Manuel Muñoz-Luza: “Intervención del río Aconcagua es miope y reduccionista”

Manuel Muñoz-Luza, experto en cuencas hidrográficas y académico de la Universidad de Paya Ancha calificó como «una medida miope» la decisión del gobierno de intervenir el río Aconcagua, a fin de distribuir en forma equitativa el agua, argumentado que esa medida es totalmente ineficaz.

El director del Departamento disciplinario de Ciencias Geográficas afirmó que, por el contrario, se requiere una gestión y manejo integrado y participativo que permita un uso adecuado del recurso por parte de todos los actores involucrados.

ORIGEN DEL PROBLEMA

El investigador sostuvo que si bien el proceso de desertificación del valle del Aconcagua se inició hace más de 500 años, durante los últimos 300 años se ha producido un hecho que potencia aún más este proceso, y dice relación con la erradicación de la vegetación.

“Esto genera la tendencia a la sequía de la cuenca hidrológica del Aconcagua, cuestión que se debe a la quema, la producción de carbón, energía y madera, además de una búsqueda de “abrir” los campos para producir agricultura. En síntesis, estas actividades provocaron un desequilibrio en la cuenca del río Aconcagua y en la zona central en general”, dijo Muñoz-Luza, quien agregó que el resultado de las acciones mencionadas generó mal uso del recurso, subutilización de tierras, y retroceso de la vegetación nativa.

Para Manuel Muñoz-Luza la medida anunciada por el gobierno es totalmente insuficiente. “Cuando leo en los diarios acerca de esta intervención, no me queda más que decir que la encuentro una medida reduccionista, porque solo se controlan las bocatomas, que es donde se hace el manejo del recurso de aquellos que poseen los derechos de agua. Pero ocurre que esa es una parte del río  Aconcagua”, afirmó el académico, quien se pregunta: “¿qué pasa con el resto?, ¿qué pasa con el control sobre la gran minería que utiliza el agua del Aconcagua en la parte superior de la cuenca?, ¿qué pasa con el sector que genera hidroelectricidad, fundamentalmente la Central Los Quilos, que está ubicada en la parte superior de la cuenca?”. Misma pregunta plantea respecto a las instalaciones ubicadas en la cordillera.

NORMATIVAS AÑEJAS

Otro aspecto que destacó el geográfo dice relación con la necesidad de actualizar la sectorización del río Aconcagua, pues la actual se basa en el criterio de riego, la que está vigente desde el nacimiento del código de Aguas. “Quiero decir que esta legislación afecta el desarrollo de la cuenca del Aconcagua. Aquí se requiere la voluntad de los legisladores, del Ejecutivo, de los grupos poblacionales vinculados a la estructura geodemográfica que habita el sector para aplicar un manejo integrado y participativo de las cuencas hidrográficas”, dijo el docente, destacando que la Universidad de Playa Ancha cuenta con profesionales de los distintos ámbitos (biogeógrafos, ecólogos, geógrafos, e ingenieros ambientales, especialistas en cuencas hidrográficas), disponibles para estudiar el fenómeno y orientar con argumentos técnicos las eventuales medidas.

La urgencia que plantea el académico en orden a contar con un manejo integral de la cuenca, se basa en que según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los países que descuidan el agua aumentan los costos de producción de sus alimentos, de producción del cobre y de todas las actividades productivas que se realizan en la cuenca hidrológica.

“Yo me pregunto ¿por qué Perú está tomando ventaja en la agricultura respecto de Chile en este instante?, porque tiene más agua y porque tiene mano de obra de más bajo costo que la que hay en Chile.  Esto ocurre porque hay una tendencia a la sequía en la cuenca hidrológica del valle del Aconcagua. Por lo tanto, no podemos seguir utilizando el recurso del mismo modo en que lo hacíamos antes de la fase de sequía”, argumentó el académico.

Agregó que esta situación nos obliga como país a ajustar nuestros procesos, lo que significa que no podemos permitir que el curso medio e inferior del Aconcagua tenga acequias (por ejemplo). Por el contrario, se requiere –dijo- riego tecnificado, es decir, agricultura de precisión, lo que implica administrar agua en su justa medida al cultivo que se produce.

“Considerando lo que he explicado, claramente anunciar la intervención del río es no comprender el contexto, es pensar una medida reduccionista que no soluciona nada. Debería haber una organización que aborde la cuenca en forma integral”, afirmó Muñoz-Luza, quien a continuación preguntó: “¿Por qué en Chile no podemos tener una corporación que maneje el valle del Aconcagua desde el punto de vista hidrográfico, es decir, que considere producción eléctrica, producción de agua, asentamientos humanos?, porque implica realizar una transferencia del poder central  hacia las regiones que poseen las cuencas hidrográficas, cosa que en Chile no quieren hacer”, dijo el académico.

DE MAL EN PEOR

Recordó que la cuenca hidrográfica del valle del Aconcagua suministra agua a Valparaíso y Viña del Mar (ciudades que siguen creciendo) y que, por lo mismo, implica más consumo. Sin embargo, Muñoz-Luza advirtió que en el caso de Concón, no existen estudios de impacto en el ciclo hidrológico de la cuenca del Aconcagua que indique los efectos de la intervención en dicho sector, lo que agravará más la situación en el futuro.

Finalmente, enfatizó que la medida anunciada no tendrá ningún efecto y solo permitirá tranquilizar los ánimos a la espera de que lleguen las lluvias en invierno.

“En la medida que exista un plan sistémico, integrado de la cuenca hidrográfica, todos los actores tendrán  en armonía acceso al agua, seguridad territorial y  justicia ambiental. Recordemos que la naturaleza no requiere ordenación territorial, sino las acciones humanas que desarrollamos allí y los gobiernos no han tenido la actitud, la disposición ni la capacidad para hacerlo”, concluyó el académico de la UPLA.

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A su vez, en la solemne ceremonia, se honró el legado de seis académicos que se acogieron a retiro: Gonzalo Bustillos Portales, Ramón Donoso Alfaro, Eduardo Faivovich Bortnik, Luis Faúndez Fuentes, José Meza Guzmán y Miguel Vásquez Vicencio.