Es la profesora que más tesis en filosofía ha dirigido en Chile; es la precursora de la enseñanza de la filosofía en lengua española; formó parte del equipo gestor del Centro de Estudios del Pensamiento Latinoamericano (CEPLA); y motivó a decenas de generaciones a asumir esta rama del saber como una forma de comprender el mundo. Es Cristina Orrego Salow, actual jefa de gabinete de Rectoría y académica de la Facultad de Humanidades de esta Casa de Estudios, quien el próximo lunes 30 de septiembre dejará esta universidad, tras 48 años de intensa labor.
Lo anterior explica por qué sus colegas y exalumnos realizaron un homenaje a su persona, cita que contó con la presencia del destacado escritor, político y académico Sergio Vuskovic, instancia que dio forma al coloquio «Universidad, Mujer y Filosofía: Cuarenta años de una historia».
Allí expusieron la Dra. Yasmín Díaz Saldes; la profesora Delia Salazar Vásquez; y el Dr. Eliseo Lara Órdenes, quienes bajo la atenta mirada de su exprofesora, hicieron profundas reflexiones sobre su calidad en el ejercicio filosófico, sus aportes a la enseñanza y comprensión de la filosofía y sobre la profunda calidez personal que macó a generaciones.
«Cristina Orrego ha sido la profesora guía de más de 80 trabajos de tesis, desde 1982. Además, marcó una presencia fundamental en un Departamento de Filosofía caracterizado por estar integrado por varones, y abrió los espacios para las distintas formas de filosofar. Sin duda, merece este reconocimiento de todos nosotros», dijo la Dra. Yasmín Díaz, palabras que fueron compartidas por el Dr. Eliseo Lara Órdenes.
La exposición de la profesora Delia Salazar Vásquez estuvo cargada de emotividad, quien sin dejar de mencionar el aporte académico de la homenajeada, compartió sinceras palabras de gratitud, especialmente por cultivar la vocación y constante motivación de sus alumnos por el saber y la reflexión permanente.
Tras recibir un ramo de flores de parte del decano de la Facultad de Humanidades, Alessandro Monteverde, quien destacó su trayectoria y compromiso con la labor académica, Cristina Orrego saludó a los presentes, visiblemente emocionada.
«Agradezco profundamente a todos haberme permitido ser su profesora. Agradezco también a mi madre (allí presente), por no coartar mis deseos de seguir una carrera universitaria. Agradezco a mis exalumnos y a mis colegas por ver en mí todas esas cualidades que me hicieron ser la profesora que fui. Gracias a todos los que vinieron, a los que me llamaron y también a los que me han escrito. Me voy feliz y con hermosas experiencias de mucho aprendizaje también. Estarán siempre en mi corazón», concluyó entre aplausos.
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