“Al hacer un balance, me siento contento, porque finalizamos un año complejo, en general para nuestro país y por supuesto para nuestras regiones, con un conjunto de limitaciones asociadas a un problema de financiamiento público. Pero, ante esta situación, nos hemos ajustando en nuestro presupuesto de manera de terminar el año sin mayores dificultades y aspirar a tener un 2025 que sea más positivo que el año que recién termina, siempre con una mirada positiva y esperanzadora respecto a materializar nuestro plan estratégico y dar vida a nuestro proyecto educativo, fuertemente vinculado a nuestro territorio y con un sentido y compromiso social que evidenciamos en las distintas tareas de formación -de pregrado y posgrado-, vinculación con el medio, investigación, innovación y creación”.
De esta manera, el rector de la Universidad de Playa Ancha, Carlos González Morales, confirma su visión optimista en este momento de transición de un año académico al otro. Un buen momento para hacer un balance y adelantar lo que vivirá esta casa y sus integrantes durante los próximos meses. El continuo avance del proceso interno de participación y democratización, las satisfacciones que espera en postgrado e investigación, el reconocimiento de nuestra vinculación con el medio y su importante rol en las organizaciones interuniversitarias e, incluso, la salud mental de nuestra comunidad, son algunos de los temas que abordó.
—Ya que se declara contento, ¿qué es lo que más destaca del año 2024?
“Si observamos la realidad de la Universidad de Playa Ancha podemos confirmar que hemos tenido un año en el que ha primado el diálogo, la colaboración y el trabajo en equipo. Además, se trata de un diálogo cuya cualidad más virtuosa es que ha convocado a los tres estamentos, con mucha conversación, análisis y resultados concretos, lo que ha permitido consolidar una vida universitaria más plena y activa, promoviendo una convivencia interna más natural y con mayor madurez. Se han disminuido, claramente las interrupciones de actividades, lo que demuestra que las distintas unidades han trabajado para mejorar esa relación. Es un trabajo que requiere de mucho compromiso, además del respeto y valoración por alcanzar acuerdos mediados, consensuados y donde prime la cultura de la paz; siendo un trabajo permanente que debemos sostener en el tiempo. Tenemos que ser muy persistentes en ejercer una comunicación muy horizontal con nuestros tres estamentos”.
—Este mayor diálogo ¿tiene relación con la reforma de los estatutos y el nuevo marco más democrático de la Universidad?
“Por cierto. Yo creo que eso lo ha generado este espacio democrático y de más respeto. Ahora tenemos nuevos estatutos, recientemente promulgados, los que entraron en vigencia los primeros días de enero y que cambian el sentido de la participación universitaria, legitimando, por ejemplo, que gran parte de las autoridades académicas serán elegidas triestamentalmente, con pleno derecho a voz y voto. El primer cuerpo colegiado que tiene nuestra institución es el Senado Universitario, elegido democráticamente con la participación de toda la comunidad universitaria: estudiantes, funcionarias, funcionarios, académicas y académicos. Estos representantes tienen la compleja tarea de repensar los reglamentos de funcionamiento de la institución, crear los distintos reglamentos de elecciones, aprobar los nuevos programas y oferta académica de los próximos años, revisar el plan estratégico institucional, estudiar y revisar las nuevas exigencias de acreditación y articularlas con las unidades de aseguramiento de la calidad, entre otras tareas.
“En este poco tiempo, podemos asegurar que las senadores y los senadores han desarrollado un trabajo muy responsable, de mucho respeto y dedicación. Se observa una dinámica de trabajo muy horizontal, donde la opinión de todas y todos es importante, lo que ha posibilitado llegar a acuerdos en cada una de las materias hasta ahora discutidas. Esta participación, indudablemente, ha mejorado la convivencia interna entre las facultades, unidades administrativas, de gestión y auxiliares y en el estamento estudiantil”.
—Se trata de un proceso que continuará este año…
“Estamos recién empezando, pero considero que, en la medida que vayamos avanzando y tengamos más experiencia, podremos enfrentar de mejor manera las problemáticas más sensibles y complejas, generando más confianza y prestigio en este cuerpo colegiado y en las relaciones virtuosas que está llamado a construir. Estoy convencido que está siendo y será un espacio de discusión y reflexión muy potente para el desarrollo de la vida universitaria.
