Incentivar la participación de artistas que se encuentren en un periodo de formación de su carrera y que se interesen en reflexionar en torno a los espacios de exhibición no convencionales, fue el objetivo de la Corporación Cultural USACH y KSA8 para convocar al “Ciclo de diálogos formativos: prácticas artísticas en espacios de exhibición no formal”, encuentro que concentró una serie de tres conversaciones sobre procesos autorales entre artistas consagrados y en etapa inicial.
Este llamado motivó a la estudiante de Licenciatura en Arte UPLA, Gisela Otárola, para postular su proyecto de tesis titulada “La materialidad de lo radiante. Reflexiones corporales en la instalación escultórica con desechos”, investigación que consiste en acciones de intervención que se efectúan en espacios públicos y lugares naturales y que se materializó, en esta oportunidad, con una instalación escultórica desplegada en la reserva natural de las dunas de Concón.
“Trabajé con la obra ‘Portales’ y la materialidad que utilicé tiene carácter de desecho, en este caso bolsas de té. Para ello ocupo los envoltorios como material de creación por su carácter radiante, utilizo solo aquellas que tienen un interior plateado. Su capacidad reflexiva es el principal motivo de usarlo, la manera en que refleja lo transforma en unaclos de diálogo, UPLA, especie de espejo difuso que devuelve la luz a su entorno. Llevé esta materialidad en gran formato a las dunas con la intención de hibridar su lenguaje estético con el paisaje, crear una ilusión óptica que remita al mar y también experimentar en la acción las posibilidades de agencia material en los envoltorios, de esta manera la materialidad cobra vida al entrar en contacto con el aire, el sol y el espacio natural”, explicó la estudiante de la Facultad de Arte.
De acuerdo a lo manifestado por Gisela Otárola su propuesta de obra surge de la catedra Avanzado de Forma y Espacio III y IV que dicta su profesora de tesis, Maricel Gómez de la Errechea, investigación con la cual busca convocar a la percepción y la reflexión en las personas desde esta materialidad radiante, poniendo en valor los encuentros y la activación de nuevos espacios sociales que permitan atravesar las barreras presentes en la sociedad, sobre cómo crear espacios sensibles y reflexivos que activen nuestra percepción sobre la realidad actual. “Por lo tanto, la obra no se limita a los parámetros tradicionales y considerando que es un material que surge de la cotidianidad, posee una carga simbólica social en donde el té se encuentra presente sobre todo en espacios sociales para compartir y dialogar”, expresó.
Al ser consultada por las motivaciones para participar del Ciclo de diálogos formativos la artista UPLA reconoció que “decidí participar de este ciclo para conocer el trabajo de otros artistas, las motivaciones y desafíos que surgen al realizar obras en espacios públicos. También aprender de sus procesos creativos, principalmente adquirir herramientas que permitan ampliar mi trabajo hacia las artes mediales y sonoras. Otra motivación es conocer a otros y otras compañeras que estudian arte, expandir redes, conversar sobre inquietudes en común y descubrir sus intereses creativos”, finalizó.