Patricio Sanhueza: “Apelo siempre a la razón, no a la violencia”

rector-Patricio-Sanhueza-VivancoSu compromiso con la resolución de los conflictos que actualmente tienen paralizada gran parte de las actividades académicas y administrativas de la Universidad de Playa Ancha, expresó el rector Patricio Sanhueza Vivanco, cuya estrategia se basa en promover el  diálogo permanente con los estudiantes y generar instancias para acoger sus demandas.

En una franca conversación, la máxima autoridad universitaria subrayó la necesidad de que los futuros profesionales integren a su formación el sello institucional -que se relaciona con los principios y valores que mueven a la universidad-, y que incorporen todo aquello que les permita asegurar mejores aprendizajes, a través de la innovación curricular.

Con la misma claridad, el rector Sanhueza llamó a todos a defender sus distintas miradas y posturas a través de la razón y no de la violencia, por lo que se manifestó en contra de las tomas y desalojos. Igualmente, llamó a los estudiantes a buscar espacios de entendimiento, considerando que todos quieren una mejor universidad, una universidad participativa, democrática y pluralista.

 

DISTINTAS REALIDADES

-¿Por qué la universidad llegó a esta instancia? ¿qué explica la paralización?

“Esto parte como una movilización de carácter nacional, a la cual se sumaron peticiones internas, que se manifestaron a través de las tomas. Pero estamos dispuestos a conversar, porque varios de los puntos que se plantean son reales y como universidad respaldamos aquello que nos ayuda a ser una mejor institución”.

-¿Cuáles son las principales demandas de los estudiantes?

“Hay de distinta índole. Sin embargo, una muy importante es la necesidad de que las comisiones curriculares funcionen normalmente.  Siento que éstas aún no están consolidadas en todas las unidades académicas, lo que es clave, pues son instancias de participación orgánica muy significativas. En ellas se abordan temas relevantes  para los estudiantes; por lo tanto, la idea es que funcionen con regularidad. También hay demandas que tienen que ver con infraestructura, lo que ya está  planificado y  responde a un proceso de inversión que va del orden de los siete mil millones de pesos solo el año pasado. Me refiero a  equipamiento, laboratorio y obras, entre otros aspectos. También hay reivindicaciones que tienen que ver con la contratación de profesores. En este sentido, hemos dicho que nuestra voluntad es que se contrate a los mejores académicos y que se utilicen sistemas muy rigurosos para hacerlo”.

ACLARACIÓN DE CONCEPTO

-Uno de los temas que ha generado críticas y cuestionamiento por parte de los estudiantes dice relación con el concepto de currículo por competencias. ¿Cómo responde la universidad frente a estas inquietudes?

“Nuestra institución enfrenta un proceso interesante referido a innovación curricular con algunos énfasis: uno de ellos es el sello de la universidad, que contiene los principios y valores de nuestra institución; en el caso de la formación de los profesores destaca, además, la especialidad. Allí la idea es determinar los contenidos, la relación entre la formación y las necesidades del sistema escolar  y la metodología. Es importante mencionar que el foco es el estudiante, porque la sociedad ha cambiado. Por lo tanto, hay que incorporar los cambios en la formación de profesores. Además, esta nueva oferta académica concluye con una maestría en educación en la especialidad. Sin embargo, el objetivo es que la innovación curricular no solo alcance a las pedagogías, sino a todas las carreras de la universidad”.

-¿Y qué hay sobre el  currículo por competencia?

“Son los resultados de los aprendizajes los que interesan. Es decir, se busca promover el sentido crítico,  el análisis, la capacidad de innovar, crear, concluir y proponer. Esto se evalúa no solo desde el punto de vista teórico, sino que también se busca que el alumno sea capaz de hacer una aplicación concreta de lo que ha aprendido. Se trata de que demuestre que ha incorporado aprendizajes reales y que sea un profesional capaz de intervenir en su entorno. Este cambio es una oportunidad muy potente para la universidad y no tiene nada que ver con el mercado o con que esté asociado a un sistema económico determinado”.

-Usted mencionó el sello de la universidad, ¿puede precisar el concepto?

“Son los principios y valores. Es la filosofía de la universidad. Estamos comprometidos con una institución pluralista, tolerante, respetuosa de la dignidad de las personas, que promueve la diversidad, que es inclusiva, y que adhiere a los derechos humanos. Estos fundamentos no solo deben estar presentes en los discursos, sino también en lo formativo, para que el profesional que se forme en esta universidad, tenga incorporado en su actuar y pensar estos valores”.

