La aplicación de técnicas novedosas a la hora de resolver incógnitas sobre el ciclo de los metales traza en el océano –con énfasis en la especiación de bajo nivel, los isótopos estables y los enfoques basados en sensores–, ha sido el campo de especialización científica del Dr. Lars-Eric Heimbürger-Boavida, destacado investigador del Instituto Mediterráneo de Oceanografía (MIO) de la Aix Marseille Université (Francia), quien realizó una estadía en la Universidad de Playa Ancha, más específicamente en el HUB Ambiental de la casa de estudios.
La visita del especialista –que por segunda vez arriba a la institución– se concretó en el marco del proyecto ECOS210007, “EMMA: Exploration of the mercury transformations mediated by microorganisms in aquatic ecosystems”, del programa de cooperación internacional ECOS-Sud, que el HUB Ambiental impulsa junto al MIO, con el apoyo del Plan de Fortalecimiento de Universidades del Estado (CUECH) – RED21992, y que está finalizando su tercer año de ejecución.
Además de sostener diversas reuniones e interiorizarse en el funcionamiento del equipamiento e infraestructura del centro de investigación, el Dr. Heimbürger-Boavida dictó el seminario internacional “Telling mercury stories”; (Contando historias del mercurio). Una actividad que tuvo como eje central el comportamiento de este metal, conocido por su toxicidad y su capacidad de bioamplificarse y bioacumularse en las redes tróficas o alimentarias de los ecosistemas costeros.
Para la Dra. Céline Lavergne, académica de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas e investigadora asociada del HUB Ambiental UPLA, contar con estas visitas internacionales es clave para el proceso formativo de los estudiantes del Doctorado Interdisciplinario en Ciencias Ambientales de la UPLA. En su calidad de directora del proyecto ECOS-Sud en Chile, planteó que, además de intercambiar experiencias con expertos extranjeros de gran prestigio, encontrándose en el inicio de su carrera como investigadores, estas visitas les permiten acceder a diversas oportunidades de colaboración a futuro, opciones que también favorecen a las propias(os) académicas(os) del HUB Ambiental y la propia Facultad.

“Lars-Eric –quien nos visitó en diciembre– ha sido el codirector de nuestro proyecto ECOS-Sud, gracias al cual ha podido visitar dos veces nuestro centro para compartir su conocimiento, participar de campañas científicas en la Cordillera de Los Andes y formar estudiantes respecto a nuevas técnicas de punta para medir mercurio, en concentraciones muy bajas, a niveles trazas en agua de mar, de río, o hasta en glaciares”, explicó, dando cuenta de la relevancia de estas estadías internacionales de expertos provenientes de instituciones francesas participantes de la iniciativa.
Preocupante bioamplificación
Gran parte de la investigación del experto del MIO se ha orientado a los sistemas polares, especialmente en el Mar Ártico, aduciendo que las especies que allí habitan, debido a la mencionada bioamplificación, contienen más mercurio. “Las personas de zonas como esta, en el hemisferio norte, cuya alimentación depende de estos peces o animales, están, por ende, más expuestas al metal y por eso es muy relevante estudiar lo que allí ocurre, considerando que el objetivo final de la investigación sobre el mercurio es proteger la salud humana y del medio ambiente”, enfatizó el Dr. Heimbürger-Boavida durante su visita.
“Mi experiencia consiste, sobre todo, en analizar concentraciones muy bajas de mercurio”, relató, indicando que este tiene la capacidad de bioacumularse hasta 50 millones de veces en el océano, abarcando desde el agua misma hasta peces grandes como el atún. Y aunque no es tan complicado medirlo, tratándose de altas concentraciones en la biota – como se denomina a la flora y fauna de una región en particular–, la ciencia aún no cuenta con una respuesta clara para estos niveles de bioacumulación.
Es por eso que, tal como mencionaba la Dra. Lavergne, es fundamental medirlo en concentraciones muy bajas, algo en lo que cual el científico europeo se ha especializado. En la ocasión, explicó que, a pesar de que “sabemos que los índices de mercurio son menores en el hemisferio sur que en el hemisferio norte, porque, en promedio, hay menos masa terrestre, menos continentes y menos industrias, no sabemos mucho sobre lo que ocurre en los glaciares, los ríos, la costa y el océano”.
En gran parte por este motivo, hace dos o tres años, el Dr. Lars-Eric Heimbürger-Boavida complementó su experticia agregando el estudio de las fuentes hidrotermales, “porque son la única fuente natural directa de mercurio en el océano y no la conocemos muy bien. Es importante entender la fuente, porque si no tenemos certeza de la proporción de mercurio natural que va a los océanos y se libera a la superficie terrestre, no podemos saber cuánto mercurio se ha añadido, efectivamente, al medio ambiente”, explicó, acotando que, de todas formas, esa vía de contaminación parece ser, a todas luces, menos nociva que la provocada por las emisiones antropogénicas o producidas por el hombre.
Por esta y más razones, el especialista europeo es categórico a la hora de plantear la gran relevancia que tiene realizar más investigación en este ámbito, así como también el trabajo conjunto, “para transferir conocimientos, dar a conocer los métodos que estoy usando rutinariamente en Francia, que pueden ser puestos en práctica aquí y se puede utilizar, no sólo para un proyecto como ECOS-Sud, sino a largo plazo”.
Fuente: Diego Trujillo Salinas, periodista Centro de Investigación Hub Ambiental UPLA.