Pausado, analítico y maestro de la observación. Así se podría definir en tres palabras el perfil del Guillermo Díaz Fleming, académico e investigador por excelencia, Doctor en Ciencias mención Química, Magíster y Licenciado en Química por la Universidad de Chile.
Su línea de investigación es la Espectroscopía Vibracional y Electrónica. Es profesor media jornada en la Universidad de Playa Ancha. Además, muestra fuertes vínculos con casas de estudios de Chile y el extranjero y más de 80 publicaciones en las afamadas revistas ISI (Institute for Science Information).
Para muchos, Guillermo Díaz Fleming es un ejemplo de cómo el espíritu de investigador no se aplaca ante la adversidad, pues cuando la ciencia aún no se desarrollaba como un pilar en esta casa universitaria, Díaz Fleming supo de conquistas investigativas, tanto así, que actualmente es un ícono a nivel nacional en este rubro. Sin embargo, en el ámbito personal y familiar (quizás los títulos más importantes que ostenta) son ser esposo, padre y abuelo.
Lo anterior no resulta extraño si confiesa que a él lo mueven los afectos. Tanto así, que en su momento desechó diversas ofertas para trabajar en el extranjero, y es que no se trata solo de la familia, sino también de la Universidad de Playa Ancha, donde sigue dando importantes pasos en el mundo de la investigación. En este contexto, conversar con él y conocer parte de su experiencia resulta fascinante.
-Si lo tuvieran que presentar, ¿qué aspectos destacaría, el ámbito académico o su vida dedicada a la investigación?
“Sin duda mi rol como profesor universitario, pues enseño, investigo y doy a conocer el fruto de mi trabajo. Es mi obligación como profesor universitario y, aunque suene repetitivo, enseño lo que investigo e investigo lo que enseño. No podría hacerlo distinto, porque es una sola cosa. Se debe compartir el conocimiento a través de la extensión, charlas, presentaciones a congresos, entre otras fórmulas”.
PRIMERAS INTERROGANTES
-Sus investigaciones abordan la físico-química, concretamente la espectroscopia atómica y molecular, ¿por qué?¿Cuál es su motivación?
“Siempre me han interesado los fenómenos de la interacción entre las radiaciones electromagnéticas y la materia. Es un tema fundamentalmente práctico, que requiere una explicación que siempre es teórica. Eso sí, me baso en los hechos, y lo hago desde el mismo momento en que veo un arcoiris. Imagino las interrogantes que se habrían formulado los primeros hombres sobre este tema. Sin embargo, lo interesante es que, a partir de estas investigaciones relacionadas con la radiación electromagnética, surgen respuestas para abordar diversas patologías, lo que permite mejorar la calidad de vida de las personas”.
-¿Siempre supo que sería investigador? o ¿en qué momento lo tuvo claro?
“Siempre fui curioso. Diría que uno de los aspectos fundamentales para desarrollar esta actividad es preguntar por qué suceden las cosas. En mi caso no hubo un click, un momento puntual que permitiera darme cuenta, pues esta labor investigativa se desarrolló como un continuo, poco a poco, a medida que fui estudiando. Primero fui profesor de química, hice una carrera como ayudante y luego me di cuenta de que para afianzarla era necesario seguir estudiando, y así lo hice. Sin embargo, a pesar de que tengo un postdoctorado, sigo estudiando. Eso es algo que nunca termina, porque la investigación es un constante aprendizaje”.
-¿Cómo se produce la claridad sobre qué área del conocimiento se puede desarrollar?
“Fui captando los problemas sobre los cuales tenía más capacidad para desarrollar alguna investigación. Me refiero a los temas que preocupan a la sociedad, como cuidado del medio ambiente, salud, preservación del patrimonio, energía. Ellos siempre están presentes como posibles proyectos en el área de investigación en que estamos focalizados. Estos temas definen las preguntas y las correspondientes hipótesis que se plantean antes de iniciar un nuevo proyecto. Sin embargo, es necesario reconocer que gran parte de este aprendizaje se realiza cuando, como investigador, salgo fuera de la universidad y comienzo a relacionarme con mis pares. Aprendo de ellos y ellos de mí. Así surgen nuevos conocimientos”.
-¿Qué rol cumplieron los profesores en la etapa de formación?
“Uno muy vital. Muchos de ellos fueron grandes motivadores y otros no tanto, pero yo me quedo con los primeros, y como tengo ese ejemplo, trato de ser un académico motivador para mis alumnos. Todos comenzamos alguna vez, y si perseveran todo es posible”.
SIN PREJUICIOS
-Considerando su experiencia y trayectoria, ¿cuál diría que son los requisitos básicos para ser un buen investigador?
