Moisés Garay Astorga tiene 38 años, es trabajador social de profesión y cursa cuarto año de la carrera de Derecho en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Playa Ancha. Recientemente, ganó un concurso público nacional que le permitió ingresar a la nómina oficial para el cargo de procurador del Consejo de Defensa del Estado (CDE), en materias civiles y penales, el cual podrá ejercer durante los años 2024-2025.
También es padre, “porteño de corazón”, según se define, y posee una historia de vida inspiradora para quienes integran la comunidad universitaria, en especial, para las y los estudiantes; además, su logro marca un hito relevante para la carrera de Derecho de la UPLA, cuya primera promoción de estudiantes inició sus clases en el año 2021.
Moisés, es de esas personas a las cuales les ha tocado enfrentar grandes desafíos y dificultades durante su vida, pero hoy cuenta con una amplia experiencia, sabiduría y motivaciones para seguir desarrollándose y para contribuir a nuestra sociedad, de forma especial, a quienes más lo necesitan.
“Estuve diez años en el Hogar de Niños Arturo Prat de Valparaíso, organismo colaborador del Servicio Nacional de Menores (SENAME), por precariedad económica en ese tiempo. Fui un niño de escasos recursos, de una familia muy humilde y trabajadora; y el hecho de haber logrado ser profesional (trabajador social), es gracias al esfuerzo de mi madre y, a la vez, una alegría tremenda para mi familia. Y esta nueva noticia, vinculada a mi ingreso a la nómina de una institución pública como el Consejo de Defensa del Estado, la tiene tremendamente orgullosa y feliz”, expresó emocionado el futuro abogado.
Moisés, ¿cuáles fueron tus principales motivaciones para estudiar la carrera de Derecho?
“Primero que todo, uno tiene que hacer lo que le haga feliz. No estoy estudiando Derecho por dinero, esa no es mi motivación, me motivaron ciertas circunstancias personales de mi vida, en un tiempo determinado. Segundo: aprender, adquirir conocimientos, estar en una universidad; el hecho de sentarse de lunes a viernes a escuchar a docentes con vastos conocimientos y una inmensa experiencia, créeme que, para mí, es un privilegio.
Estoy estudiando Derecho porque quiero seguir creciendo como persona y aportar a la sociedad, aportar desde donde vengo, mostrarle a los niños, a las niñas, a las personas en general, que se puede. Que en el fondo, con perseverancia, con responsabilidad, uno puede romper los círculos de pobreza, y creo que la educación y el trabajo son los principales motores de movilidad. Probablemente, como abogado, voy a seguir siendo el mismo trabajador social de siempre, pero con más herramientas”.
¿Por qué elegiste a la Universidad de Playa Ancha como tu casa de estudios?
“Tenía muchos amigos que estudiaban en la Universidad de Playa Ancha y que fueron dirigentes. Miraba la UPLA y decía: ¡Wow, me gustaría estudiar ahí! Nunca pensé, te lo prometo, te lo cuento así súper emocionado, que iba a llegar al UPLA y, por las vueltas de la vida, ejercí trabajo social con víctimas de maltrato infantil y violencia y abuso sexual en la ONG Paicabi; y por diversos contextos, principalmente personales, sentí la necesidad de estudiar Derecho.
Durante la búsqueda de esta oferta académica en la Región, en el año 2021, me di cuenta que la UPLA había abierto la carrera, postulé con mi título profesional a Admisión Especial y quedé.
Soy la primera generación de Derecho UPLA y estoy muy orgulloso. La verdad es que en primer año, cuando los profesores nos presentaban, siempre les decía lo mismo: me siento privilegiado de estar en la UPLA”.
¿Cómo te enteraste del concurso del Consejo de Defensa del Estado y en qué consiste el rol de procurador?
“Me enteré del concurso por las redes sociales y, en particular, por la difusión de Valeria Leal Cornejo, exacadémica de Derecho Civil, a quien agradezco mucho.
Se trata de un concurso público a nivel nacional, que convoca a estudiantes de cuarto año, egresados o egresadas, titulados o tituladas de la carrera de Derecho de todo el país, para integrar la nómina y posiblemente ejercer como procurador del Consejo de Defensa del Estado.
El cargo requiere lo que por ley se le reconoce a las y los estudiantes de tercer año en adelante: que tengan todas sus asignaturas aprobadas, que estén matriculados o matriculadas en una universidad reconocida por el Estado y que cuenten con el Ius Postulandi (facultad de comparecer en juicio ante los tribunales, en representación de terceros, bajo el patrocinio de un abogado o abogada).
Pero en esta oportunidad, el CDE exigió ser estudiante de cuarto año y tener experiencia en el ejercicio de la procuraduría. En ese tenor, además de ser trabajador social, me desempeño en la ONG Semilla Amaranto, ejercí en la ONG Paicabi y colaboré en la Corporación La Matriz, que es una corporación probono que atiende a personas en riesgo social. Desde ahí he adquirido alguna experiencia como procurador, entonces postulé.
En cuanto al rol, el procurador o procuradora, es quien acompaña al abogado o abogada en el trabajo administrativo, de litigación y acude a los tribunales cuando las materias así lo permiten. Hay otras en las que no, como es el caso de derecho penal: el procurador no puede litigar, solo ir con un abogado o abogada. Pero en materia civil, de familia, de mediación o de salud, un procurador puede ir al tribunal y representar. En el área laboral y penal está más restringido”.
¿Cuáles fueron las etapas del concurso nacional y cómo las viviste?
