Recordando las restricciones presupuestarias que enfrenta el país, la ministra de Educación Adriana Delpiano, estimó compleja la creación de un nuevo fondo para universidades regionales, propuesta que emanó del Consejo de Rectores en su último plenario.
Sin embargo, admitió que es posible reasignar los recursos existentes, aunque todavía es un tema que se debe estudiar, dijo en entrevista con Diario Concepción.
-¿Qué opina de esta propuesta?
-Tendremos que analizar si (lo que pide el Cruch) es un traspaso de un tipo de fondo a otro o no. No creo que vayamos a tener un tercer fondo distinto y especial, eso tendremos que conversarlo con los intendentes, viendo de qué manera podemos ir a convenios de programación conjuntos, no sólo para los CFTs, sino también para la expansión de infraestructura que determinadas universidades en las regiones necesitan.
Si se quiere un gran laboratorio marino, por dar un ejemplo, a lo mejor es algo que se puede financiar tripartitamente, con aportes de las mismas universidades, del FNDR y del nivel central.
-¿Descarta entonces un tercer fondo?
-Si usted me dice ¿está considerado un tercer fondo? no, pero no lo descarto. Si es iniciar un fondo a partir de los basales que tenemos hoy día perfectamente podría ser.
-¿Se confirma que continúa el actual financiamiento para la Educación Superior?
-Se ha señalado que hoy tenemos formas de financiamiento vía fondos basales para las universidades del Estado y para las del Consejo de Rectores y ambas estructuras de fondos se mantienen.
-¿Qué pasa entonces con el AFI?
– Terminó una mitad el año pasado y ahora veremos si termina la otra mitad, pero no lo hemos anunciado todavía.
-Hay preocupación de las universidades del G9 respecto de la definición de lo público. Para usted ¿es necesariamente lo estatal? o planteles como la UdeC caben dentro de lo público.
– El tema no es la definición genérica, sino el borde. Le he pedido a todos los rectores que me hagan llegar sus propuestas, porque yo puedo pensar que tal universidad ha hecho un gran aporte, se compromete, está en la gratuidad, trabaja en desarrollo. Entiendo además que las que llamamos el G3 que son la de Concepción, la Santa María y la Austral son universidades reconocidas por la ley, forman parte del Cruch, tienen una característica semiestatal, y si bien tienen otros propietarios o controladores, para nosotros son universidades muy significativas.
-¿Y el hecho de que estén al interior del Cruch?
– Yo puedo reconocer en el Cruch la vocación pública, la puedo reconocer abiertamente, el problema es que ha devenido el tiempo y hay otras universidades y ¿qué me objetiva sobre que la Silva Henríquez o la Alberto Hurtado, por nombrar cualquiera, tienen una vocación pública?
Otra cosa que hemos hablado es que, si el día de mañana el Cruch tiene que ampliarse, habrá que presentar la ley específica que lo permita.
– ¿Admite que las universidades de regiones han sido postergadas?
-Este país es muy centralista, no es sólo las universidades. Yo fui subsecretaria de Desarrollo Regional, entonces me tocó ver muy directamente el impacto de lo que significa hacer país en zonas más apartadas.
Necesitamos fortalecer a las universidades de regiones, necesitamos hacer sistema educativo que no tenemos, necesitamos -y eso va a estar en la ley- tener mucha más transparencia y fe pública en lo que es una universidad de calidad versus la que no lo es. Un punto clave del proyecto es el Consejo para la Calidad de la Educación Superior anunciado por la presidenta.
– En esa línea ¿por qué se tomó la decisión de pasar de la Comisión Nacional de Acreditación, CNA, a este Consejo?
– Se busca un Consejo que tenga un carácter más autónomo, estatal, que garantice la fe pública, como el Consejo Nacional de Educación, por ejemplo.
Hoy día, si una institución se quiere acreditar, paga a sus acreditadores pares y tiene hasta tres veces para decir no me gusta, no los quiero, etc. El sistema actual cambia esto. La institución paga su acreditación y el consejo tiene el listado de quienes pueden hacer evaluación, hay sólo una posibilidad de decir si hay intereses involucrados o (los acreditadores) no convencen a la institución. Luego, lo que le tocó le tocó.
También la evaluación es más integral. Se hace mirando al conjunto de carreras que ofrece, la deserción que tiene, el nivel de titulación, etc.
– Usted habla de la fe pública de la entidad. Después de tanto tiempo de pasado lo de la Universidad del Mar. ¿Continuaba el desprestigio en la CNA?
– No desprestigio, pero es muy mejorable. Creo que Alfonso Muga ha hecho un gran trabajo, teníamos una estructura caída en el suelo y logró levantarla, pero todavía están demasiado sobrerrepresentados grupos de universidades y necesitamos una cosa que sea mucho más de fe pública.
-¿Y cuál es ese perfil de quienes conformarán este consejo?
– Que no tengan vínculo directo con quienes van a representar, que sean personas destacables, que el proceso se pueda ratificar en el Senado, por ejemplo. En fin, los mecanismos pueden ser varios, pero la idea es que sea una estructura que nadie dude cuando una institución esté acreditado en tal categoría.
Desconocimiento entre alumnos
«Hay desconocimiento, reconozcámoslo. No todos los dirigentes han leído todos los materiales para tener una opinión muy formada», manifestó la ministra respecto de acciones de violencia, mayoritariamente de parte de secundarios, que se han producido en los últimos días y que incluyeron una invasión al Palacio de la Moneda y carabineros heridos en Santiago y destrozos en distintas entidades, a nivel local.
Sin embargo, manifestó que en muchos casos es la ansiedad de los estudiantes de que los cambios se dieran más rápido y no una oposición a la reforma lo que impulsa las manifestaciones que se han dado a lo largo del país.
«Creo que los alumnos que están en posiciones más extremas son una parte, la mayoría de las organizaciones no están en ese tema. Y los petitorios del movimiento estudiantil van más en la línea de hagamos rápido la reforma, no van contra la reforma, van más en la impaciencia de que, o no tienen toda la información o de que las cosas pudieran hacerse más rápido de lo que se han hecho».
Enfatizó que espera se pueda retomar el diálogo, poniendo en la mesa los avances conseguidos hasta el momento. » Yo entiendo que los alumnos pidieron en las movilizaciones de 2011 y 2006 otros muchos temas que no son de educación superior y que ya están recogidos».
«Ojalá vean los grados de cumplimiento y se sientan orgullosos de hacer un aporte, hacer visibles problemáticas que a lo mejor no estaban tan visibles para lo sociedad. Seguiremos con las puertas abiertas, buscando el diálogo, creemos que a través de éste se avanza más rápido. Por supuesto las dirigencias estudiantiles tomarán sus propias decisiones», agregó la secretaria de Estado.
Entrevista publicada en Diario Concepción, domingo 29 de mayo de 2016.
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