La profunda convicción de que todo joven puede alcanzar sus metas a pesar de que el entorno social, familiar y económico le jueguen en contra, es la gran apuesta que mueve el quehacer del nuevo encargado del Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior, PACE-UPLA, sociólogo Juan Aguilera Manzor, quien recientemente asumió la coordinación ejecutiva.
Se trata de un programa que se inició en 2015, que se realiza en 13 comunas de la región, que alcanza a 16 establecimientos educacionales municipales, y que da cobertura a cerca de mil 900 estudiantes vulnerables de tercero y cuarto año medio.
Hoy, bajo la nueva dirección de Aguilera, el programa busca avanzar y consolidarse como el instrumento que muestra que las oportunidades están allí para todos; el instrumento revela que las dificultades o los entornos desfavorables son obstáculos que al final del camino, siempre fortalecen aún más al joven estudiante, y que no impiden su desarrollo.
“El objetivo de este programa es restituir el derecho a la educación superior, y para aquello trabajamos en dos líneas de acción: Preparación en la Enseñanza Media (PEM) y el Acompañamiento en la Educación Superior (AES). Por lo tanto, somos un solo equipo, pero con diferentes énfasis”, aclara Aguilera.
Se refiere a un grupo de trabajo compuesto por nueve profesionales, entre profesoras de lenguaje, de matemática, orientadoras y psicólogas, a las que se espera sumar un profesional de las comunicaciones y otro del área social (que aborde los procesos de postulación y admisión a la educación superior), orientado principalmente al acompañamiento.
El tránsito
-Más allá de la operatividad del programa, ¿qué busca en definitiva?
“Lo que hacemos es trabajar en el tránsito de la Educación Media a la Educación Superior. Por ello entregamos a los jóvenes las herramientas que les permitan enfrentar de mejor forma la vida universitaria. Todo esto, a través de una vía de acceso que es distinta a las vías regulares”.
-¿Cuál es su público objetivo?
“Son jóvenes de 3ro y 4to año medio que cursan estudios en establecimientos con altos índices de vulnerabilidad educacional, que se ven afectados por otros factores (familiares, sociales, culturales, económicos), que los sitúan en los contextos educativos más vulnerables de los vulnerables. Se trata de personas que en ocasiones vienen con importantes carencias socioemocionales y académicas. También atendemos -desde este año- a estudiantes que provienen de estos establecimientos y que hoy se encuentran estudiando en nuestra universidad».
-¿Cuáles son las líneas de acción del Programa Pace?
“Son dos: La Preparación en la Enseñanza Media y el Acompañamiento en la Educación Superior. El primero tiene dos énfasis: uno que se desarrolla respecto a las capacidades de los estudiantes (desarrollo integral y bienestar subjetivo, desarrollo del pensamiento crítico y juicio autónomo, participación en la sociedad y desarrollo de una conciencia ambiental sustentable), cuyo principal objetivo es prepararlos para la vida universitaria; y el otro es el acompañamiento en la universidad para que pueda enfrentar y desarrollarse en las múltiples áreas que ella implica”.
-En este sentido, el programa entonces intenta rescatar esas capacidades y actualizar las potencialidades…
“Así es. El impacto del PACE ha sido potente, porque abre un horizonte nuevo y desconocido para muchos jóvenes. Ellos aprenden a visualizar que la carrera universitaria también es una opción. Una opción que antes no consideraban. Eso ya marca un cambio importante en sus vidas. El talento lo tienen, nosotros solo actuamos como facilitadores para que no lo pierdan, para que lo potencien y confíen en ellos mismos. Es una tarea de grandes desafíos para nosotros, pero muy estimulante, pues el PACE permite disminuir las brechas educacionales que tienen originen en las desigualdades sociales”.
-En lo concreto, ¿cómo trabajan para hacer realidad esta idea?
“Desarrollamos aspectos puntuales en formato taller, donde los estudiantes puedan trabajar en términos de orientación vocacional, así como desarrollar sus capacidades y competencias de argumentación y desarrollo del juicio crítico y la participación, considerando aspectos vinculados a la Reforma Educacional, como la Ley de Ciudadanía».
Nuevo impulso
-Usted recién asumió la coordinación ejecutiva del programa ¿Cuál es o será la principal diferencia con la primera versión del programa?
“Hay algo que no ha cambiado, y es que el centro de nuestro quehacer siempre será el estudiante. Sin embargo, ahora, el componente de preparación en la enseñanza media, no solo vela por el desarrollo y fortalecimiento de las capacidades académicas de los estudiantes, sino que también tiene un énfasis muy marcado en el desarrollo personal del joven. Es más, partimos de la base de que todos tenemos las mismas capacidades, pero por situaciones fundamentalmente socioeconómicas, éstas se fortalecen en algunos casos y en otros se debilitan. Esta diferencia refleja la desigualdad que existe en nuestro país”.
-Cuando se refiere al desarrollo personal del joven ¿de qué habla concretamente?
“Me refiero al área vocacional, y en general a la preparación para la vida universitaria. Pero, por otro lado, también desarrollamos un trabajo de Apresto a la Admisión a la Educación Superior, que es un trabajo un poco más instrumental, pero fuertemente vinculado a los intereses y vocaciones de los estudiantes. Consiste en una orientación y acompañamiento en el proceso de completar las fichas de postulación, la proyección de los puntajes, ránking, NEM. Es decir, todo aquello que tiene que ver con generar un proceso de postulación que esté de acuerdo a los intereses de los estudiantes y que les permita elegir de mejor manera qué carrera van a estudiar”.