“El segundo cuerpo colegiado que está comenzando a tener vida es el Consejo Superior, el que también tiene una configuración triestamental recientemente elegida, pero, además, se integrará con la participación de tres representantes del Poder Ejecutivo; un egresado, con una trayectoria reconocida en nuestra Región, el que será elegido por el Senado Universitario de una terna propuesta por el gobernador regional; dos académicas/os elegidas/os por el estamento académico; un representante elegido por las/os funcionarias/os; y un estudiante. Los primeros días de marzo de 2025 ya debiéramos tener totalmente constituido este cuerpo colegiado”.
—¿Podemos pensar que ha habido un impacto positivo también en la salud mental de nuestra comunidad, que es otro tema central para usted?
“En realidad es un tema muy preocupante, que ha ido en aumento desde la pandemia y que se agudizó con el regreso a la presencialidad, aunque sus síntomas eran posibles de identificar hace algún tiempo. Hemos observado, por ejemplo, un aumento importante en el número de licencias médicas asociadas a temas de salud mental, ya sea por falta de redes de apoyo, recarga de trabajo, relaciones laborales debilitadas, tensiones familiares, en fin, se trata de un fenómeno multifactorial, que termina por repercutir en el clima organizacional y en la calidad del desempeño de nuestras tareas y responsabilidades cotidianas.
“La ley nos ha permitido implementar en el estamento funcionario -en algunas unidades – el teletrabajo, gracias al cual se ha logrado dar una respuesta institucional a casos y situaciones humanas muy delicadas. Lamentablemente, esa misma ley no permite implementar estas medidas en el estamento académico, aunque en casos muy puntuales y extremos hemos podido hacerlo extensivo, cumpliendo así nuestra voluntad de cuidado y acompañamiento permanente”.
—¿Qué se ha hecho y se está haciendo para enfrentar esta situación?
“Hemos estado trabajando con los distintos comités paritarios que tiene nuestra institución, identificando los factores de mayor riesgo, jerarquizándolos para, a continuación, de manera conjunta, enfrentarlos y resolverlos colectivamente, a través de charlas y otras instancias lideradas por especialistas y profesionales ad hoc.
“Es una tarea lenta que requiere de la voluntad, tiempo y compromiso de cada uno/a de los integrantes de la comunidad. Las/os trabajadoras/es finalizaban estas actividades muy conformes y bien dispuestos, sin embargo, los conflictos no han disminuido como quisiéramos; entonces, hemos vuelto a insistir con los comités paritarios, apoyados por la mutual que nos atiende (IST) más la Superintendencia de Seguridad Social, SUCESO.
“Estos vínculos y el trabajo coordinado han ido instalando progresivamente distintos instrumentos y actividades, cuyo propósito es detectar y trabajar con los equipos con mayor vulnerabilidad y sensibilidad, realizando intervenciones específicas en los mismos. De esta manera trabajaremos en el desarrollo de habilidades blandas y de comunicación efectiva con los equipos más debilitados. La salud mental no es un problema individual, es una situación que involucra a todo el colectivo, por lo tanto, debemos estar todos disponibles y atentos a apoyar y acompañar estos procesos. Vamos a continuar este trabajo, siendo nuestro norte el logro de espacios de trabajo más seguros y con mejor trato”.
—¿Cuáles son estos otros aspectos?
“Hemos mejorado la atención de salud de las/os estudiantes a través del quehacer del Centro Universitario para la Salud y el Bienestar, CUSABI. La Dirección de Equidad e Igualdad de Género tiene nuevas dependencias e infraestructura; el servicio de apoyo psicosocial para las y los estudiantes también ha progresado significativamente, con mejor mobiliario e instalaciones.
“Y algo que no es menor: hemos ido mejorando las condiciones de los espacios físicos, de modo que nuestro habitar sea respetuoso, digno y amable, modificando diametralmente las condiciones materiales con las que recibimos la Universidad. El año pasado y este hemos tenido muchas obras en el periodo de vacaciones, con mejoras en las Facultades de Arte, Ciencias de la Educación, Ciencias Naturales y Exactas, Ingeniería, piscina terapéutica en el Edificio Puntángeles, mantención en el Campus San Felipe y nuestra Biblioteca.
