Caída de matrículas en carreras de pedagogía, ausencia de valoración social, excesiva burocracia, escasos incentivos académicos y económicos, exigencia de altos puntajes de ingreso, fueron algunos de los temas analizados en esta jornada de trabajo que contó con la participación del Presidente de la Agrupación de Universidades Regionales (AUR), rector Patricio Sanhueza Vivanco, y el rector de la Universidad de Magallanes, Juan Oyarzo Pérez.
“Formación Docente en las Universidades Chilenas. ¿Valoración Social y Crisis Vocacional?” se tituló la actividad organizada conjuntamente por la Universidad de Magallanes y AUR que, por más de dos horas, convocó a vicerrectores, decanos de educación, directores de escuela, académicos y estudiantes de las universidades regionales.
El encuentro buscó responder a la delicada situación que atraviesa la formación docente en el país, marcada por una sostenida baja de matrícula en distintas regiones y planteles, merma agudizada por la pandemia y sus efectos económicos, que golpearon notoriamente a las universidades de zonas más aisladas y extremas.
En el marco de esta actividad, los asistentes concluyeron que hay múltiples factores intervinientes, que requieren de una urgente atención de parte de las autoridades. Entre estos se mencionó la falta de incentivos concretos y becas para seguir una carrera en pedagogía, exigencias de la ley que no se adecuan al nuevo contexto de pandemia, requisitos de admisión burocráticos, puntajes de postulación elevados, baja valoración social y escuálida remuneración. En este último punto, varios estudios indican que luego de cinco años en el mundo laboral, el salario de los egresados no alcanza el millón de pesos, lo que explica las altas tasas de deserción de la profesión.
El rector de la Universidad de Magallanes, Juan Oyarzo, inauguró el encuentro agradeciendo la participación de instituciones de todo Chile para reflexionar sobre el desarrollo de una de las profesiones más importantes del mundo, las pedagogías. La máxima autoridad de la UMAG reconoció que la formación de docentes ha enfrentado serias dificultades en la última década, situación que se ha agudizado en años recientes. “Su máxima expresión está en aspectos como la baja sostenida de matrículas en las carreras de educación, que el presente año superó el 25 por ciento; a ello, se suma la deserción o cambio de carrera y abandono laboral de la profesión a los pocos años de egreso. Según algunos estudios, se proyecta un déficit de 30 mil profesores aproximadamente para el año 2025”, precisó.
El rector Oyarzo señaló que el problema supera las fronteras de su región, pero afecta especialmente a su territorio, por la baja demográfica y el envejecimiento. “Estas desventajosas condiciones generan impactos académicos, administrativos y financieros que las medidas contempladas en la Ley de Desarrollo Profesional Docente no han podido evitar”, sentenció.
Su reflexión dio paso al agradecimiento para quienes asistieron a este encuentro, “pues posibilitan cumplir con los objetivos centrales para la educación del futuro, que estamos construyendo día a día y que podemos proyectar en una nueva Constitución para Chile,” adelantó el rector.
Problema estructural
La Agrupación de Universidades Regionales de Chile fue representada por su presidente, el rector de la Universidad de Playa Ancha Patricio Sanhueza Vivanco, quien en su discurso indicó que hay un problema estructural en educación, derivado del modelo de desarrollo del país, centrado en la oferta y la demanda, y que gatilla un extraordinario centralismo donde las regiones quedan tremendamente desfavorecidas.
En este escenario, no basta cambiar los puntajes de las pruebas de admisión, ya que las pedagogías se rigen por el puntaje de corte (todas las demás se rigen por el mercado); entonces, los alumnos pueden optar por carreras de ingenierías con los mismos requisitos de admisión. “Esta fue una decisión que se tomó en el Congreso, que no entendió que esto es un problema estructural, porque lo que hay que trabajar son los aspectos que influyen en que una persona quiera o no estudiar pedagogía, donde el tema de la vocación profesional es importantísimo”, sentenció.
En su intervención, el presidente de AUR señaló que la clase política no ha tomado en serio este tema, “Chile tuvo y ha tenido la oportunidad de hacer una mejoría enorme en educación, pero no le dio la prioridad necesaria y eso ha traído efectos muy negativos en el país. Por ese motivo, la reflexión que aquí se hace hoy, tiene un valor enorme y los rectores tenemos mucho que decir; que haya una unidad de fines entre las facultades de educación y los rectores, para este tema es principal y prioritario, porque hoy tenemos la gran oportunidad que nos brinda una nueva Constitución”, puntualizó.
Al finalizar su intervención, Patricio Sanhueza sostuvo que “no es un tema para un gobierno, es una política de estado para mucho tiempo. La transformación de la educación no se logra en tres o cuatro años, se logra en más tiempo. Hay una transformación que tiene que ver con la apreciación del pedagogo, y aquí se ha hablado de otros países que han puesto a la educación como la prioridad país, poniéndole mayores tributos. Transformar la educación es la herramienta más importante, no solo para el desarrollo material sino para el desarrollo espiritual, la calidad de vida, para la convivencia, la democracia, son muchos los factores que están en juego a través de la educación”, puntualizó el presidente de AUR.
La actividad contó con dos paneles. El primero de ellos, abordó los principales factores influyentes en la actual situación de las carreras de pedagogía, siendo expositores: Carla Palma, decana de Educación de la Universidad de Atacama; Rodrigo Roco, director de la Escuela de Pedagogías de la Universidad de O’Higgins; y Jorge Lagos, decano de Educación de la Universidad de Tarapacá.
El segundo panel estuvo destinado a consensuar alternativas y propuestas a plantear a las autoridades de Gobierno y Parlamento para revertir el panorama en la formación docente. Este panel sumó como expositores a Juan Mansilla, decano de la Universidad Católica de Temuco y presidente de CONFAUCE; Jorge Lillo, decano de Educación de la Universidad Católica de Concepción; y Rodrigo Lagos, director del Departamento de Educación de la Universidad de Los Lagos.
El encuentro, realizado el 19 de mayo vía Zoom, fue dirigido y moderado por Anahí Cárcamo, decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad de Magallanes. Sus conclusiones centrales y propuestas serán consignados en un documento que se presentará al pleno de rectores de las universidades regionales.
Fuente: Comunicaciones – Agrupación de Universidades Regionales, 19 de mayo 2021.
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