Una exposición sobre la experiencia del proyecto “Pensar y comer verde en la escuela”, ejecutado en 70 establecimientos educacionales de Vancouver, Canadá, realizó el Dr. Alejandro Rojas, profesor de la Facultad de Sistemas de la Tierra y la alimentación en la Universidad de British Columbia, en Vancouver.
La presentación la organizó la Facultad de Ciencias de la Educación, cuyo decano Dr. Luis Alberto Díaz, destacó el alto interés que tiene para nuestra casa de estudios, conocer la experiencia pedagógica que protagonizó este doctor, radicado en Canadá hace más de 35 años.
INICIATIVA
El Dr. Rojas dirige una iniciativa de investigación acción, financiada por el Consejo canadiense para la Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de Canadá, y en el cual participan profesionales de distintas áreas del conocimiento. Según él mismo explicó “busca convertir cada escuela en un espacio de esperanza” y por ello participan también representantes del área de educación y salud de Vancouver, además de una docena de organizaciones no gubernamentales, que se dedican a la defensa del medio ambiente.
“Lo que nos preocupa, en última instancia, es cómo contribuir a que las ciudades dejen de ser crecimientos tumóricos grises y se conviertan en pulmones verdes que respiren con la gente”, afirmó el académico, quien subrayó la necesidad de imaginar un mundo mejor como una fuerza adaptativa ante la crisis de insustentabilidad de nuestra manera de vivir.
Explicó que, frente a los impactos ambientales y de salud del sistema alimentario, el proyecto busca transformar completamente la experiencia de los estudiantes y la escuela, respecto a la alimentación y del entorno donde se sitúan las escuelas.
“Buscamos transformar el aprendizaje a través de una pedagogía innovadora de la educación para la sustentabilidad”, dijo.
Agregó que es fundamental trabajar con un pensamiento sistémico, pues se requiere conocer aspectos de producción, procesamiento, distribución, acceso de los alimentos, consumo y manejo de los desechos.
La idea es que los estudiantes vivan la experiencia del ciclo alimentario a fin de cambiar lo que los niños comen en las escuelas. Lo anterior –advirtió-, porque tanto en Norteamérica como en Chile, hay una verdadera epidemia de mal nutrición.
Tras cinco años de desarrollo de proyecto, se logró que las escuelas cultiven, mantengan, produzcan, cosechen, compartan su propio alimento, a través de huertos orgánicos. Con ello, se logró modificar las prácticas educativas y alimentarias en los colegios.
En la exposición del Dr. Rojas, también estuvo presente la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud, Mirta Crovetto, además de académicos de ambas facultades.