Positiva evaluación de cara al 2025 realiza proyecto que refuerza aprendizajes en colegios

Un intenso 2024 vivió el proyecto UPA 2395 de la Dirección General de Vinculación con el Medio (DGVM), iniciativa que tiene como objetivo realizar una contribución al fortalecimiento de aprendizajes de niños, niñas y adolescentes en comunidades escolares de Valparaíso, Concón y San Felipe. Lo anterior, bajo un enfoque intercultural y de género, y a través de un modelo relacional dialógico para levantar una propuesta co-construida con los establecimientos educacionales.

Académicos y profesionales de distintas facultades de la UPLA han estado a cargo de este proyecto que trabajó con seis establecimientos de la Región de Valparaíso: la Escuela José Manso de Velasco y el Liceo San Felipe del Valle de Aconcagua; las escuelas Irma Salas y Oro Negro de Concón; y las escuelas Eleuterio Ramírez y San Judas Tadeo de Valparaíso.

Fabiola Vilugrón Aravena, directora de la DGVM, relevó que “en el cierre del proyecto para el período 2024 podemos destacar que la implementación del modelo relacional dialógico ha permitido promover estrategias co-diseñadas a partir del desarrollo de talleres sobre perspectiva de género e interculturalidad dirigidos a las comunidades educativas. Estas iniciativas han estado alineadas con los objetivos de la Política Institucional de Vinculación con el Medio, particularmente en cuanto a sus principios orientadores y la co-creación de soluciones a partir de la bidireccionalidad”.

Por otra parte, destacó que “la participación de las comunidades educativas y la integración de los estudiantes de pedagogía en procesos formativos contextualizados, han fortalecido estos aprendizajes y esperamos avanzar en las áreas de Lenguaje y Matemática durante 2025, así como en un curso ‘sello’ y talleres sobre ambas perspectivas, dirigidos a estudiantes de formación inicial docente de la UPLA”.

“Pudimos conocer el contexto de cada escuela”

Paloma Díaz Tramolao fue la socióloga encargada de realizar un diagnóstico en estos colegios. “Iniciamos con una metodología cuantitativa, donde se utilizó como instrumento cuestionarios diferenciados para apoderados, docentes y estudiantes; y en la segunda parte se aplicó una metodología cualitativa, específicamente grupos focales, para estos mismos tres segmentos, con preguntas distintas para cada uno”, explica. En ese sentido, enfatiza que “la importancia de los datos radica en que pudimos conocer el contexto de cada escuela, y eso nos permitió realizar una construcción bidireccional y contextualizada de los talleres para los niños y niñas, de las charlas para los apoderados y de los cursos para los profesores”.

Tras la realización de este diagnóstico se levantaron las estrategias a aplicar en los liceos y escuelas. El asesor pedagógico del proyecto, Fernando Carrasco Mery, enfatiza en que “todos los datos que de allí surgieron están traducidos al diseño de una planificación didáctica para el aula. Nos interesa mucho lo que ellos nos puedan decir, los contenidos que puedan surgir desde ellos, y que es lo que está presente finalmente en estas estrategias”.

A partir de dicho diagnóstico entonces es que el tópico interculturalidad se abordó en las comunidades escolares, por ejemplo, a través de la exhibición del cortometraje animado “Migrante”, trabajo colaborativo construido con testimonios de 11 países de Latinoamérica; de la realización de representaciones artísticas de amigos migrantes de los estudiantes; o a través de reflexiones respecto a la idea de poder viajar a algún país de origen de algún compañero de curso. En tanto, para trabajar el tema género se analizaron spots publicitarios donde se promueven estereotipos; la normalización de determinados roles para hombres y mujeres en la cotidianidad y en medios de comunicación; y representaciones sexo-genéricas y nociones de amor presentes en canciones populares, entre otros.

Otra interesante acción que se llevó a cabo -en este caso con apoderados y profesores- fue un diálogo a partir de determinados “sitios comunes”. Por ejemplo, se analizaron canciones del repertorio nacional y reconocidas telenovelas que hablan del “amor romántico” y que proyectan una representación de identidades sexo-genéricas.

