La perseverancia, la fuerza interior, la fe y el apoyo de la familia han sido los factores claves que han permitido que Carlos Araya Cerda curse actualmente el magíster en Literatura que imparte la Universidad de Playa Ancha.
A los obstáculos habituales que todo joven debe enfrentar para alcanzar un título profesional, a Carlos se le suma uno más: una ceguera que lo acompaña desde su nacimiento. Claramente, una condición que para muchos es una poderosa razón para depender de otros o, simplemente, para no hacer nada. Él en cambio, lo asumió solo como un obstáculo, no como un impedimento y hoy, a sus 27 años, sigue enfrentando nuevos desafíos.
A partir de este año se sumó al Magíster en Literatura y, con la seriedad y profundidad que lo caracteriza, forma parte de este grupo de estudiantes en la Universidad de Playa Ancha.
VOCACIÓN FORMADORA
-¿En qué momento tuvo claridad respecto de que sería docente?
“Desde que estaba en la Enseñanza Básica tuve la inquietud por la pedagogía, por formar sujetos críticos, capaces de transformar su realidad. Esa inquietud derivó posteriormente en la decisión de realizar estudios de Pedagogía en Castellano y Filosofía en la Universidad de La Serena”.
-Y en el ámbito laboral, ¿qué tal ha sido su experiencia?
“Buena. Trabajé en cuanto me titulé y aún lo hago. Incluso mientras estudiaba, trabajaba en colegios particulares subvencionados y municipales de esa ciudad. Ha sido una buena experiencia”.
-¿La ceguera que presenta fue consecuencia de alguna enfermedad?
“No. Es una condición que me acompaña desde el comienzo de mi vida, a raíz de la cual he tenido que enfrentar una serie de dificultades y desafíos”.
-¿Qué ha sido lo más complejo de ser una persona con discapacidad visual?
“Lograr una consideración igualitaria de parte de la sociedad. Vale decir, como profesional surgen ciertos cuestionamientos y ciertas objeciones, referidas no al ejercicio de mi labor, sino a cuestiones personales, carentes de relevancia en un contexto académico”.
-Desde su experiencia, ¿nuestro país es inclusivo?
“Es un asunto sobre el que aún falta bastante. Es mejorable. Afortunadamente, en el ámbito universitario hay casas de estudios que muestran una apertura, como la Universidad de Playa Ancha, donde decidí continuar mis estudios de postgrado. Noto la diferencia, porque en la universidad donde me formé, fue muy complejo todo. Hubo personas que me ayudaron bastante, pero en general, no hubo apertura”.
-¿Qué es lo que entonces le permitió salir adelante?
“Creo que fueron méritos personales, como la disciplina y la perseverancia. Eso, sin restar méritos a quienes colaboraron con mi proceso formativo. Hay ciertos aspectos que me han dejado insatisfecho de aquella casa de estudio. Sin embargo, logré obtener mi título de profesor de Estado”.
-En relación al postgrado ¿por qué eligió la Universidad de Playa Ancha?
“Por la mención en Literatura Española que se ofrece. Eso me motivó a cursar mis estudios aquí, y estoy muy contento, porque desde un primer momento noté un clima de inclusión apropiado para los propósitos que persigo”.
-¿En qué se traduce ese clima?
“En cosas tan básicas como el trato, la apertura, la disposición y, sobre todo, la oportunidad que me han entregado de poder acceder a estudios de postgrado. En lo práctico, cuento con la opción de leer en sistema braile o a través de audios, lo que es muy útil para mí. Además, tengo a mi disposición un lector de pantalla específico para personas ciegas, lo que me permite cumplir con las diversas tareas que se me encomiendan”.
-¿Cuál es su meta en lo profesional?
-Me gustaría hacer un doctorado en esta área (Literatura Española), e igualmente me quisiera dedicar a la investigación y a la docencia universitaria. Ya veremos”.
-Carlos, usted para muchos es un ejemplo a seguir. ¿Percibe que su testimonio podría ayudar a otros?
“Creo que cada ser humano puede cultivar su espíritu. Esa es una tarea propia. De cada uno. Y respecto a la discapacidad, si mi historia es útil para que alguien pueda desarrollarse como persona, me parece satisfactorio”.
-¿Qué mensaje entregaría a las personas que leerán esta entrevista?
“Como educador sostengo que el principio que debe orientar toda labor pedagógica y humana es, y debe ser, la inclusión, pero no solo en términos de discurso, sino práctica. Una inclusión que sea efectiva en los distintos niveles en que uno pueda desempeñarse. Y más allá de la discapacidad, es importante perseverar, ser disciplinado y creer que todo es posible”.
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