“El concurso tuvo tres etapas: presentación y revisión de antecedentes; evaluación técnica, que es en el fondo es pruebas; entrevista (en línea) y proyecto personal. En la primera, uno debía presentar documentos y certificados, entre ellos: el currículum vitae, la concentración de notas y el Ius Postulandi. Entonces, cumplía con toda esas exigencias y la verdad es que cuando postulé, lo hice como un ejercicio para saber cómo estábamos en la UPLA, por lo tanto, efectué un testeo vinculado a nuestro nivel, a cómo nos están enseñando, cómo es esto de las instituciones públicas, qué nos exigen. Además, creo que me va bien, porque me dedico; entonces, dije: voy a postular. Y cuando llegó la respuesta de que había sido admitido, ¡quedé sorprendido, feliz, contento!
Luego, vino la segunda etapa, donde debía postular al área de afinidad en la cual quería desarrollarme y, la verdad, es que a mí me gusta mucho el área penal, la litigación penal, entonces, postulé a derecho penal, pero también a derecho civil, por el hecho de que daban dos opciones.
De ahí, vino la evaluación técnica que consistió en dos pruebas: una de derecho procesal civil y otra de derecho procesal penal (online), las cuales desarrollé mientras estaba a full pruebas en la Universidad. La verdad es que di las dos evaluaciones con la esperanza de aprobar, pero tampoco tan seguro. Pero bueno, salieron los resultados y fui aprobado tanto en el examen de civil, como en el de penal, en un concurso público en el que participaron cientos de personas a nivel nacional, y los cupos eran de 130 en civil y 130 en penal.
Después de mi aprobación, me realizaron una entrevista online (tercera etapa), donde se abordaron cuestionamientos vinculados a cuál era mi interés por el cargo, por qué quería trabajar con el Consejo de Defensa del Estado y cuál era mi expectativa en relación a la retribución del CDE”.
¡Muchas felicidades por este gran logro! ¿Cuál es el carácter contractual del cargo y cómo se complementará con la vida estudiantil?
“Si me llaman por estar hoy adscrito a la nómina de procuradores, no será una pasantía, ni una práctica, sino un trabajo. Este es un concurso de carácter contractual, digamos, en el sentido de que si en algún momento me contactan y realizo las funciones que se me soliciten, voy a ejercer a contrata o a honorarios.
En relación al complemento con la vida estudiantil, esto dependerá de los requerimientos y de los horarios que el mismo CDE te brinde. Se ajusta durante la conversación que podamos tener en el momento en que se pida el servicio. Mi prioridad es terminar la carrera. Claro, hay mucha gente que con tercer año y su Ius Postulandi comienza a trabajar, porque se puede ganar buen dinero, es un rango técnico, pero en mi caso, mi prioridad es terminar mis estudios”.
Moisés, tras todo lo conversado, ¿qué significa para ti el hecho de haber ingresado a la nómina tras competir con cientos de pares?
“Siento gratitud. Las acciones siempre demuestran más que las palabras; los hechos muestran a las personas. Entonces, cuando uno postula, se compromete, es responsable y los resultados se ven. Eso es lo principal. Y, por otra parte, siento satisfacción por el resultado que es fruto de la perseverancia de estos cuatro años que no han sido fáciles en la carrera y en lo personal. Derecho una carrera nueva, muy exigente y que cuenta con una carga. Siempre se dice que es individualista, pero con mis compañeros y compañeras de promoción hemos cambiado ese paradigma.
Además, debo destacar que, como muchas otras personas en la UPLA, soy padre y asumo el rol de crianza activo, como corresponde; trabajo en el área social y judicial, pero también en el negocio familiar los fines de semana y eso es una complejidad extra para el nivel de dedicación que requiere esta carrera. Pero de lo que más me siento orgulloso, es que se abre una oportunidad para que en la Región y en el país sepan que en la Universidad de Playa Ancha existe una carrera de Derecho que lleva cuatro años y que es de excelencia, que hay profesores de alta excelencia, que la exigencia es inigualable y que el resultado de este concurso lo demuestra”.
Profundizando en tu experiencia como estudiante en la UPLA, ¿cómo evalúas la formación que te brinda nuestra institución?
“Tengo la experiencia de haber estudiado cinco años en una universidad privada y hoy ser estudiante de una universidad pública. Y, la verdad, es que me siento muy orgulloso. En el 2021, entramos más de cien personas y hoy día somos aproximadamente 45 estudiantes activos en cuarto año, y eso da cuenta de que es una carrera que exige rigor, responsabilidad y perseverancia.
Entonces, me siento muy tranquilo con la formación que nos está entregando en la Universidad Playa Ancha. Además, quienes egresaremos de aquí, esperamos ser abogados y abogadas diferentes a los de otras casas de estudios, por el sello que nos entrega la UPLA. Como toda carrera nueva, no está exenta de dificultades y esas mismas adversidades nos van formando el tesón. La defensa de las personas justamente tiene que ver con eso: con desafíos, problemas, dificultades, donde uno tiene que innovar, crear, pensar”.
Y estos cuatro años de formación, no han estado exentos de eso, de saber crear, de saber innovar, de saber pararse frente a la adversidad y poder enfrentarla con rigor, y con la seguridad de que la enseñanza que nos están entregando es sólida”.
Finalmente, ¿cuál crees que es el sello de la carrera de Derecho UPLA?
“El sello de la carrera de Derecho en la UPLA es el de un abogado crítico, reflexivo, con una visión amplia del fenómeno jurídico, que es capaz de vincular distintas perspectivas, no sólo jurídicas, sino también sociales. Es una carrera con una malla innovada y, en ese mismo tenor, posee un sello social. Creo que el horizonte es formar abogados y abogadas que se desempeñen en distintos ámbitos, desde lo privado y lo público. Y en mi caso, me gustaría trabajar en el derecho penal. Me gustaría ser un abogado litigante”.