Fernanda Ramírez: “Diferentes somos todos”

Fernanda RamírezHace más de una década que la Universidad de Playa Ancha realiza acciones para avanzar en la inclusión desde distintos ámbitos: gestión institucional, transporte, infraestructura, apoyo académico y social.

Se debe recordar que fue la UPLA, la primera institución en educación superior en incorporar a sus aulas, a través de Admisión Especial a estudiantes en situación de discapacidad…de ello han pasado varios años y hemos visto cómo estudiantes con necesidades educativas especiales se transformaron en profesionales formados en esta casa de estudios.

De este proceso y de varios otros puede dar fe, la profesional de la Dirección General de Desarrollo Estudiantil y encargada del Centro de Recursos de Atención a la Diversidad de la UPLA, Fernanda Ramírez, quien silenciosamente ha liderado una serie de iniciativas tendientes a brindar un servicio académico integral al estudiante en situación de discapacidad.

-Primero que todo, ¿está bien hablar de estudiante en situación de discapacidad?

“Nosotros usamos el término de personas en situación de discapacidad que es el concepto utilizado por Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis). No debemos olvidar que son personas y como tal tienen todos los derechos que todos tenemos. Se habla de situación, porque es algo de ahora, no es que la discapacidad sea más que ser persona.

Y sobre la discapacidad, ésta se evalúa en relación al mayor o menor grado de adaptación hacia el entorno, por eso es una situación de discapacidad. Ejemplo de ello es, si tuvieras una discapacidad que implique movilidad reducida y pudieras desplazarte sin problemas por todos los pisos, no sería una discapacidad porque puedes acceder a todos los lugares.

Existen distintos tipos de discapacidad que se clasifican en físicas, auditivas, visual, visceral y de tipo psíquica o neurológica”.

-¿Cómo se comienza a abordar este tema en la universidad?

“Desde la Dirección General de Asuntos Estudiantiles, actual Dirección General de Desarrollo Estudiantil, se fueron pesquisando las necesidades de los estudiantes que generalmente venían de condición socioeconómica más decendida y que coincidían en muchos aspectos con los jóvenes en situación de discapacidad. Por ello, se comenzó a conformar distintos equipos multidisciplinarios porque solo desde el área social no se podían abordar sus necesidades que eran y son de tipo integral.

Este trabajo se realizó siempre, pero de manera aislada y discontinua, y por lo mismo no se visualizó. Sin embargo, esto cambió gracias a los proyectos adjudicados del Senadis el 2006, única fuente pública de financiamiento para estudiantes en situación de discapacidad de educación superior.

Aprovechamos esa instancia y conformamos un grupo para poder presentar estos proyectos y ejecutarlos de buena manera. A raíz de ello se han dado otras circunstancias que nos han permitido trabajar con otras personas e ir aliándonos con otras instancias o facultades, eso nos ha permitido desarrollar un trabajo más integral y más visible”.

Fernanda Ramírez_inclusión-¿Has notado cambios en los jóvenes a partir de las acciones realizadas?

“Sí. Es tremendamente satisfactorio porque uno puede evidenciar que a veces a nivel de gestión –porque los recursos siempre son menores a las necesidades- se puede ayudar y se puede colaborar con gestión o a través de postulación a financiamiento externo, evidentemente, esto hace un cambio.

Nos pudimos dar cuenta que hay un cambio antes y después de esa gestión, que creemos le ha facilitado, les ha aportado a los estudiantes y en gran parte a sus familias.

Creemos importante que a mediano plazo se pueda consolidar este rol, que desempeño, como una función de tipo exclusiva, no solo acotado a los estudiantes en situación de discapacidad sino a la inclusión de las distintas vulnerabilidades que presentan nuestros estudiantes, que son infinitas”.

-Para apoyar precisamente este trabajo es que se crea el 2012 el primer centro regional de Recursos de Atención a la Diversidad, ¿Cómo evalúa el trabajo realizado durante este periodo por esta unidad?