“Hoy estamos trabajando en los laboratorios de idioma y oficinas de la Facultad de Humanidades, los laboratorios de Salud en el Edificio Puntángeles y en los laboratorios de Enfermería, ubicados en los espacios de la Facultades de Ciencias e Ingeniería, además de mejoras y mantenimiento en el Casino. Se está terminando las obras de mantención y recuperación de la Sala de Artes Escénicas que volverá a posicionar la disciplina a nivel local, regional y nacional, gracias al trabajo comprometido y responsable del equipo académico de la carrera y de la Facultad al que agradezco.
“En fin, todo lo que apunte a mejorar la infraestructura y disponer de espacios dignos para el desarrollo de nuestras tareas, va en directa relación a una mejor salud mental la salud de nuestra comunidad. Este año esperamos materializar nuevos espacios para continuar este progreso y transformación considerable, además de desarrollar otros proyectos emblemáticos que enorgullecerán a la ciudadanía UPLA”.
—¿Y qué podemos esperar este año en el ámbito académico?
“Tenemos que iniciar nuestro trabajo orientado a nuestra próxima acreditación institucional, la que tiene nuevos criterios y estándares de calidad. Nuestro accionar, como consecuencia, estará orientado a materializar el actualizado Modelo Educativo con una armonización curricular que debiera aplicar a todos nuestros programas y oferta académica, tanto en carreras técnicas, profesionales y postgrado.
“Debemos, además, mantener y profundizar nuestro compromiso y consolidación en vinculación con el medio, pues nos ha permitido relacionarnos con el territorio en la búsqueda de soluciones para la región, postulando a distintos proyectos con financiamiento público: Mineduc, Gobierno Regional y Junaeb. Estos proyectos nos permiten también estudiar las problemáticas locales y buscar soluciones, que se pueden implementar, después, en el currículum. Estas experiencias de Vinculación se pueden traducir en futuros proyectos de investigación y publicaciones en revistas de corriente principal.
Seguiremos trabajando con las facultades con el propósito de generar nueva e interesante oferta para la continuidad de estudios, pues estoy convencido que tenemos una gran oportunidad de desarrollo y crecimiento.
—Menciona la investigación, que es otra área de gran interés para la UPLA…
“Vinculo de manera muy habitual la Investigación y el Posgrado, ya que en este ámbito estamos desarrollando un trabajo de mucha relevancia. Este año esperamos buenas noticias con la acreditación del Doctorado en Ciencias Sociales -ya se realizó, recientemente, la visita de los pares, estamos en espera de sus observaciones- y el Doctorado en Artes Integradas –cuyo equipo está trabajando en el informe de autoevaluación. Ambos programas son nuevos y se presentan por primera vez a este proceso, sin embargo, tenemos el convencimiento y convicción que serán muy bien acreditados (sabemos que el máximo número de años para programas iniciales es de tres años, creemos que lo lograremos).
“Ya están acreditados otros dos programas de doctorado: Literatura Hispanoamericana y el de Ciencias Ambientales. Vamos bien encaminados. Este año debiéramos presentar también a acreditación el Doctorado en Educación, que es un programa consorciado con otras dos universidades estatales, la Universidad de Antofagasta y la Universidad de Los Lagos. Estamos convencidos que todos nuestros doctorados van a estar acreditados, lo que nos tiene contentos e ilusionados. Los posgrados van a ser y ya son una tremenda vitrina para nuestra universidad. De igual manera y directamente relacionado con ellos, sus claustros académicos están constituidos investigadores altamente competentes y de gran capacidad profesional, quienes han comprometido proyectos de investigación financiados por la ANID y publicaciones de corriente principal, por lo tanto, nuestros indicadores de productividad se verán notablemente incrementados. En este mismo sentido, recientemente han sido adjudicados seis proyectos Fondecyt de Iniciación, dos corresponden a académicos/as de la Facultad de Educación, tres a las académicas/os de la Facultad de Ciencias Sociales y uno a una académica de la Facultad de Humanidades.
“Y en las últimas horas, además, se nos ha informado de la adjudicación de cuatro Fondecyt regulares, dos correspondientes a académicos/as de Humanidades y dos de la Facultad de Arte.
