Desde el año 2014 hasta la actualidad, y gracias al apoyo de la Dirección General de Desarrollo Estudiantil, jóvenes de la Universidad de Playa Ancha campus San Felipe, efectúan un acto de justicia social tras implementar un preuniversitario gratuito para los alumnos de establecimientos educaciones del Valle del Aconcagua, el cual brinda y refuerza conocimientos necesarios para rendir una buena PSU y lograr acceder a la Educación Superior.

La oportunidad ha tenido continuidad en el tiempo a raíz del compromiso y arduo trabajo de Cristóbal Achú (ya ingeniero informático) y de Karin  Reyes (actual profesora de Educación Básica), quienes elaboraron la iniciativa durante su proceso de formación profesional, idea que fue respaldada por Gregorio Silva, director general de Desarrollo Estudiantil, y Karina Gómez, directora de la DGDE en San Felipe.

El Preuniversitario Abraham Muñoz, denominado así en homenaje a un ex académico de la UPLA que efectuaba clases gratuitas a aquellos que lo requerían, apoya a alumnos de tercero y cuarto medio, y a quienes habiendo culminado su enseñanza media, desean prepararse para ingresar a la universidad, por lo que les brinda la posibilidad de aprender matemática, lenguaje y/o historia.

Durante los años de existencia del preuniversitario, el cupo se ha ido ampliando en relación al interés de la comunidad. Inició con 25 estudiantes, luego con 40 y así progresivamente, y este 2019 cuentan con 50 personas por asignatura.

Novedades 2019

Una de las principales novedades de este año, según lo expresado por Karin Reyes, es la renovación de los profesores, ya que volvieron a trabajar con dos egresados de la Universidad de Playa Ancha: Cristián Henríquez es quien está ejerciendo el rol de profesor de Matemática y Pedro Campos de Historia; mientras que en Lenguaje se incorporó Rocío Cruz, quien fue alumna del preuniversitario, logró ingresar a la UPLA y hoy es estudiante destacada de Pedagogía en Castellano a raíz de sus buenas calificaciones.

En lo que concierne a la estructura de la clase, se está trabajando con una rúbrica que otorga los lineamientos de lo esperado en base al Marco para la Buena Enseñanza, donde se aborda la estructura, se instruye que las actividades vayan orientadas a los objetivos, entre otras funciones técnico-pedagógicas.

En el proceso de consolidación del preuniversitario, la inasistencia ha sido su principal talón de Aquiles, por ello, este 2019 quisieron trabajar el tema del compromiso. “Hicimos un proceso de preinscripción online, en el cual recibimos un montón de correos, creo que llegamos a los 150 y después lo cerramos porque se forma una lista de espera muy grande. Luego, realizamos dos días de inscripción presencial y estuvimos como coordinadores desde las 17.30 hasta las 21.00 horas con los alumnos, y solicitamos que acudieran con sus apoderados para conversar sobre las inasistencias, entregar las normativas y así lograr mayor responsabilidad”, detalló Cristobal Achú.

Desafíos

En relación a los desafíos existentes para ir puliendo el preuniversitario, aparte del compromiso de asistencia que se espera vaya mejorando. Se tienen muy presentes los resultados obtenidos por los alumnos, por lo que se enfocarán en evidenciar en qué ejes están más deficientes. “En eso nos va a ayudar el profesor Pedro Campos, porque lo aborda en el colegio en el que se desempeña, entonces vamos a tener un monitoreo más preciso en cuanto a los resultados de los ensayos y así podremos atacar a las deficiencias. Para eso, nos apoyaremos también de un sistema web que año a año hemos ido mejorando”, explicó Reyes.

En consecuencia, Achú añadió: “Cuando los alumnos entran al preuniversitario, la semana siguiente ya tienen jornada de ensayo de diagnóstico para identificar en qué situación llegan. Posteriormente, se hace un ensayo a mitad de año y uno final para ver la progresión. Hay ensayos que miden ciertas habilidades, ejes, y eso lo queremos implementar a través del sistema con el objetivo de que apenas ingresemos los resultados de los estudiantes, nos digan en qué habilidades están más descendidos, por ejemplo”.

Impacto en la comunidad

El Preuniversitario Abraham Muñoz se ha ido posicionado cada vez más en el Valle del Aconcagua, y a través de la recomendación de quienes participan del mismo, se genera un boca a boca que logra atraer cada vez más interesados en prepararse para la PSU en la Universidad de Playa Ancha (campus San Felipe).

En el 2018 se matricularon 11 personas que formaron parte del preuniversitario en la UPLA, por lo que la oportunidad se está transformando en uno de los pilares fundamentales para lograr un vínculo con los escolares y generar un impacto positivo desde la universidad hacia la comunidad.

Al respecto, Achú recalcó que “desde que partimos esto, nuestro sueño ha sido que el preuniversitario compita de igual a igual con los privados, que los alumnos no noten la diferencia y  por ello tratamos de mejorar cada vez más. Siempre hemos sentido que la universidad posee un rol social, así que tratamos de enmarcarnos en esa mirada… que no la tiene cualquiera. Esto es el Sello UPLA”.

Asimismo, Reyes manifestó en torno al aporte a la sociedad y a las muestras de gratitud que reciben: “La gente agradece mucho y habla bien de ellos, pero al mismo tiempo nosotros pensamos que el preuniversitario no hace un acto de beneficencia, sino de justicia con aquellos que no han podido alcanzar los niveles de aprendizaje que la PSU quiere. Lamentablemente la educación pública ha estado bien alejada del foco, entonces hacemos un acto que es compensatorio a lo que las personas tienen como derecho”.

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