“Primero decir que tengo la certeza que es indispensable trabajar en equipo -por lo menos para esta área- con profesionales de distintas disciplinas, por la experiencia que tienen de su área de trabajo. En nuestro caso se ha conformado un equipo compuesto por Andrea Castillo Villalón y Karla Lazcano Tapia (Educación Diferencial), Dalila Goudeau Radical, Luzmarina Silva Concha y yo, como asistente social.

Somos personas que tenemos la certeza que es la mejor mirada, para el trabajo en inclusión. Por otro lado, también incluye el desafío de una mayor coordinación en cuanto a tiempos y a nivel decisional para poder ir abordando un plan de trabajo conjunto.

Contamos con el apoyo de personal externo que está contratado a través del proyecto para hacer labores que nuestro tiempo no lo permitiría como por ejemplo: tomar pruebas, en caso de estudiantes que requieren evaluaciones diferenciadas; tomar evaluaciones en el domicilio; y entrevistar al estudiante o al profesor para ver adecuaciones curriculares.

Este profesional contratado, que es una educadora diferencial, ve esos aspectos que requieren mayor tiempo y mayor cercanía con el estudiante. Por ahí se va consolidando este trabajo”.

-¿De qué forma se vincula el Centro con los estudiantes en situación de discapacidad?

“Según el tipo de diagnóstico es que nosotros definimos qué orientaciones se requieren, por ejemplo si tenemos un estudiante con esclerosis múltiple, que no se ha gatillado, nosotros observamos su desarrollo y verificamos que estén sus controles médicos al día.

En otros casos, requiere que se le tomen pruebas, conversar con los profesores, que se hagan adecuaciones curriculares. En los casos de disminución visual debemos solicitar que se amplíen los textos o el material de trabajo; si hay equipos tecnológicos que nos permiten ayudar con eso, se ve la forma de adquirirlo. O sino conversar con el profesor para ver en conjunto que estrategia se pudiera implementar. En algunas circunstancias se requiere más apoyo, en otros, un seguimiento.

Generalmente los jóvenes se acercan a mi oficina, en la Dirección General de Desarrollo Estudiantil, donde entrevisto al estudiante, recibo sus necesidades o requerimientos, y a partir de eso se elabora un plan para abordarlo durante el año.

Hay varios que entraron este año que dicen que no necesitan nada, pero si lo requieren lo pueden plantear a esta unidad. De todos modos se les piden algunos antecedentes de salud como para adelantarnos en aspectos que eventualmente podrían necesitar apoyo.

En muchos casos tenemos sus antecedentes en la Ficha Estudiantil, pero ahí entrevistamos al joven y les preguntamos si quieren participar en el programa, ya que es voluntario.

Quisiera destacar que es un trabajo silencioso, en el sentido que hay muchos diagnósticos que los estudiantes no quieren que se hagan públicos a sus compañeros y profesores, por tanto todas las adecuaciones, los requerimientos del estudiante, lo debemos trabajar de una manera muy discreta y confidencial porque si no podemos afectar tanto el desempeño del estudiante y la seguridad de él dentro de la universidad. No todos los casos se pueden evidenciar, ni se pueden mostrar las gestiones que se realizan”.

Fernanda Ramírez1-¿De qué manera beneficia esta atención al desarrollo del estudiante?

“De lo que he podido observar, efectivamente le aporta en el sentido que no tienen que andar dando su diagnóstico a todo el mundo y a personas que no siempre saben en qué consiste o saber sus implicancias. A través del Centro se centraliza la gestión, se toman las adecuaciones y se comunica a las unidades involucradas, evitándole las incomodidades al estudiante.

Además, el estudiante y su familia pueden ver, ya que generamos contacto con la familia, que se trabaja de una manera seria el tema, respondiendo a la confianza que el estudiante ha depositado en nosotros. Creemos que es un apoyo”.

