¡Hasta el próximo verano!

Con la ilusión de reencontrarse el próximo verano y otros con la pena de concluir una etapa de diversión en la Universidad de Playa Ancha, los hijos de los funcionarios se despidieron de la Escuela de Verano 2016, que ayer llegó a su fin.

Organizada por el Servicio de Bienestar del Personal, la iniciativa otorgó durante dos semanas atención integral a menores desde los 5 a 13 años de edad.

Deporte, recreación, recorridos por el entorno de la universidad, paseos a Las Torpederas y al Jardín Botánico, fueron parte de la nutrida agenda de vacaciones en la UPLA.

En el casino institucional niños y apoderados aplaudieron y agradecieron a cada uno de los monitores su dedicación y preocupación por los pequeños.

“Estamos muy contentos y agradecidos por la confianza que ustedes, padres y apoderados, depositaron en nosotros y en los monitores. Fue una exitosa Escuela de Verano y esperamos realizar en invierno una experiencia similar”, expresó el jefe del Servicio de Bienestar del Personal, Juan Guillermo Chamorro.

La coordinadora de los monitores, profesora de Educación Física Mayra Moreno, comentó que con los niños se rieron, a algunos hubo que llamarles la atención por disciplina y, a otros curar heridas menores.

“Creo que para ellos la Escuela de Verano es una experiencia inolvidable. Vivieron cosas buenas que recordarán y de las malas aprenderán, esa es la idea, aprender siempre”, expresó la coordinadora Moreno.

En la ceremonia de cierre se proyectó un video, que tanto niños como apoderados disfrutaron con las imágenes de las actividades realizadas. Igualmente, se expuso los trabajos artísticos elaborados en la semana, que reflejaron creatividad  e imaginación de los chicos.

Motivados

Vicente Moyano (12) tiene varias Escuelas de Verano en el cuerpo, dijo que jugar a la pelota en el gimnasio fue lo que más le gustó. “Ha sido una muy buena experiencia. Con los chiquillos nos conocemos desde el Jardín Colmenita, acá tenemos a todo el club”.

A Nataly Billiard (9) le gustó ir a la plaza de Los Loros. “Allí hacíamos actividades y nos dejaban jugar a lo que nosotros queríamos”.

Darinka Vega (6) primer año que participa. “Me gustó la tía, la piscina y el paseo al Jardín Botánico”.

Javier Silva (13) con un poco de pena, porque fue su último año en la Escuela de Verano. “Me gustó compartir con mis amigos del Jardín Colmenita. Me encantó la piscina y la búsqueda del tesoro”.

Gellini Ibani encuentra espectacular este beneficio para los funcionarios UPLA. “Para las mamás y papás que trabajamos y tenemos que dejar a los niños en la casa, es muy bueno. Los niños toman otro aire, se entretienen y participan en actividades. Ojalá continúe”.

 

Alejandro Vega destacó que la institución brinde a los niños la posibilidad de recrearse en el mismo lugar en que los padres trabajan. “Es una oportunidad para nuestros hijos y para nosotros compartir este tipo de escuelas. Porque ésta tiene la particularidad que se realiza en el espacio en que uno trabaja, y eso permite ver el proceso del programa”.

 

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