En el marco de la Inauguración del Año Académico 2009 de la carrera de Periodismo de la Universidad de Playa Ancha, el economista y actual presidente del Consejo Nacional de Televisión (CNTV), Jorge Navarrete Martínez, expuso sus puntos de vista y perspectivas futuras sobre el futuro en Chile del popular medio de comunicación.
Una hora antes de dictar su conferencia denominada “Por qué se debe regular la Televisión en Chile”, Jorge Navarrete se dio el tiempo para compartir con los medios de comunicación asistentes a la cita. En una conferencia de prensa, que contó con la presencia del Rector Patricio Sanhueza Vivanco y de Sandra Pizarro Barrera, jefa de carrera de Periodismo, respondió diversas consultas.
En su primera intervención, el fundador de la Asociación Nacional de Televisión (ANATEL) se refirió a los comienzos de la TV en Chile: “Fue el año ’57 cuando se dio lugar a las transmisiones y entiendo que fue desde una Rectoría o de una Facultad de Ingeniería hacia un lugar donde se recibía la señal. Era todo muy básico y surgió como un proyecto de ingeniería, es decir, no partió en las escuelas de comunicación, ni en periodismo. La pregunta en ese entonces fue ¿Cómo se hace esto? Ah, con ingeniería electrónica. Ya después esto empezó a tomar más forma y a aparecer gente que quería preocuparse, más bien de qué iba dentro de las imágenes y no sólo de cómo éstas se transmitían a través de electrones”.
Orígenes de la televisión en Chile: De las universidades a la publicidad
Corría el año 1968 cuando, a los 22 años, recién egresado de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Chile, Jorge Navarrete fundó Televisión Nacional de Chile a petición del entonces Presidente de la República, Eduardo Frei Montalva. En la estación estatal estuvo, en ese entonces, durante tres años como Gerente General, para regresar, con el retorno a la democracia, en calidad de director.
“Lo primero que convendría decir respecto de la televisión es que, en Chile, como en todos los países del mundo, el desarrollo, el sistema, la forma de hacer televisión, no es independiente sino dependiente de un conjunto de variables, como son los sistemas políticos y económicos y las características de la sociedad en sí. Por lo mismo, y por razones obvias, el grado de apertura y de pluralidad dependerá mucho del sistema político que la sociedad del momento tiene. La forma del financiamiento también determina eso y, bueno, aquí todo surgió en un marco donde no había legislación al respecto, siendo decisión del Presidente de la República de esa época, don Jorge Alessandri, que la televisión se desenvolviera bajo el alero de las universidades. Así comenzó la historia de la televisión en Chile”, señalando que inicialmente se buscaba con ello que los planteles acercaran a la gente a la cultura y a la educación.
¿Cuáles fueron los primeros lineamientos de la televisión chilena?
“Los lineamientos iniciales trazados, en ese entonces, para la televisión fueron, en primer lugar, “hacer de ella un servicio público” y que luego, con la llegada de TVN se intentó “llegar a todo el país”. No fue sino hasta 1970 cuando se ven los primeros frutos de regulación una suerte de “constante curiosa”, a saber que toda la legislación o regulación jurídica sobre la televisión en Chile, salvo una oportunidad, ha sido dictada al final de un período presidencial para comenzar a regir durante el próximo, lo que indica que no es fácil legislar sobre televisión, tal como lo estamos viendo hoy en día”.
¿Cuál fue el contexto que modificó la administración de las señales hasta llegar al actual espectro de canales?
“Las universidades empezaron a enfrentar dificultades desde bastante temprano. Producir televisión es caro y, producirla profesionalmente, es aún más caro. Entonces, comenzó a aparecer la publicidad. Primero, solapadamente y después de manera más notoria. Es más, cuando TVN llegó al aire, las estaciones de televisión ya financiaban un 50% o más de sus costos con publicidad. Lo que pasaría después, sería más o menos previsible. Correspondería a las políticas económicas del gobierno militar privatizar esto del financiamiento, afortunadamente sin llegar a la mercantilización total de la televisión”.
“El actual debate sobre televisión da para largo”
De acuerdo a Navarrete “desde 1970 han sido muchas las propuestas legislativas y/o normativas que desde el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) se han despachado, pero pocas han tenido tanta publicidad como la de ahora.
La discusión de la que hoy somos testigos es a razón de lo que yo llamo “accidente legal”, ya que no es posible iniciar una legislación entorno a la transición hacia una televisión digital, si no se modifica la ley vigente. En ese choque, en ese intertanto es que estamos ahora, en un debate muy de fondo, que involucra temas como “concesiones”, “subvenciones”, “qué derechos se dan”, “cuáles no”, “qué cantidad de apoyo hay para la expansión de la televisión regional”, en fin.
