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Estudiantes de la carrera de Pedagogía en Castellano fueron actores clave en la Jornada de Estudios Literarios que se realizó en el Patio RecreActivo de Casa Central, puesto que estuvieron a cargo de trabajar didácticas de la literatura basadas en el poemario “Pequeño odioso” del escritor Johnny Cansino-Flores (Daniel Tapia) con escolares de enseñanza media.
Fue así como los y las jóvenes se pusieron a disposición de los universitarios para visitar cinco estaciones de trabajo, dentro de un circuito, que consideraba distintas dinámicas que buscaban analizar los poemas del texto.
Posteriormente, fue el propio autor del texto, quien conversó con los participantes de esta Jornada, que fue organizada por la carrera de Pedagogía en Castellano y el programa de Magíster en Literatura de la Facultad de Humanidades de la UPLA.
Cabe destacar que la didáctica para trabajar el texto del escritor Daniel Tapia, la diseñó la profesora Yasna Velásquez con estudiantes de tercer año de Pedagogía en Castellano, y con la colaboración de Valentina Carrasco, estudiante del programa de Doctorado en Literatura Hispanoamericana Contemporánea.
Conversando con el escritor
Daniel Tapia, alias Johnny Cansino-Flores, tuvo tiempo de escuchar y ver los distintos comentarios de los y las escolares sobre su obra. Aspecto que para él era muy relevante puesto que cree que ellos y ellas son el público de su libro, y que propicia la posibilidad de adaptar ciertos textos precisamente para actividades como éstas.
“Pequeño odioso” fue financiado por el Fondo para Literatura Infantil, a través de la Beca de Creación Literaria, y tuvo como foco a lectores entre los 13 y 18 años. Sin embargo, da cuenta de experiencias educativas de personas que actualmente tienen más de 40 años.
“La educación que vivimos nosotros en los ‘80 es distinta a la actual, en ese tiempo se sufría la dictadura, la represión a los valores morales, otras costumbres que el libro refleja, quizás para los escolares de hoy es un tanto anacrónico. De hecho tuve que hacer varios cambios, saqué varias cosas que creía que podían ser mal interpretadas, es por eso que pensaba que los lectores ideales eran ellos, pero cuando salió el libro publicado se dio esta otra constante de que era más disfrutado por los lectores que vivieron ese tipo de educación y que se acordaban de las cosas que narro en el libro”, explicó.
De todos modos, para el escritor porteño el nexo con estas nuevas generaciones es la educación y las actividades propias del colegio a través de formas didácticas como la caligrafía, los acrósticos, o con los talleres de poesía y sus tareas.
Respecto a la posibilidad de seguir colaborando con la carrera y estudiantes de Pedagogía en Castellano planteó que le gustaría, puesto que su interés está en la educación y en el tipo de actividades que se desarrolló en la Jornada de Estudios Literarios.