-¿Ambas áreas se desarrollan en forma paralela?
“Partimos con el trabajo respecto a las capacidades, en una primera instancia, en función de los tiempos y planes de acción de los establecimientos educacionales, porque respetamos su lógica de funcionamiento y, porque además en ocasiones se cruzan las intervenciones de muchos otros programas. Por lo tanto, nos basamos en sus propios planes para vincular de mejor forma nuestro trabajo con los objetivos que ellos mismos se han planteado”.
-¿Cuál ha sido la acogida de los colegios?
“Muy buena. Los establecimientos nos estaban esperando. Para ellos, el programa PACE es muy importante, porque es una vía de ingreso a la universidad alternativa a la regular, que le otorga la oportunidad de ingreso a todos los que no son reconocidos por la PSU, que es una fotografía que no da cuenta de la integridad del estudiante».
Las estadísticas hablan
-El PACE es un programa relativamente nuevo en comparación con otros que existen en la universidad. A pesar de eso, ¿tienen alguna estadística sobre sus resultados?
“Este 2017 es el primer año que la UPLA tiene estudiantes PACE en la universidad (en 2015 y 2016 cursaron tercer y cuarto año medio). Se trata de 55 estudiantes que ingresaron a la UPLA (43 a Valparaíso y 12 al campus San Felipe). A modo de evaluación, puedo confirmar que el programa sí ha generado un vínculo importante con estos estudiantes, quienes encuentran en nosotros un factor protector para que se puedan desenvolver en la universidad. Sin embargo, no hemos estado exentos de dificultades, lo que se traduce en deserciones, fundamentalmente por razones socioeconómicas. De hecho, el 80 por ciento de estudiantes no vive en la comuna de Valparaíso, lo que constituye tan solo uno de varios factores de riesgo que debemos monitorear».
-¿Y de qué modo pretenden abordar este problema?
“Claramente, la realidad estadística nos plantea otro gran desafío: lograr estructurar la red de oportunidades que tienen las distintas comunas para ver de qué forma los municipios y el gobierno regional por ejemplo, podrían eventualmente apoyar a los estudiantes que no cuentan con los recursos económicos para mantenerse fuera de sus comunas de origen”.
-Usted mencionó que el PACE es una vía alternativa de ingreso a la universidad ¿cómo actúa este mecanismo?
“Tenemos estudiantes PACE que igual ingresan a la universidad a través de la PSU, pero el ingreso vía PACE considera además otros factores, como el Ranking de Notas y su asistencia al establecimiento, entre otros, y esto porque los estudiantes que finalmente acceden a la educación superior vía PACE, forman parte del 15% de mejor Puntaje Ranking de Notas de sus establecimientos. Entonces, lo que hacemos es considerar la trayectoria educativa del estudiante y no solo el rendimiento en una prueba estandarizada (como la PSU).
-¿Y qué ocurre con aquellos estudiantes de enseñanza media que prefieren optar por un oficio?
“Nosotros también trabajamos con establecimientos técnico-profesionales. Lo que hacemos es abrir una opción más y el estudiante elige lo que finalmente quiere hacer. Es una participación voluntaria. Por eso, nuestro trabajo considera la orientación vocacional para que el joven decida informadamente hacia dónde quiere proyectarse. Lo importante es que visualice (a través del Programa PACE), que también tiene la oportunidad de ingresar a la universidad”.
-¿Cuántos cupos ofrece la UPLA?
“Para el proceso de admisión 2017, había dos cupos por carrera. Sin embargo, los 1.900 estudiantes con los que trabajamos, tienen la oportunidad de ingresar a cualquiera de las cuatro universidades de la región que cuentan con este programa (USM, PUCV, UV, UPLA). Ahora bien, de los 55 estudiantes que ingresaron este año a nuestra institución, hay quienes fueron acompañados por el PACE de universidades como la U. de Chile, la USACH y la Universidad de La Serena. La idea del Programa es abrir las oportunidades, y eso es muy positivo”.
-Cuál es la principal característica de los estudiantes PACE que llegan a la UPLA? ¿Con qué se enfrentan?
“Son jóvenes que se encuentran con un desafío en términos socioeconómicos, emocionales, psicosociales. Al respecto, nuestra principal tarea es que reafirmen profundamente sus capacidades para seguir estudiando y obtener un título universitario. Recordemos que los que ingresan han sido los mejores de sus establecimientos, y aunque algunos arrastran carencias profundas, ya han demostrado poseer las competencias necesarias. Es algo que no se debe olvidar, pero al mismo tiempo constituye un área en la que no se puede dejar de trabajar”
-Si tuviera que elegir un mensaje inspirado por el PACE ¿cuál sería?
“Que cada joven debe internalizar que las oportunidades existen, que se deben aprovechar y que tienen derecho a ellas. Un estudiante, aunque venga de un mundo con carencias o de entornos que no han sido lo suficientemente acogedores, es un futuro profesional. Entonces, cuando ese joven mire hacia atrás, encontrará su historia de vida como algo muy potente. Sin duda, gritará a voces que, con perseverancia, disciplina y apoyo adecuado, los sueños se pueden hacer realidad”.
UPLA.cl
Noticias de la Universidad de Playa Ancha Dirección General de Comunicaciones
