Estudioso, disciplinado, organizado, motivado y perseverante. Esas son algunas de las características que podrían definir parte de la vida de Cristian Cuadra González, un joven oriundo de Valparaíso que, tras estudiar Kinesiología en la Universidad de Playa Ancha, se fijó altas metas profesionales y respondió a sus ansias para lograr que, su saber, fuera más robusto.
Hoy, y después de un extenso proceso formativo en el extranjero, Cristian es postdoctor en Reflejos y Circuito de la Médula Espinal e imparte cátedra en The State University of New York, en el área que le ha llevado el alma, que es investigar la neurociencia, específicamente, en rehabilitación.
Cuando explica de qué se trata el foco de su interés, detalla (sin ocultar su pasión por el conocimiento) que, en general, la neurociencia es fundamental para todas las disciplinas del área de la salud, bioingeniería, rehabilitacion y, puntualmente, en kinesiología, pues permite entender todo lo que el ser humano realiza. En este contexto, explicó que la Neurorrehabilitación es la especialidad de la Kinesiología, que se preocupa del tratamiento de las enfermedades de origen neurológico y tiene como objetivo mejorar las capacidades funcionales dañadas.
“El cerebro está conectado con todo lo que hacemos, desde el punto de vista de lo motor, lo sensorial, lo cognitivo, las emociones; respecto a cómo nos comunicamos con el medio y cómo comprendemos lo que nos dicen. Estas múltiples relaciones nos plantea el desafío de entender y estudiar las diferentes esferas del daño al Sistema Nervioso Central, como por ejemplo tras un Accidente Cerebro Muscular; un traumatismo encéfalo craneal; o tras una lesión degenerativa como el Parkinson o Esclerosis múltiple, que son cuadros altamente discapacitantes e incluso mortales. Es por ello que el estudio de neurociencia aplicada a cuadro clínicos es relavante para entender los mecanismos fisiológicos y generar estrategias de rehabilitación desde la vereda de la evidencia científica”, dijo el Dr. Cuadra.
Hace un tiempo, cuando participó en un seminario en nuestra Universidad, precisó que, en ese momento, el foco estaba centrado en que el sistema nervioso está en constante modulación y que, por ello, era importante conocer de qué forma era posible generar cambios en las conexiones neuronales relacionadas con movimientos funcionales, y que es fundamental medir la magnitud de la modulación.
“Hoy en día estamos en el proceso investigativo de cómo entender estos circuitos neuronales, lo cual podría lograrse a través de la combinación de ejercicio con la estimulación eléctrica cerebral, espinal, muscular, o de nervios. Lo positivo es que algunas de estas son herramientas que nosotros como kinesiólogos utilizamos en la terapia día a día”, dijo en esa oportunidad.
Sus comienzos
Cristian Cuadra cursó su carrera como kinesiólogo, con profesores que recuerda con cariño: Juan Vergara, Mauricio Villarroel y Mauricio Valenzuela, entre otros, porque lo suyo claramente siempre fue la anatomía y neurociencia. Entonces, no fue extraño que se dedicara a la docencia en esa área acá, donde desarrolló esa función en distintas carreras del área de la salud, hasta el 2014.
Luego vino la especialización: Magíster en Estadística en la Pontifica Universidad Católica, tras lo cual, casado también con una egresada UPLA, partió rumbo a Estados Unidos a hacer un Doctorado en Kinesiología, bajo la supervisión de un físico ruso muy renombrado a nivel mundial, Dr. Mark Latash, en Penn State University. Posteriormente, el Dr. Cuadra realizó un postdoctorado en Circuito de la Médula Espinal (que estudia el reflejo del movimiento), gracias a una beca que obtuvo en Emory University y Georgia Tech (Georgia Institute of Technology), Atlanta.
-¿Por qué tanto interés en la neurociencia del movimiento?
