Rector Sanhueza: “Los superávit deben ser reinvertidos en las instituciones y sus programas”

A propósito de las demandas del movimiento estudiantil y la dimisión del rector de la Universidad del Mar se ha instalado con fuerza la discusión frente al lucro en la educación superior en Chile.

Con respecto a este tema el rector de la Universidad de Playa Ancha, Patricio Sanhueza Vivanco, da a conocer sus planteamientos:

1.- ¿Cree que es legítimo o no que quienes invierten en Educación Superior tengan retribución económica y por qué razón?

“Hay que distinguir entre legalidad y legitimidad. En Chile el lucro en las universidades es un ilícito ya que por ley está prohibido. En cuanto a la legitimidad hay que distinguir nuevamente, ya que todos quienes asumen una obra de esta naturaleza deben tener una retribución económica de acuerdo al rol que cumplen en la realización del objeto social de la persona jurídica creada para desarrollar una universidad y no de acuerdo al monto de la inversión realizada.

“La inversión es parte de los costos necesarios para levantar una institución universitaria y puede ser recuperada a través de la operación, pero luego de pagada esa inversión, la retribución económica debería ser una remuneración justa, de acuerdo a los méritos y roles que se cumplan”.

2.- En Chile es legal que los establecimientos privados que imparten enseñanza prebásica hasta enseñanza media, además de centros de formación técnica e institutos profesionales tengan utilidades. ¿Por qué el lucro que es admisible en esos niveles no tendría que serlo en la Educación Superior?

“Este ha sido un debate largo en Chile y la sociedad está dividida entre los que defienden la legalidad y quienes defienden la legitimidad del lucro y del no lucro. Son tantos los intereses involucrados y tan transversales, que lamentablemente no se ha podido llegar a un acuerdo.

“En Chile hay excelentes establecimientos educacionales que no lucran, hay buenos colegios que lucran, malos que no lucran y malos que lucran. Tratándose de uno de los servicios públicos de mayor trascendencia social y tan definitorio para el futuro del país, soy partidario que no se lucre a través de la educación.

“Hay que decir que de las 100 universidades mejores del mundo, prácticamente todas ellas no lucran, porque en educación superior la necesidad de recursos es muy grande, el conocimiento y la tecnología cambia permanentemente, en las universidades deberían estar los profesores más talentosos de la sociedad y eso tiene costos operacionales altos, se requieren inversiones crecientes para realizar la misión y el objeto de la institución y esto obliga a que los superavit sean reinvertidos en el mejoramiento permanente de las instituciones y sus programas. Creo inconveniente que parte de esas utilidades sean retiradas por los inversionistas como si fuera un negocio cualquiera”.

3.- Patricio Meller, jefe de proyectos de Cieplan, dice que los problemas de fondo de la Educación Superior chilena son los elevados aranceles, la calidad y el endeudamiento, y no el lucro, y que si desaparecieran las universidades con fines de lucro esos problemas no dejarían de existir. ¿Cuál es su opinión al respecto?

“Chile está muy lejos de tener universidades de clase mundial, ninguna de nuestras universidades tiene esa categoría y a todas le faltan muchos recursos para hacerlo, considerando que las 100 mejores universidades del mundo tienen presupuestos de US 1.500 millones anuales o más. Se comprenderá así que es bastante difícil en Chile lucrar sin deteriorar la calidad.

“Es efectivo que los aranceles en nuestro país comparado con el ingreso percápita y más aún con los ingresos de la clase media y de sectores con mayores carencias es la más cara del mundo, es efectivo que la forma en que se fijan los aranceles tiene más que ver con las leyes de la oferta y la demanda y que esos precios no tienen directa relación con los costos, sino con los ingresos futuros de los titulados o el prestigio social de las profesiones. Para mi es lamentable que se subsidie la demanda y no se subsidie la oferta que sería un mecanismo para velar por la calidad y bajar los valores que debe soportar la familia, que en muchos casos son imposibles para ellos de costear.

“En consecuencia, en Chile, en las condiciones que se encuentra la evolución histórica de las universidades no hay espacio para el lucro, además que el mercado de la educación superior en la forma que funciona en el país, penosamente distorsiona, porque se trata de un mercado irregular que tiene defectos y es distorsionador en la asignación de recursos y peor en un tema como es la educación que siempre será una apuesta a muy largo plazo y el mercado busca por naturaleza la inmediatez, porque lo que lo mueve es la rentabilidad y las ganancias y privilegia el dinero por sobre los fines superiores de la educación, que debe proyectarse a 30 o más años; porque el mercado, además, es concentrador, en las carreras que ofrece, los territorios que ocupa, la masa crítica que concentra, los recursos que acumula, la investigación científica que privilegia, y se concentra en grandes conglomerados como Santiago, Valparaíso, Concepción, porque quien tiene como fin el lucro no se instalan en regiones aisladas y eso atenta contra el desarrollo armónico del país”.

4.- José Joaquín Brunner planteó en un artículo que «como ninguna universidad chilena depende ya exclusivamente del financiamiento fiscal, todas están obligadas a negociar los medios para realizar su vocación académica y que en todas, sin distinción, emprenden negocios”. ¿Las universidades públicas y o tradicionales lucran o no lucran?

“Es efectivo que el autofinanciamiento a la que están sometidas las universidades ha impactado en los aranceles y también en los modelos de desarrollo de las instituciones, buscando recursos suplementarios. Pero, la gran diferencia aquí es lo que las universidades hacen con sus utilidades. Las universidades que no lucran reinvierten todo en el mejoramiento de su objeto propio, es decir en mejorar sus servicios académicos, en cumplir su rol social, en atender las necesidades de inclusión de sus alumnos, en aumentar sus capacidades académicas y de investigación científica y tecnológica, en publicar, en cumplir mejor su responsabilidad social y la vinculación con el medio, etc.

“En cambio, las universidades que lucran, con muy escasas excepciones, tienden a abaratar sus costos para que las utilidades sean mayores, curriculum insuficientes, profesores hora, etc, reinvierten menos y retiran parte importante de sus excedentes, lamentablemente a través de mecanismos poco transparentes y a la vista de todos, porque el lucro es la apropiación privada de las ganancias.

“En Chile, en realidad aún no existen condiciones para el lucro en el ámbito universitario y creo que si esto sigue así, no regulado y sin control, las consecuencias pueden ser severas. En consecuencia, las universidades públicas o tradicionales no lucran a menos que se quiera cambiar el concepto de lo que se entiende por lucro”.

Estas preguntas forman parte del reportaje «Rectores cuestionan el impacto del lucro en la educación superior» elaborado por Rosa Zamora y publicado el 17 de junio por la sección Domingo de El Mercurio de Valparaíso.

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