Noticias de la Universidad de Playa Ancha Dirección General de Comunicaciones
Con el fin de elaborar un expediente que declara como Monumento Nacional -en la categoría de Monumento Histórico, con atributos de sitio de Memoria- a la Ex Comisaría Barón, la Corporación Comunidad, Memoria e Integración (COMI) conformó un equipo interdisciplinario de profesionales; Entre ellos, el Dr. Marco Muñoz del Campo, académico de la Facultad de Arte de la Universidad de Playa Ancha.
El grupo abordó lo que fue un centro de detención y tortura durante la dictadura cívico militar con un trabajo de sistematización de información obtenida de distintos archivos, a cargo de Vania Cardenas (UV) y Cristian Venegas; recopilando testimonios de personas detenidas y torturadas en el sitio, a cargo de Jeannette Rosentreter (PUCV) y Jorge Maldonado; una sistematización del trabajo comunitario, a cargo de Natalia Castillo Jamett y Beatriz Saavedra. Todo aquello, coordinado por Castillo, junto a la gestión financiera de Evelyn Sáez y el dibujo de Camila Lobos.
Por su parte, Muñoz del Campo sistematizó información arquitectónica para entregar un informe respecto de atributos patrimoniales y valores heredables del inmueble, sumado a una propuesta de polígono de protección. Su trabajo consistió en llevar a una cartografía participativa la investigación testimonial e historiográfica, que permitió identificar atributos, pero además, potenció un proceso de reconstrucción histórica.
“Creo que lo más relevante de mi trabajo, más allá de la investigación documental y sistematización de antecedentes históricos y técnicos, fue la puesta en práctica de una metodología participativa para la valoración patrimonial de los resultados obtenidos en la fase de investigación, registro y sistematización de testimonios”, afirma el académico, colaborador del Doctorado en Ciencias Sociales UPLA.
Los resultados de carácter inmaterial de esta investigación son un insumo para que la Corporación COMI solicite un segundo aporte por parte de la Municipalidad de Valparaíso, para el registro de una cartografía participativa sobre los usos represivos y las intensidades en que se manifiesta la memoria en el sitio. De esta manera, se podrá iniciar un proceso de participación educativa, entregando valor patrimonial al inmueble, fundamentalmente en su manera intangible.
Además, el estudio arquitectónico permitió inferir los distintos usos que tuvo el lugar, incluyendo el uso policial, siendo uno de ellos el de recova a fines del Siglo XIX, o siendo una escuela y hogar a principios del siglo XX. “Lo más valioso a mi juicio, fue encontrarse con materiales y sistemas constructivos que permiten trazar la historia de la arquitectura y de las técnicas constructivas, que fueron clave en levantar la ciudad de Valparaíso” concluye el Doctor en Educación Permanente.
Nota en colaboración con Jacobi Hadley, periodista del Doctorado en Ciencias Sociales UPLA.
