Rector Sanhueza: “Valparaíso Ciudad Universitaria es una de las prioridades”

“Dentro de las prioridades del CRUV para el año 2022 están las de sumarse a pensar el desarrollo de la ciudad de Valparaíso y la región, retomar el proyecto Valparaíso Ciudad Universitaria y abordar los temas urgentes que derivan del cambio climático, la escasez hídrica, el desarrollo social, económico y cultural de nuestro territorio”, declara el rector de la Universidad de Playa Ancha, Patricio Sanhueza Vivanco, quien asumió a comienzos de mes la presidencia del Consejo de Rectores de Valparaíso (CRUV), que integran también las universidades de Valparaíso, Católica de Valparaíso y Federico Santa María.

“Seguiremos trabajando en las distintas comisiones creadas por el Consejo de Rectores en los ámbitos de la salud, la inclusión, la equidad de género, el patrimonio y otras materias de interés. Colaboraremos con los procesos de regionalización y descentralización, y con las políticas que promuevan el desarrollo de una educación equitativa y de calidad”, agrega.

Son lineamientos que se suman a la preocupación por la salud física y mental de los integrantes de la comunidad universitaria en su regreso a la presencialidad, mediante la adopción de las medidas preventivas que proporcionen seguridad y contención, y eviten los contagios en esta fase de la pandemia.

También aquí el rector se plantea sobre la propuesta del Consorcio de Universidades Estatales (CUECH) a la Convención Constitucional en el sentido que el Estado provea educación pública, laica y de calidad a través de planteles propios, que sean financiados total o mayoritariamente con aportes basales.

— ¿Y las prioridades desde la perspectiva de las problemáticas más acuciantes de la Región de Valparaíso?
— Valparaíso, Chile y el mundo están viviendo un proceso de cambios extraordinarios, transformaciones profundas que debemos saber leer e interpretar para aplicarlas a nuestras vidas y proyectos. Como Consejo de Rectores de Valparaíso, con una trayectoria de más de 50 años, nos abocaremos a los temas que nos parecen más acuciantes y que tienen que ver con el desarrollo social, cultural y económico de la Región. Nos corresponde el fomento del talento, la formación de profesionales, técnicos, graduados y postgraduados; la investigación, innovación, creación de la mayor excelencia. Estas capacidades debemos volcarlas a las necesidades de las personas, como es el agua y la sequía, y sus impactos en distintos ámbitos de la vida cotidiana. Ya tenemos centros de investigación trabajando en estos temas y proyectos relacionados con la situación hídrica en Valparaíso. También vamos a seguir colaborando en generar mejores condiciones para la vida en un ambiente libre de contaminación y en educar para que exista conciencia de que hay que cuidar el medioambiente. Otro de los problemas acuciantes de la Región son los niveles de pobreza y vulnerabilidad, y en esos temas debemos coordinarnos entre el Gobierno, el sector productivo y las propias instituciones de educación superior para impulsar iniciativas conjuntas en temas tan preocupantes como los señalados.

Déficit de profesores

— ¿Cómo asume la Universidad de Playa Ancha la estimación de que en 2025 habría un déficit de 32 mil docentes idóneos en Chile, de los cuales 1.850 corresponderían a esta región?
—El problema es complejo, tiene varias causas y desde las universidades llevamos varios años advirtiendo sobre esta preocupante tendencia. Se trata de un problema estructural que requiere soluciones que resuelvan las causas del problema. Lo hecho hasta ahora es más bien superficial porque las razones profundas del desinterés de los y las estudiantes por ingresar a las carreras de pedagogía tienen que ver con la falta de reconocimiento social de tareas tan relevantes como la de educar. Sabemos que de la educación depende el futuro de cualquier país y, muy específicamente, de Chile. Mayores exigencias de puntajes de admisión y/o su flexibilización no resuelven el problema, lo que se debe hacer es dignificar la profesión docente. Chile debe atender este tema con urgencia porque, peligrosamente, nos estamos quedando con una inmensa carencia de docentes en la educación escolar.

—¿Esta situación responde a un problema de recursos?
— Lamentablemente, las políticas públicas aún no han atendido bien este tema, sin perjuicio de reconocer que la carrera docente ha constituido un avance, pero insuficiente. Las universidades que forman profesores han cumplido una tarea heroica porque sin recursos suficientes han mantenido una oferta que, claramente, es subsidiada por las propias universidades. Acá lo que se persigue es un bien superior, más aún si queremos transformarnos en una sociedad del conocimiento. En cuanto a la valoración social, voy a citar el ejemplo de Finlandia, que experimentó un desarrollo explosivo en la calidad de su educación gracias a un amplio acuerdo social y político para priorizarla. En ese país, los profesores tienen un rango similar al de los médicos, tanto en su valoración por parte de la sociedad como en los recursos que reciben para ejercer su profesión. En Chile, en palabras simples, las pedagogías no resultan atractivas.

Aportes basales a universidades estatales

— La comisión de Derechos Fundamentales incluyó la propuesta del CUECH de que el Estado provea educación pública, laica y de calidad a través de planteles propios. Pero no que esa provisión sea gratuita ni que las instituciones estatales que la impartan sean financiadas total o mayoritariamente con aportes basales del Estado, como ustedes sugerían. ¿Qué le parece?
—La propuesta del Consorcio de Universidades del Estado era bastante completa e incluía varios aspectos. Sin dudas, las universidades del Estado cumplen un rol público distintivo, pues están obligadas a responder a las necesidades del país, expresadas muchas veces en políticas públicas que probablemente no se cumplirían si no fuese por la intervención de estas universidades. Un ejemplo son las áreas necesarias para el desarrollo del país y que no son rentables desde el punto de vista del mercado. Lo mismo ocurre en los temas territoriales. Mencionábamos el caso de las pedagogías como un ejemplo. Lo que ha planteado el CUECH es que nosotros debiéramos tener un financiamiento diferente y particularmente a través de aportes basales, para cumplir el rol que tenemos en nuestro ADN y en la ley de universidades estatales. Efectivamente nuestras instituciones deben responder a temas ligados al desarrollo y a la equidad, la inclusión, el desarrollo del talento en todas las áreas. Junto con ello, las universidades del Estado tienen una inmensa carga de obligaciones que otras instituciones no tienen y un conjunto de controles, muchos de ellos burocráticos, que ralentizan y encarecen la gestión. Somos partidarios de que estos aportes se canalicen hacia los basales, lo que da a las universidades más certeza de su desarrollo en el mediano y largo plazo, sacándonos así del modelo de mercado que ha imperado.

 

Fuente: Entrevista publicada en el cuerpo Domingo de Reportajes, de El Mercurio de Valparaíso, domingo 13 de marzo de 2022 (enlace para suscriptores).

 

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