“Este progreso notable es una hermosa noticia para nuestra Universidad, y por supuesto, potencia y nutre la investigación en nuestra casa de estudios y el futuro consistente que esperamos legarle. Felicitaciones a todos esos académicos/as que realizan estos procesos de investigación convencidos del rol que tiene nuestra Casa de Estudios para el bienestar de la ciudad, la región, el país y el mundo”.
—Hay un desafío que no ha mencionado: en marzo le corresponde asumir la presidencia rotativa del Consejo de Rectores de Valparaíso (CRUV). ¿Lo ve así, como un desafío?
“Por supuesto, porque ahí nos juntamos las cuatro universidades tradicionales de la región de Valparaíso para enfrentar en conjunto problemáticas del territorio. Pero es un trabajo colectivo y en este último tiempo hemos decidido enfocarnos y avanzar en ciertas líneas estratégicas y prioritarias que tienen que ver con la instalación de la estrategia de ciencia y tecnología, recientemente aprobada en el Gobierno Regional; seguir aportando en arte y cultura en nuestro territorio, avanzar en la idea de reposicionar la región de Valparaíso como una ciudad universitaria. En general debemos desarrollar un liderazgo que involucre el trabajo colectivo y colaborativo de las universidades que conformamos el CRUV: UV, UTFS, PUCV, UPLA”.
—Al mismo tiempo, seguirá representando a la universidad en otras asociaciones, como el Consorcio de Universidades del Estado (CUECH), el Consejo de Rectores (CRUCH) y la Agrupación de Universidades Regionales (AUR). ¿Qué nos puede contar de su trabajo allí?
“Un rol muy importante y exigente que me ha tocado asumir en el último tiempo es la revisión de la problemática de las pedagogías. Junto al rector Nelson Vázquez, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), y la rectora Elisa Araya, de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), ya presentamos una propuesta para cambiar la política pública respecto a las pedagogías y las vocaciones pedagógicas. Actualmente, el Ministerio la está revisando y esperamos en los próximos días revisar la propuesta que el Mineduc elaborará basado en las sugerencias que le hemos realizado, documento que debe ser ingresado al Congreso Nacional en el mes de marzo.
“También me eligieron, recientemente en la reunión del CRUCH realizada en el mes de enero, en la Universidad de Tarapacá, como uno de los integrantes de la Comisión de Acceso, donde evaluaremos los mecanismos de admisión para la Educación Superior. Además, pertenezco a la comisión revisora de Cincel, que es una corporación que depende del CRUCH, cuyo trabajo es facilitar el acceso a la información científica y de bases de datos de revistas y publicaciones periódicas de corriente principal, redes de acceso a la Web of Science y temáticas relacionadas. Ahí estamos intentando que se disminuyan los costos para las universidades más pequeñas, ya que el acceso a documentación resulta muy caro”.
—Al comenzar el receso de verano, ¿qué mensaje le gustaría dejar a la comunidad UPLA?
“Seguimos aportando para que nuestra universidad pública y regional sea ampliamente reconocida por el gran aporte que realiza en la formación de técnicas/os y profesionales con un marcado compromiso social y con un gran arraigo regional. Nos interesa el trabajo asociativo, colaborativo, interfactulades, transdisciplinario, respetuoso y comprometido. Tenemos una tremenda oportunidad de potenciar y seguir fortaleciendo ese camino, confiando en nuestras capacidades y en las innovaciones que hemos implementado en este corto lapso, gracias a la generosidad de toda nuestra comunidad, sus académicos/as, funcionarios/as, estudiantes, el compromiso de las facultades y el reconocimiento que territorialmente hemos alcanzado.
“Tengan confianza en los equipos, en el Senado Universitario, en que vamos a tener un Consejo Superior amplio, abierto y con participación triestamental. Necesitamos el compromiso de todas y todos, ya que vamos a tener un año con muchos desafíos y variadas oportunidades, convencidos en continuar avanzando con nuestro proyecto universitario con más entusiasmo, colaborando y aportando desde los distintos quehaceres de cada uno y cada una de los integrantes de la comunidad universitaria.
“Felices vacaciones para todas y todos”.