-Respecto al trabajo que se ha realizado en esta línea en la UPLA, cuál es su apreciación respecto a otras universidades, pensando que hemos establecido una red con varios planteles de la región de Valparaíso.

“En general uno tiende a disminuir la labor o lo que se hace, cuesta reconocer ciertos logros, pero diría –como parte de las personas que partimos el año 2000 con pequeñas acciones- hay un cambio evidentemente. No todo lo que quisiéramos, pero sí hay cambios evidentes que son de infraestructura, de adaptación, señalética en braille, y de cambios a nivel cultural de nuestra comunidad universitaria frente al tema.

Creo que se ha entendido que el estudiante en situación de discapacidad es otro más y hay que hacer los esfuerzos, en algunos casos, de apoyarlos más, pero no en un sentido asistencialista o paternalista sino que contribuyendo a su desarrollo como estudiante con los mismos derechos y deberes que el resto.

A nivel de las otras universidades la red Regional de Educación Superior Inclusiva (RESI) nos permite ver en qué están las otras universidades públicas y privadas (ocho en total) con sus distintos enfoques. Todas tienen un interés, en la mayoría de los casos tienen estudiantes en situación de discapacidad en mayor o menor número, pero en el caso de la UPLA es un trabajo más integral. Diría que nuestra universidad está tendiendo a establecer este tema como eje transversal”.

-¿Cuáles son los desafíos del Centro para este 2014?

“Este año comenzó muy bien para nosotros con la entrega de parte del Convenio de Desempeño en Formación de Profesores de implementos a nuestros estudiantes de Valparaíso y San Felipe consistentes en scooters, carros para el traslado de bandejas en el casino, andadores con freno, bastones de última generación, mesas con escotaduras para los laboratorios de informática, mesas articuladas y dos equipos magnificadores de imágenes.

Estos materiales están orientados a los 26 estudiantes en situación de discapacidad y a la comunidad que eventualmente podría acceder, porque de eso se trata la inclusión. Tratar de incluir y no trabajar solo de manera exclusiva en un grupo y marginar a todo el resto de las personas.

Para ello, estos equipos estarán ubicados en los accesos de cada edificio y serán los mayordomos los encargados de facilitar esta implementación y enseñarle al usuario a utilizarlo de ser necesario.

Para nosotros este año se visualiza como un muy buen año, tenemos la expectativa de concretar cosas y que los estudiantes en su totalidad nos puedan colaborar principalmente en el cuidado del equipamiento, ya sea de infraestructura o de mobiliario que se ubican en las salas o espacios comunes, como también de los baños, ascensores, porque son adecuaciones que son esenciales para el tránsito de un estudiante en situación de discapacidad.

En el caso del estudiante en silla de ruedas, por ejemplo, si el ascensor no está funcionando sencillamente no podrá llegar a los otros pisos y eso significa que se ausenta de clases, pierde materia. Por tal motivo, hacemos un llamado a los docentes y en particular a los estudiantes por sus propios compañeros para que nos colaboren en el cuidado, en la inclusión, en evitar barreras y así ayudar a sus compañeros cuando lo necesiten”.

Fernanda Ramírez_inclusión1-¿Han pensado alguna campaña para promover estos valores?

“Tenemos material de difusión que se distribuirá al interior de la universidad a autoridades, coordinadores docentes y algunas personas claves para sensibilizarlos frente al tema e informarles en qué consiste nuestro trabajo y dónde nos pueden ubicar.

El lema de este proyecto es “Diferentes somos todos”, es un concepto que nosotros lo trabajamos partiendo de la premisa que “igual somos todos” lo que nos llevó a la certeza o a la convicción que no es tender a la igualdad, sino que es aceptar la diferencia.

Nos interesa a través de esta campaña estrechar las relaciones con Senadis y con las seremías de Educación, Trabajo y Salud.

Además entregaremos al Jardín Infantil “Colmenita” dos set con figuras que representan a personas con distintas discapacidades para que también los niños lo puedan trabajar y ellos desde pequeños puedan incorporar en sus conceptos que hay un otro que puede ser distinto, pero que es persona igual que yo. Eso lo trabajaremos con las educadoras de párvulos”.