Por otro lado, estamos también frente a ciertos aspectos incidentales, yo diría, como la pretensión de los canales y el gobierno actual de hacer, en jerga chilena, una “ley corta”, o sea, mandamos las instrucciones para hacer una legislación en torno al cambio estrictamente tecnológico, pero no toquemos nada más”.
En base a su experiencia, ¿cuándo se podrá legislar, finalmente, respecto a esta materia?
“Mi experiencia en esta materia es que esto va a dar para largo, y que el país merece tener una discusión ciudadana sobre “qué televisión se quiere” y que ojalá sea lo más amplia posible para que así, quienes tienen el poder de tomar la decisión, esto es, los poderes públicos, consagren eso jurídica y políticamente.
Sin embargo, lo primero que hay que hacer antes de legislar es preguntarnos por qué hay que legislar. Puede parecer muy obvio pero, es a partir de esta pregunta-respuesta que emergen preguntas como qué hay que regular en cuanto a contenidos, concesiones u otros temas y quién debe regular la televisión y qué tan rígida debe ser dicha regulación o qué facultades se otorgan”.
Para él, este cuestionario daría fortaleza a un marco legal que hasta la fecha en muchas materias adolece de norma. Temas sobre ancho de banda, frecuencia o elección de normas “no tienen ni medio gramo de peso para el futuro de la televisión chilena –indica- ante cuestiones tan trascendentales como la regulación al mercado, la concesión y el surgimiento de canales privados, universitarios o de otra índole. En la actualidad, por ejemplo, nosotros no tenemos ninguna autoridad para preguntar a alguien para qué quiere una concesión. Debemos consultar sobre una serie de aspectos técnicos, pero no le puedo pedir compromisos de contenido. La ley sólo se refiere, por poner otro ejemplo, a que nosotros sólo debemos dar concesiones a quienes cumplan con las condiciones técnicas de concesión, entonces, en qué quedamos con esto de la regulación”.
¿Es posible seguir con la actual regulación que rige a la televisión pública en Chile?
«Con el sistema actual de regulación de la televisión chilena no podemos seguir y qué mejor que este momento para modificarlo. Nosotros, estas once personas que formamos parte del Consejo podríamos, hoy en día, en virtud de todos los vacíos que hay, no sé, hacer enormemente rico a un individuo que, sin la necesidad de decirnos para qué quiere una concesión, se hace acreedor de un canal y comienza a emitir lo que quiera y cuando quiera. Allí sólo tendríamos que esperar a que la gente impulse quejas, reclamos y demandas y recién podemos entrar a tomar causa bajo la actual autoridad con la que contamos”.
Y lo que la gente quiere ver es…
El CNTV, definido como un “órgano constitucional autónomo” tiene como misión velar por el correcto funcionamiento de la televisión a través de políticas institucionales que tiendan a orientar, estimular y regular la actividad de los actores involucrados en el fenómeno televisivo en sintonía con los cambios tecnológicos y socio-culturales. En virtud de ello, numerosos estudios se realizan periódicamente en pos de orientar sus lineamientos.
¿Qué quieren ver los chilenos?
«Todo depende de cómo se haga la pregunta porque, si le preguntamos a un grupo de personas si quiere ver más cultura y educación en la televisión, obviamente que la gran mayoría de ellas va a decir que sí, cualquiera sean sus hábitos culturales.
Cuando se dice que la televisión es un espejo de la sociedad, yo digo que no tiene por qué serlo. O sea, pongamos un ejemplo, si cuando yo fui director o presidente de un canal de televisión hubiese puesto todos los temas que yo quisiera, ese canal habría quebrado porque, puede ser que yo sea igual que el chileno promedio en algunos aspectos, pero no en todos.
Algunos indican que hay que darle a la gente lo que la gente pide pero ¿Qué pide la gente? La gente pide sólo lo que conoce. ¿En qué forma lo pide? Pues muchos dicen que si algo no le gustara, apagaría el televisor y eso es saber nada sobre consumo de televisión porque, en muchos hogares, los chilenos que prenden la televisión para ver un programa que le gusta son una ínfima mayoría. La gente, prende el televisor para ver qué hay y, entonces, pasea. También lo hace para sentirse acompañado o por muchas razones, por lo que no es cierto que si un programa o un contenido me desagrada, voy a apagar el aparato”.
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Noticias de la Universidad de Playa Ancha Dirección General de Comunicaciones