“Persistencia, tener la mente abierta. Es decir, no casarse con una determinada situación, pues no debe haber nada preconcebido. Tampoco prejuicios. Otro punto importante es que se debe focalizar el área a estudiar, en el sentido de profundizar el tema. Sin embargo, y aunque parezca contradictorio, a la vez es necesario abrirse a conseguir la mayor cantidad de información posible. Esa información me permite conectar los hechos, identificar situaciones y desarrollar una mayor comprensión del tema. En mi caso, si trabajo en una molécula de un fármaco o pesticida, debo conocer la parte físico-química del problema y la parte orgánica. Es decir, no solo debo quedarme en la físico-química, sino también debo conocer la química orgánica, inorgánica, y química analítica, entre otras áreas del conocimiento”.
-Volvamos a la pregunta anterior. Una vez que la persona tiene claro su ámbito de estudio y persevera, ¿cómo se forma y consolida el investigador?
“Estudiando y relacionándose con otros investigadores. En mi caso, cuando hice el postdoctorado, conocí a otros científicos y también me conocieron a través de mis artículos y publicaciones en revistas apropiadas. Luego comenzaron a llamarme, a invitarme a otros países para dictar charlas, para hacer postdoctorados, lo que me permitió formar parte de distintos circuitos y redes de investigadores. La investigación genera un círculo virtuoso, porque el conocimiento se va ampliando cada vez más”.
-A su juicio, ¿cuáles son las principales dificultades para hacer ciencia en Chile y en la universidad, y ¿cuáles las mayores facilidades?
“En Chile, el trabajo científico se dificulta por el centralismo y la burocracia de la organización estatal destinada a fomentar la investigación. Esto implica rigidez en los procesos, desconfianza en los académicos y desconocimiento de la labor de investigación desarrollada en las regiones. De esto se desprende que las dificultades no son las mismas en diversos lugares del país y en distintas universidades. Los mayores problemas se presentan en aquellas universidades regionales con poca tradición en investigación y que están interesadas en abordar este tema”.
-¿Solo eso?
“No. Otra dificultad que hace lento el desarrollo de la investigación en nuestro país es el escaso campo laboral para investigadores jóvenes, dado que éste está mayormente radicado en centros académicos, con muy escasa, prácticamente nula participación de la industria”.
-¿Y en la universidad?
“En mi opinión, la mayor dificultad para hacer despegar la investigación se debe actualmente a la incipiente tradición en esta área, por lo que existen pocos grupos de trayectoria, los que poseen una masa crítica muy reducida. Eso los hace ser muy vulnerables. Aunque la universidad está muy motivada y hace muchos esfuerzos para incrementar este rubro académico, está en desventaja con respecto a aquellos centros que llevan treinta, cuarenta o más años desarrollando esta actividad. Naturalmente, esta situación debe superarse con el tiempo, considerando las acciones correctivas tomadas por las autoridades competentes. Lo importante es mantener la continuidad de las políticas, pero los resultados deben ser esperados más bien a mediano plazo”.
MASA CRÍTICA
¿Qué aspectos de la gestión de la investigación debieran ser reformuladas para mejorar los desempeños institucionales que permita la adjudicación de proyectos y publicaciones de artículos científicos?
“No conozco detalles de la gestión para estos efectos. Pero considerando la respuesta anterior, me parece que deben intensificarse los esfuerzos para mantener la continuidad de aquellos grupos que están mostrando resultados concretos, de manera que a través del tiempo aumente la masa crítica que permita la discusión y análisis en forma conjunta, autónoma y lógica para desarrollar proyectos consistentes y redactar los manuscritos apropiadamente. Solo las personas directamente involucradas en una investigación saben cómo dar a conocer sus ideas y resultados”.
–En relación a las publicaciones solo dos preguntas:¿dónde y qué publicar?
“Idealmente, los trabajos deben ser publicados en revistas cuya circulación no esté restringida solamente al ámbito nacional o latinoamericano. Dado el nivel de las revistas y sus exigencias, los artículos sometidos a revisión por los árbitros deben contener resultados relevantes, por lo que los autores tienen que considerar una severa autocrítica del trabajo realizado y de la redacción de las diversas secciones presentes en un artículo. En este sentido, se debiera escoger muy bien la revista para lo cual hay que contar con una buena base de datos bibliográfica”.
– ¿Qué consejo daría a la generación de nuevos investigadores?
“Que perseveren, que no se rindan. Que asuman las dificultades como desafíos y que sean generosos con sus conocimientos. Que armen equipos, y que no se cansen nunca de aprender”.
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