado. Para resumir, podríamos mencionar que el público ha respondido a nuestro llamado, participando activamente de las obras y conversatorios. Todo esto, cruzado por avances de fases que disminuyen o aumentan la participación en consumo cultural virtual.
—¿Cuál será la temática de esta nueva temporada, #elteatroesdetod@s?
—Para este año nos estamos enfocando en fortalecer la relación con nuestras comunidades, como son estudiantes, funcionarios, vecinos y vecinas; y, por supuesto, nuestros creadores y creadoras. Por eso pensamos en el eslogan #elteatroesdetod@s, porque entendemos la importancia de los espacios culturales y el trabajo en red para potenciar el desarrollo del tejido social y cultural, comprendiendo que el arte ha sido un apoyo a la salud mental durante estos tiempos complejos. Ojalá se instale en la nueva constitución y los próximos gobiernos que es un bien de primera necesidad para el desarrollo de las personas. Nuestra programación está centrada en obras regionales, nacionales y conversatorios que vayan hablando de nuestra realidad, los cambios sociales y cómo imaginamos el futuro de nuestro país.
—¿Nos puede adelantar algunos de los invitados a los conversatorios y las obras que se estrenarán?
—Para cierre del mes del teatro tenemos la presencia de la actriz Amparo Noguera, quien protagoniza la obra “La vida que te di”. Gracias a una asociación con el centro cultural GAM de Santiago, podremos poner a disposición de la región este montaje dirigido por Cristian Plana, que nos cuenta el relato de Eliana Pérez, madre de un niño del SENAME. Para junio realizaremos un conversatorio con nuestros exalumnos y alumnas para conocer cómo han desarrollado su profesión y en qué área están trabajando, destacando trabajos con educación, personas mayores y gestión territorial de centros culturales. Además, nos conectaremos con creadores latinoamericanos para poder, además, conversar de creación artística en contexto de levantamiento social. También, una vez más, como ha sido desde sus inicios, contaremos con el Festival de Artes Escénicas de Mujeres, Gesta, una iniciativa de un grupo de actrices formadas en la UPLA, además del estreno de un montaje producido por académicos de la carrera de teatro.
—Esta es su segunda temporada virtual, ¿por qué decidieron implementar esta iniciativa, a pesar de las dificultades que puede representar?
—Como mencioné, creo necesario comprender el lugar que tenemos como Sala UPLA en la cadena de producción del teatro en la región. Pese a las distintas dificultades, el teatro y sus artistas siguen resistiendo, haciendo frente a una serie de problemáticas y acompañando a personas en la difícil situación mundial. Si la manera de estar cercanos a nuestra comunidad es la virtualidad, pues ahí continuaremos fuertes en nuestra convicción y labor. Tenemos las herramientas, recursos y ganas de salir victoriosos de esta nueva realidad. Como Sala, estamos cumpliendo once años de labor ininterrumpida, por lo cual no bajamos los brazos, nos fortalecemos y buscamos estrategias para continuar, pues siempre el arte ha tenido que sortear dificultades, adecuarse a los contextos adversos, trabajar en la precariedad y nosotros somos parte de este núcleo. Anhelamos el momento del encuentro con nuestros públicos en la sala, sentir el calor de los aplausos, así que nos cuidamos, y cuidamos a nuestra comunidad. Y mientras, como dice nuestra programación de ciclo, hacemos teatro a la distancia.
—¿Cuál es la contribución del teatro y de las artes en general en tiempos de incertidumbre y de inestabilidad emocional a causa de la pandemia?
—El arte ha sido el gran compañero en esta pandemia durante estos dos años. Se ha transformado en un elemento de cuidado emocional y mental en este largo encierro. Aunque sea a distancia, el teatro nos une y genera comunidad. Estamos solos, pero a la vez juntos en estas instancias virtuales. Nos mantiene en reflexión, pero a la vez nos entretiene, nos emociona y nos hace creer en un futuro.
—¿Podría hacer una invitación “especial” al público a asistir y a apoyar el teatro, no solo para este mes, sino para las actividades que vendrán?
—Dejamos invitados a todos y a todas las personas que lean esta entrevista a sumarse a nuestra programación en Sala Upla Virtual, hacemos de este espacio un lugar de confort y compañía para quienes se conectan con nosotros. Nuestra programación virtual es gratuita, por lo cual intentamos que una gran cantidad de personas se puedan sumar en familia a nuestras actividades. El teatro necesita de todos nosotros. Los artistas han sido la primera línea desde el estallido social, dando testimonio de lo ocurrido en las calles y la historia política de nuestro país. Hoy es nuestro momento de protagonizar el teatro, participando, pues el #teatroesdetod@s. Los esperamos.
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Noticias de la Universidad de Playa Ancha Dirección General de Comunicaciones
