En las cercanías del Edificio Institucional y la Biblioteca Central, tesistas de la carrera de Terapia Ocupacional llevaron a cabo una muestra de obras artísticas realizadas por pacientes con problemas psiquiátricos severos, quienes pudieron expresar sus emociones en un taller generado por los estudiantes en el marco de un proyecto que vincularon a una investigación para obtener el título profesional.
Jorge Miralles, estudiante de Terapia Ocupacional, manifestó que “la idea surge al buscar tema de tesis; quisimos estudiar esta herramienta terapéutica con un enfoque humanista, un enfoque centrado en la persona”.
Ya llevan cerca de cinco meses ejecutando el “Taller artístico-recreativo para personas que portan diagnósticos psiquiátricos severos», en el que participaron tres estudiantes de Terapia Ocupacional, apoyados por una alumna de la carrera de Licenciatura en Arte.
Los pacientes participan en Casa Club, una organización comunitaria que viene a continuar el tratamiento de aquellas personas que se han encontrado internadas en el Hospital El Salvador. Allí se realizan otros talleres, tales como deporte y yoga para quienes integran esta comunidad.
La actividad principal de este proyecto inclusivo de desarrollo territorial en Playa Ancha fue cursada en la Casa Club y se desarrollaron sesiones que contaron con relajación, conexión con el cuerpo, la creación de las obras y un cierre para generar mayor vínculo con quienes se trabajó.
Exposición en la UPLA
La exposición fue lo principal del proyecto, ya que fue una instancia para que estas personas se relacionen con la comunidad, que la misma pueda conocer el potencial que poseen y así, en cierta medida, se elimine la estigmatización de la sociedad frente a aquellos que tienen un diagnóstico psiquiátrico.
“Está en el pensar colectivo la creencia de que son violentos, por ejemplo, o que están encerrados, pero ellos viven en Playa Ancha, en hogares, y este centro comunitario les da la posibilidad de participar en varios talleres y de desarrollarse, e incluso algunos vuelven a sus antiguos proyectos de vida. Este taller contó con distintas herramientas, hicimos: teatro, pinturas, collage, autorretrato, baile, relajación, meditación, entre otras”, comentó Miralles.
Uno de los participantes de este taller, Eugenio Garbarino, comentó que gracias a esta instancia “pudimos expresar a través de algunas obras cómo uno se siente y en mis cuadros hay sentimientos del pasado, de cuando no estaba internado en la clínica y en la Casa Club”, mostrando entusiasmo y orgullo ante el resultado de sus pinturas.
Para finalizar con esta iniciativa, los jóvenes describirán y estudiarán el proceso del taller y la relación terapéutica sobre lo ocurrido, además de los aportes que se dan cuando priman tres actitudes de los facilitadores (este caso son los estudiantes), que son: la empatía, el sentido positivo y el confiar en las capacidades del otro.