La pandemia del COVID 19 ha producido un vuelco en las vidas de muchas personas. La forma de desplazarse, trabajar, los hábitos de higiene, la vestimenta y otros aspectos han debido ajustarse. Qué duda cabe que la educación en todos los niveles ha experimentado un vuelco, que ha obligado a reformular la forma en que estamos aprendiendo. Especial atención merecen los más pequeños del hogar ya que, aunque esta etapa educativa no conlleva una calificación formal, el asistir al jardín infantil entrega las primeras formas de socialización, conocimiento y aprendizaje. Viviana Quintero Yévenes, magíster en Evaluación Educacional, académica de la Facultad de Ciencias de la Educación y directora del Jardín Infantil y Sala Cuna “Colmenita” de la Universidad de Playa Ancha, entrega su punto de vista, basado en su experiencia educativa, sobre algunos aspectos que pueden estar complicando a los padres y a los mismos niños y niñas en este período de cuarentena.
1. ¿Cómo explicar a los párvulos la situación que se vive en el país respecto del corona virus, en torno a no asistir a su jardín y no poder visitar a sus amigos y familiares?
Mi opinión es que sí se les debe explicar a los niños y niñas lo que está sucediendo. Sugiero partir por preguntarles a ellos o ellas que saben acerca del coronavirus, es decir partir de sus experiencias previas, de lo que piensan o conocen de lo que es una enfermedad y en familia ir co-construyendo el significado.
Otra de las sugerencias es el uso del lenguaje a utilizar, el cual debe ser acorde a su madurez y edad. Para ello se debe transformar el discurso, para que así logre comprender lo que se les está contando. En esta transformación, se puede hacer usando recursos literarios como la comparación, la metáfora, la hipérbole e incluirlos en un cuento, por ejemplo.
Conforme ello se puede avanzar hacia fases superiores de comprensión y construir con ellos mapas conceptuales, usando imágenes de revistas o dibujando los conceptos que van usando (productos literarios); hacerles preguntas desafiantes, reflexivas, de autoeficacia. Por ejemplo: ¿qué harían ellos para evitar contagio? ¿qué esperan ellos de los otros en esta enfermedad? ¿qué sacaremos de bueno después de haber superado esta enfermedad?
¿Cómo prepararlos para un posible futuro escenario de cuarentena domiciliaria total?
En cuanto a la comunicación con sus pares, familiares o a veces el tema de las visitas de las mediciones familiares creo que sí se verá afectada, por ello es necesario contener, conversar, buscar otras alternativas de comunicación: videollamadas, scape, zomm, o volver a lo antiguo…escribir cartas, hacer dibujos de lo que hacen diariamente e ir armando un álbum con ellos o ellas para cuando termine todo esto se entregue como un regalo. Los adultos deben hablarles de las personas que se han ausentado y que no están con ellos en casa, o a aquellos parientes que han dejado de ver, o de sus amigos, para que el vínculo se mantenga.
¿Se pueden sugerir actividades sencillas para mantenerlos ocupados y entretenidos mientras los padres trabajan en sus domicilios?
Esta pregunta me la hicieron muchos padres apenas empezó el período de cuarentena voluntaria, a un día de suspender las actividades ya me estaban pidiendo actividades para sus hijos o hijas, lo que me llamó la atención, porque ese estrés de mantenerlos en actividad inmediata y no atender primero el cómo se sienten ellos o ellas, que piensan, que sienten, insisto… en contenerlos, me llamó la atención. Comprendí que eran apoderados que estaban también trabajando o estudiando desde casa y estaba la necesidad de organizarse y saber cómo hacerlo junto a sus pequeños.
En redes se da mucho el de compartir páginas de actividades, pero la familia debe hacer un filtro previo antes de presentarla a los niños y niñas. Y particularmente en edades tempranas, ya que se manejan páginas llenas de dibujos, palotes, que no se relaciona a lo que educadores de párvulos promueven. De que los mantiene ocupados, claro que sí, en una posición “sentado”, sedentaria y con movimientos rígidos, anulando el sentido innato que poseen niños y niñas que es jugar, explorar, moverse, el aprendizaje no se debe vincular a estar sentado pintando, trazando líneas, encerrando figuras geométricas.
En casa se puede organizar el espacio, insisto junto a ellos y ellas (según la edad), pensado en sus intereses, edad, necesidad. Que quede declarado el espacio de trabajo de mamá o de papá y el espacio de juego del niño o niña y respetarlos, hacer una declaración de derechos y deberes en casa, para que todos acuerden como funcionaremos en estos días. Es también una buena oportunidad favorecer el sentido de equipo y para ello asumir responsabilidades: ordenar pieza, ordenar juguetes, colocar cubiertos en la mesa, regar las plantas, organizar y dibujar el menú de la semana, otros. Y sin darse cuenta podrán potenciar conceptos matemáticos como clasificación, comparación, conceptos de la naturaleza como el observar los cambios en el crecimiento de una planta; habilidades de comunicación en la producción de textos (dibujo de menú)
A veces nos complicamos buscando el juguete o material de más valor, y ellos y ellas solo con una hoja de periódico pueden jugar e imaginar…subirse a una alfombra mágica, sortear olas, hacer una cuerda, una pelota, etc… Cocinar puede resultar una experiencia riquísima en ciencias como de la naturaleza (cambios de la materia), de las matemáticas (cantidades) o de la sociedad (recetas de distintas culturas). También se puede dar un sentido holístico a cualquier objeto, con una manzana podemos adquirir palabras nuevas, incorporar conceptos matemáticos como la división, motricidad fina como cortar, degustación.