“En uno de los talleres en los que participé se llamó a una reflexión sobre el trato que deberíamos tener con un ‘otro’, a no discriminar ni por género ni por la manera de pensar, a ser inclusivos. Yo me empapé del proyecto porque creo que es lo que se necesita en esta sociedad, más aún sabiendo el rol importante que tenemos como apoderados, ya que somos nosotros quienes debemos apoyar a nuestros niños y niñas -con ayuda de las comunidades educativas- a que alcancen su mayor potencial integralmente, pero sobre todo en lo social y cultural, que hoy está tan al debe. Nos ayuda bastante como madres, padres y apoderados a aclarar ciertas dudas, y a abordar algunas situaciones que se pueden dar en el diario vivir en las comunidades educativas, las que a veces no sabemos cómo abordar”, destaca Saray Celedón Salazar, apoderada de dos alumnos de la Escuela Eleuterio Ramírez de Valparaíso.

“Estamos vivenciando una co-construcción para las proyecciones de este año”

Patricia Ross González, jefa técnica de UTP en la Escuela Oro Negro de Concón, calificó el proyecto como “bastante interesante, porque la perspectiva de género hoy en las escuelas es un tema complejo. Es difícil que los estudiantes puedan comprender, entonces este trabajo permite que se pueda incorporar dentro de la comunidad, porque no sólo los niños tienen problemas para poder asimilar esta diversidad; a los profesores también nos cuesta. Así es que estamos bien contentos de que la Universidad pueda trabajar y mostrar otra perspectiva, desde otra mirada, más lúdica, para lograr comprender”.

En esa misma línea, Gabriela Barra Gordillo, jefa UTP de la Escuela San Judas Tadeo de Valparaíso, destacó lo siguiente: “Me parece súper interesante y positivo, porque el trabajo en interculturalidad y género ha ayudado a abrir las mentes, y que los chiquillos entiendan de otra forma lo que está pasando. Por el contexto cultural que tienen, se da mucho el machismo y la discriminación, entonces les ha servido para profundizar y entender otras cosas; y también ha sido importante su participación, porque lo han hecho de forma positiva”.

Recientemente, el proyecto UPA 2395 realizó una jornada de evaluación de lo realizado el año 2024 en San Felipe, actividad que se replicará con las comunidades educativas de los establecimientos de Concón y Valparaíso. Al respecto, la coordinadora académica Paula Magnere Ávalos enfatizó en que “estuvo muy buena la jornada, principalmente porque pudimos recibir las percepciones de cada uno de los equipos de las comunidades educativas, obtener información sobre cada una de las acciones que se realizaron y conocer de primera fuente qué es lo que requieren, tomando en consideración la particularidad de cada una de sus realidades educativas. Lo relevante de este proceso que estamos vivenciando es la co-construcción colaborativa para las proyecciones del trabajo de este año”.

Erika Herrera Muñoz, directora de la Escuela José Manso de Velasco de San Felipe, dijo que el proyecto “ha ido incorporándose a la comunidad educativa, y lo que queremos lograr es que termine con un impacto final. Los tiempos acordados y la planificación dada por la universidad se han ido cumpliendo. Y, en ese sentido, una de las cosas que quiero destacar es cómo se ha hecho el seguimiento y monitoreo del proyecto por parte de la UPLA, para realizar mejoras pertinentes en el tiempo”.

En tanto, Felipe Mardini, director del Liceo San Felipe, comentó que “la contribución del proyecto ha sido bastante potente, ha favorecido el proceso de formación continua de los docentes en dos temáticas que están en la línea de la reactivación educativa, como son la perspectiva de género y la interculturalidad. Para el Liceo San Felipe son especialmente significativos estos dos temas, porque uno de nuestros sellos tiene que ver precisamente con la interculturalidad, dada la diversidad de nuestros estudiantes, de sus culturas y de lo que ellos pueden llevar al liceo como aporte; y desde la perspectiva de género, porque la verdad es que los resultados de aprendizaje dan cuenta de ciertas brechas entre hombres y mujeres, por lo que es bueno que los profesores tomen conciencia de que sus prácticas afectan en esos temas”.

(Daniel Labbé Y., periodista Dirección General de Vinculación con el Medio / Campus San Felipe)

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