ESTRATEGIA

 -¿Qué han hecho como autoridades universitarias para regularizar la situación que actualmente vive nuestra casa de estudios?

“Los decanos, a través de los directores de departamentos y coordinadores de carreras han trabajado con los estudiantes para conocer cuáles son sus demandas y el detalle de los petitorios. En algunos casos han llegado a acuerdos, pero en otros esto no ha ocurrido. Por lo tanto, rectoría dispuso la creación de una comisión de trabajo para abordar en conjunto con los dirigentes estudiantiles, los temas que generan conflicto, y siento que estamos llegando a acuerdos”.

Como máxima autoridad universitaria ¿se impuso algún plazo para lograr la normalización de las actividades académicas y administrativas?

“Conversamos con el Consejo Académico respecto a cuándo debería concluir el semestre y establecimos como plazo máximo el 2 de agosto. Por lo tanto, tenemos que ajustar el calendario académico para cumplir con esta fecha”.

-De lo contrario…

“Hay riesgos de distinto tipo. Hay financiamientos comprometidos,  renovación de becas y otros beneficios que tienen plazos que se deben cumplir. Por lo tanto, no podemos dejar pasar más tiempo del que hemos fijado”.

-Considerando estos riesgos, ¿qué le diría a los padres y apoderados de los alumnos de la universidad que están preocupados por la situación académica de sus hijos?

“Que la Universidad de Playa Ancha es una comunidad que está trabajando en forma responsable por resolver los conflictos y, por lo mismo, no vamos a poner en riesgo la situación académica de nuestros estudiantes. Tampoco vamos a rebajar el nivel de exigencia establecido, y que hay compromisos institucionales comprometidos respecto a los tiempos, semanas y a las horas de clases por semestre. Eso lo vamos a garantizar de modo de acelerar los procesos,  respetando el derecho de los estudiantes a manifestarse, pero sin afectar el derecho de otros”.

INVITACIÓN

-Entonces, ¿cuál sería el llamado a los estudiantes que están en toma o que no están dispuestos al diálogo?

“Decirles que vamos a llegar a ellos lo más pronto posible. La idea es sostener un diálogo fructífero y que esperamos que sepan aprovechar esa oportunidad para manifestar sus opiniones,  miradas y sus peticiones, pues nuestra voluntad es resolver todo aquello que sea posible y que dependa de nosotros. La idea, además, es que expresen su voluntad de dejar los espacios disponibles para retomar las actividades académicas y administrativas lo antes posible, porque siempre apelo a la razón, no a la violencia”.

-¿De qué forma cree que afectará esta paralización al proceso de admisión 2014?

“Claro que afecta al proceso que viene. Las personas que hoy adoptan conductas de violencia, nada ayudan. La violencia hace mucho daño a la universidad, porque nadie quiere estudiar en una institución donde ello ocurre. Por lo mismo, rechazamos la violencia en forma enfática y pedimos que haya una reflexión solidaria con una institución que se entrega por entero al servicio público. Les pedimos que el razonamiento esté presente en las decisiones que toman”.

A propósito de la violencia, ¿qué opina sobre lo que ocurrió con el desalojo de la Universidad de Chile?

“Como Consejo de Rectores emitimos una declaración. Nosotros estamos en contra de las tomas y de la violencia. También planteamos que un desalojo debe ser comunicado previamente a los rectores y que toda fuerza que se aplique no debe ser exagerada, desmedida o arbitraria. Nos interesa defender nuestras instituciones, lo que significa defender su estabilidad y su desarrollo también”.

-En su calidad de presidente de la Asociación de Universidades Regionales ¿cuál es el principal desafío que enfrentan estas instituciones?

“Aportar al desarrollo de las regiones, y apoyar los procesos de descentralización del país, para lo cual reclamamos políticas públicas adecuadas”.

-En este contexto, ¿cómo visualiza el rol de las universidades en un escenario donde las demandas por mayor calidad y gratuidad son crecientes?

“Una universidad pública cumple un rol público. Es decir, responde a intereses de toda la sociedad y no a intereses privados. Desde ese punto de vista, la universidad pública no debe estar determinada por la demanda, sino por una muy  buena oferta académica, con líneas de desarrollo claras tanto en la docencia, investigación como vinculación con el medio para lo cual el sistema de financiamiento debe cambiar”.

-¿Se refiere a la educación gratuita?

“Efectivamente,  la universidad estatal debe ser gratuita. Sin embargo, tras la gratuidad subyace la cohesión de la sociedad. Es decir, la integración social, donde confluyen todos los sectores. Si esto es así, la educación superior claramente debe ser gratuita”.

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