Tampoco es necesario estar todo el día “encima de ellos o ellas” se les debe dar oportunidad de crear, uno de los niveles superiores del aprendizaje, dar espacio y tiempo para el desafío de inventar, explorar, descubrir por sí solos. Con una palabra podemos junto a ellos inventar un cuento, lo que servirá para que busque los personajes en una revista, los recorte con los dedos, diseñe un collage o afiche, haga un teatro de títeres, les cuente la historia a los otros integrantes de la familia por video, entre otras actividades.
He visto en sobrinos que están es edades escolares como los bombardean con guías de trabajo, tareas y los ha estresado desde ya, y eso que estamos en marzo recién, es decir el estrés de la pandemia, el estrés de la cuarentena, del contagio y responder académicamente en forma desbordada es un atentado a la tranquilidad y contención que debiéramos propiciar en estos instantes. Las debilidades académicas que se generen ahora podrán sobrellevarse luego, si ellos y ellas están estables emocionalmente, sino es así será más difícil lograrlo.
¿Cuáles podrían ser síntomas de angustia en un niño menor de 5 años que requieran atención de los padres o una derivación a una consulta con un especialista (pediatra/psicólogo)?
Creo que debemos poner atención en horas de descanso o sueño, si está muy tranquilo, silencioso más allá de lo habitual o más sensibles que lo habitual, retroceso en control de esfínter, terrores nocturnos, se debe buscar orientación de especialista si es muy notorio. También, creo que se debe tener cautela en lo que hablamos delante de ellos, las noticias o programas que vemos o escuchamos, el ambiente que nosotros, los adultos generamos. Es importante revisar cómo “yo adulto” me regulo frente a la angustia, la ansiedad y expreso mis emociones de adulto.
La invasión de emociones estará presente en todos: bebes, niños y niñas, adultos, por ello creo que lo que necesitamos los adultos es estar preparados para contener, para transmitir calma y tranquilidad. Por supuesto que es complejo, porque estamos todos preocupados, desorientados, inseguros de todo, temerosos, etc., pero debemos intentar transitar hacia la calma. Para ello debemos buscar herramientas que nos lleven a aquello: relajación, respiración consciente y a quienes se interesen seguir el yoga, meditación o reiki. Pero estas técnicas las podemos vivenciar junto a ellos. Para los más pequeños podemos agregar técnica de masajes acompañados de música y un ambiente calmo. La música es un elemento relevante para tener en cuenta, hay ritmos musicales que estresan a los niños y niñas, por eso debemos pensar que tipo de música ocuparemos.
Se debe tener presente que las emociones se deben manifestar, no tenemos que omitirlas, evitarlas, sancionarlas, hay que vivirlas, las debemos reconocer y saber cómo comenzar a autorregularlas.
Se sugiere ofrecer en casa una rutina porque ello le transmitirá seguridad, estabilidad, para ello debe hacerse sistemática. Porque un ambiente organizado hace que ellos y ellas se sientan seguros. La organización de dicha rutina debe ser diseñada junto a ellos para que así se sientan partícipes y considerados y que su opinión importa. También se puede flexibilizar y no usar los mismos horarios que tenían en tiempo “normal”, se deben adecuar a la realidad de cada niño o niña y sus familias, ellos y ellas se adaptan rápidamente a los cambios, somos los adultos a los que no es más difícil.
¿Puede afectarles este tiempo de cuarentena voluntaria en lo referido a la disminución de la actividad física?
Lo que es preocupante es la reducción de la motricidad (que no es sinónimo de movimiento, la motricidad involucra todos los procesos y funciones del organismo desde un punto de vista integrado), sedentarismo, que si antes era visible teniendo la posibilidad de salir, correr, caminar, andar en bici, ahora que eso quedó suspendido y agregando además la ansiedad, supone un riesgo de incrementar sobrepeso u obesidad, teniendo como consecuencias en un futuro próximo mayor número de enfermos cardiovasculares, diabéticos, etc. De acuerdo a ello habrá que crear rutinas de movimientos: bailar; hay una estrategia motriz que se llama cuento motor, el cual consiste en ir narrando un cuento en el cual el o los personajes van realizando acciones motrices; elongar, respirar, relajarse.
Junto a lo anterior hay que revisar los insumos alimenticios que estamos comprando, el susto que ha provocado la pandemia ha hecho que compremos y no planifiquemos el menú. Sugiero cambiar esa rutina por el planificar y luego comprar, adquiriendo productos más saludables. Tomar agua cocida, infusiones.
Uno de los aciertos que hemos hecho como equipo es el mantener la comunicación con la familia por medio de entrevistas por video conferencias, el uso del whatsapp y el contener y atender sus dudas, el que les entreguemos orientaciones de pautas alimenticias, juegos. Ahora el equipo está preparando un dispositivo con canciones cantadas a capela con sus voces, tal cual se hace en el aula, se están preparando experimentos, narración de cuentos, videos, saludos.
Cuando hoy en una reunión online lo analizábamos nos dábamos cuenta que para las familias es importante sentirse escuchados, creo que debemos buscar recursos que permitan mantenernos atendidos, escuchados, valorados y que podemos ayudarnos entre todos.
UPLA.cl
Noticias de la Universidad de Playa Ancha Dirección General de Comunicaciones