-Podríamos decir que se trata de un trabajo integral de inclusión donde es importante el cuidado de los implementos y el ser conscientes que somos diferentes.

“No basta con que la autoridad lidere un discurso de inclusión, es necesario que las personas que rodean en el cotidiano a los estudiantes en situación de discapacidad, estamos hablando del auxiliar, los profesores, sus compañeros. Si todas esas personas no tienen una actitud inclusiva, de respeto hacia el otro, no sacamos nada con que las autoridades desarrollen iniciativas en esta línea.

Por ello además de la campaña de difusión este año se ejecutará la segunda etapa del proyecto del Fondo de Desarrollo Institucional (FDI) del Ministerio de Educación de carácter interuniversitario que se gesta con otras tres universidades de la región de Valparaíso (UV, PUCV y Santo Tomás).

Este 2014 queremos consolidar el trabajo de sensibilización y de preparación de nuestra comunidad para ello se desarrollarán distintas actividades como: tres cursos de lenguas de señas dirigidos a los funcionarios que atienden público y a los apoderados del Jardín Infantil «Colmenita», buscando que adquieran nociones básicas para orientar o responder requerimientos de estudiantes o personas externas que se comuniquen a través del lenguaje de señas; un encuentro artístico, en el que se harán presentaciones ligadas al tema de la inclusión para sensibilizar a la comunidad; tres encuentros deportivos a nivel de tenis de mesa, tenis y fútbol, para que participen estudiantes de las cuatro universidades junto a personas de algunas agrupaciones y organicen partidos en estas disciplinas.

Buscamos sensibilizar a la comunidad para que se den cuenta que los estudiantes en situación de discapacidad además de estudiar puede desarrollar un deporte, competir y divertirse, la idea es hacerlo juntos.

A estas actividades se suma la elaboración de un video inclusivo que describa en términos generales cada universidad, participante en el proyecto; una guía de procedimientos administrativos de cada plantel; y una ruta accesible de diseño universal que conlleva un diseño para todos: para el estudiante en situación de discapacidad, para el adulto mayor, para facilitar el acceso a las dependencias con coches, con sillas de ruedas, etc.

Se establecerá un circuito, confeccionado en conjunto con la Dirección General de Infraestructura, que le permitirá a la persona desplazarse a través de la universidad de forma segura y autónoma, que son los fines que se buscan.

La ruta que va desde Casa Central hacia el edificio institucional, Casino, Biblioteca y Facultad de Arte estará pintada, al igual como se hace en los hospitales, para poder identificarla, lo que significa que cuenta con barreras disminuidas en términos de accesibilidad porque habrán ascensores o mayor iluminación, etc.

También tendrá una textura rugosa para que pueda ser identificada por personas que utilizan bastón guiador; campanas de viento para las personas con discapacidad visual que les permita saber que están cerca de ciertas dependencias; plantas con olores fuertes para que a nivel olfativo se les facilite la ubicación. Serán señales de distinto tipo que irá con señalética especial en términos de braille y visual para ubicar a las personas donde se encuentran y las vías de evacuación.

Esperamos a futuro, por un tema de presupuesto, incorporar otras dependencias universitarias en Valparaíso y San Felipe.

Esto representa un trabajo que reúne varios actores, a nosotros como Centro pero también a la Dirección General de Infraestructura, a personal de servicio, administrativo y a los propios estudiantes buscando hacer una buena labor.

Por eso hago un llamado a que todos nos colaboren en el cuidado y mantención de los implementos con que contamos y de los trabajos que se han hecho a nivel de infraestructura. Los invitamos a conocer nuestro trabajo, no en un afán de lucirse sino que en un afán que conozcan la labor que se hace por el respeto y la tolerancia, para que puedan colaborar con sus compañeros, a ayudarlos y aceptarlos tal cual son”.

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