Un colgante de mezclilla, una almaciguera hecha con una caja de huevo y cilindros de papel higiénico, además de una exposición sobre la reutilización del material desechable para el cultivo en el hogar, fueron algunos de los proyectos que se expusieron durante el cierre del taller de Huertos Urbanos. Durante la mañana y parte de tarde del jueves 6 de noviembre, en la sala Carlos Pantoja, cerca de 50 estudiantes recibieron sus diplomas de certificación por la asistencia a la actividad que se enmarca en el proyecto “Promoviendo la calidad de vida y los estilos de vida saludables”, de la Dirección General de Desarrollo Estudiantil (DGDE) de la UPLA.
La agrónoma Daniela Saieg les enseñó a los jóvenes a crear sus propios huertos en espacios pequeños, lo que permitió ingeniosas ideas que fueron plasmadas por los alumnos por medio de cajas de leche, frascos de yoghurt, bidones y cuerdas, por ejemplo, además de aprender sobre otros aspectos relevantes vinculados a las plantas.
En cuanto a uno de los proyectos finales que se dieron a conocer durante el cierre, Francisca Vilches, estudiante de Pedagogía en Historia (vespertino), comentó que “siempre he tenido huertos en mi casa, pero ahora busqué la forma de reciclar. La profesora nos entregó las herramientas necesarias, nosotras la desarrollamos con una caja de huevo y un rollo de confort, o sea una cosa muy simple que cualquiera puede tener en el hogar”.
Denisse Vergara, estudiante de Nutrición y Dietética, explicó que el proyecto de su grupo correspondió a “una almaciguera vertical que se hizo reciclando las cajitas de leche y de jugo individuales, y ahí se fueron poniendo las semillas que plantamos para tenerlas colgadas en el balcón, en la casa, en cualquier parte. Lo bueno de esta idea es que se puede transportar. Hay que destacar que todo se hizo con material reciclable, por lo que no gastamos ni un peso, ya que las semillas las entregaron acá”.
Para Karen Calfucura, asistente social de la DGDE, la experiencia representa el espíritu de lo que quiere lograr la Dirección General de Desarrollo Estudiantil con los talleres insertos en el proyecto de “Calidad de vida”, manifestando que “fue impresionante ver la capacidad que tienen los jóvenes de innovar y de jugársela, además del interés, la participación, de ver cada una de las creaciones, que estuvieran interesados, que vinieran a las clases y que en su casa estén replicando los conocimientos que adquirieron”.
La actividad de cierre concluyó con la entrega de diplomas a los participantes, además de un “coffee break” que permitió un momento de convivencia.