El artista visual y académico de la Facultad de Arte de la Universidad de Playa Ancha, Mario “Paté” Ibarra, viajó, en el mes de abril, junto al curador Antonio Guzmán y al artista plástico Ricardo Villarroel a la ciudad de Asunción, Paraguay, para montar e inaugurar la exposición “El rastro del ojo privado, travesía por Latinoamérica”.
Los creadores fueron recibidos por dos importantes artistas guaraníes e íconos de la escena latinoamericana como Ricardo Migliorisi y Osvaldo Salerno, director del “Museo del barro” y uno de los curadores de la Trienal de Artes de Chile.
Junto con realizar la inauguración de la muestra, los artistas porteños afianzaron sus lazos culturales e intercambiaron experiencias con otras fuentes de arte contemporánea de Paraguay, como es el Instituto Superior de Arte (ISA), entidad dependiente de la Facultad de Arte de la Universidad de Asunción. En esta institución dictaron charlas y presentaron sus obras a los estudiantes de la carrera de Artes Visuales, logrando generar un diálogo con los futuros protagonistas y agentes culturales de ese país vecino.
“Nos ha servido esta exposición para conocer la escena local, generando un diálogo fructífero para generar futuros proyectos expositivos en Paraguay y a la vez, afianzar nuevas exposiciones de carácter personal, que sería unos de los objetivos de esta muestra”, comentó el académico Mario Ibarra.
“El rastro del ojo privado”
La muestra es el resultado del trabajo de los artistas nacionales Mario Ibarra, Antonio Guzmán, Ricardo Villarroel y Arnoldo Carvajal; quienes consideran su obra como un proyecto integrador y abierto en constante movimiento, donde la inclusión y la circulación de artistas de diferentes países es importante. Es un proyecto multicultural en el entendido de resaltar la importancia en la afirmación de las creencias particulares y diferenciadoras, con énfasis en lo artístico, más que en lo sociológico.
“Es un proyecto artístico que surge con recursos propios de los artistas. Una suerte de asociación entre los mismos, generando un proceso de autogestión, en donde cada artista se transforma en un representante del proyecto, y éste genera los nexos necesarios para que esta muestra se exponga en determinada ciudad y país”, destaca Arnoldo Carvajal, gestor cultural y artista de la muestra.
El eje de esta muestra es la colaboración entre artistas visuales, que operan en contextos distintos dentro de Latinoamérica y que buscan proyectar su visualidad hacia otras posibilidades de circulación y de recepción de su obra.
El proyecto -en una primera etapa- se desarrolló bajo la idea de entablar puentes de diálogo entre las producciones visuales contemporáneas de artistas de Chile y México (Valparaíso y Michoacán), creando, de esta forma, un campo de discusión, intercambio y reconocimiento entre pares de ambos países. La idea fue abrir nuevas rutas y circuitos expositivos entre estos dos países.
Posteriormente, los artistas se propusieron expandir la idea a otras realidades dentro de nuestro continente. Para ello invitaron a participar y colaborar a curadores y artistas visuales de diferentes países de Latinoamérica, incluyéndolos dentro de este circuito expositivo.
“La idea es continuar abriendo nuevas rutas y circuitos expositivos, trabajando sobre el soporte sábana, que opera también como elemento simbólico, ampliando el nivel de discusión e intercambio a otros países, esta vez con la participación de artistas visuales provenientes de distintas partes de Latinoamérica y en este caso de Paraguay”, acotó Mario Ibarra.