“Porque es muy interesante lograr entender cómo el cerebro controla los movimientos, porque es algo medible. El gran investigador ruso padre del control motor Nikolai Bernstein, decía en 1920 que el gran desafío era conocer los mecanismo de control de movimiento, a través de su relación con el movimiento mismo. Afortunadamente, después de casi cien años hemos avanzado en investigación para entender y caracterizar la relación de cambios en señales neurales y cambios en la mecánica del movimiento. Así, estudiar modelos de daño cerebral sirve para comprender el rol de las distintas partes del sistema nervioso involucradas en el control de la postura, la marcha, la respuesta a perturbaciones, la capacidad de realizar una tarea de alcance con la mano, destreza y coordinación de los dedos, entre otras.
Además, podemos estudiar cómo el mismo envejecimiento hace que nuestras propiedades cambien. ¿Por qué de repente sentimos que somos más inestables? ¿por qué los músculos no responden como antes o, simplemente, nos sentimos más débiles, porque la fuerza de no es la misma. Todas estos cuestionamientos del día día son relevantes y focos de estudio entre la interacción del sistema nervioso y los movimientos de nuestro cuerpo.”
-Eso podría ocurrir, porque los músculos cambian…
“No solamente cambia el tejido muscular, sino que también se producen cambios en las vías neurales asociadas al movimiento que hacen que estos se enlentezcan, se produzcan mayor coactivación muscular y por ende cambios en el comportamiento”.
Su relación con la UPLA
– ¿Cómo visualiza las herramientas iniciales que le entregó la UPLA en su formación inicial?
“Yo soy un agradecido de la formación de la universidad. La rehabilitación como ciencia es incipiente, así que más que de artículos, aprendimos de las experiencia clínicas de nuestro profesores. Hoy en la evidencia es mayor, lo que hace que la formación inicial sea con mejor sustento en ciencias de la rehabilatación. Por otro lado, en la UPLA lo pasé muy bien, porque además de ser buen alumno y disfrutar estudiar, tenía vida universitaria y personal que me permitió visualizar la realidad social en la que uno está inmerso, lo que permite tener perspectiva de la dimensión social y el rol que cumple la UPLA en nuestra sociedad”
-Usted ya mucho tiempo que hace clases en el extranjero ¿Hay algo que caracteriza al estudiante UPLA?
“La realidad de Chile es distinta a otras universidades, y más en el caso del profesional UPLA, ya sea del área de la educación, ingeniería, humanidades o salud, somos `todoterreno`, y así nos definimos. Somos todoterreno, porque a veces no contamos con las herramientas tecnológicas de última punta, pero sí contamos con la habilidad de poder crear intervenciones, crear modelos, que se adapten y den solución a la problemática que buscamos abordar. Nosotros somos muy creativos y, desde ese punto de vista, es una característica muy positiva para la investigación”.
-¿Cómo aplica esa habilidad o competencia en su trabajo?
“Yo diseño mis sensores, programo el software, construyo cosas, adapto lo que existe, justamente para poder medir específicamente de acuerdo a la pregunta de investigación que estoy trabajando. Y eso es una de las cosas que aprendemos: a adaptarnos al espacio en el que estamos y ser creativos”.
-¿Y cuánto impacta en contenido este tipo de formación?
“Eso depende bastante, porque en mi caso, siempre fui un alumno bien estudioso y trataba de sacar el provecho a todas las clases. Por ejemplo, si tenía cuatro horas promedio de clase en la universidad, yo estudiaba ocho. Era súper dedicado, pero después me daba tiempo para distraerme, porque una cosa no quita la otra. Hay que mantener balance la vida”.
-Entonces su formación acá lo marcó…
“Sí, salimos bien preparados. Uno no puede pretender que la universidad te entregue todo, sino que debe dar las herramientas básicas para desenvolvernos en el campo profesional. Lo comparo con otros espacios formativos que he conocido. Yo trabajo en Estados Unidos, y ahora soy profesor de State University of New York, y puedo decir que la formación que nosotros recibimos (en mi caso hace veintitantos años), fue muy buena. Hasta el día de hoy me acuerdo de muchas cosas que mis colegas extranjeros se impresionan que las sepa, respecto a cuadros patológicos, diagnóstico diferencial, y sobre todo, anatomía. Esos conocimientos los recibí aquí, en la Universidad de Playa Ancha”.
-En ese contexto ¿Qué significa para usted volver a esta aula?
-“Siento que vuelvo a la casa, porque reconozco al personal, al auxiliar que me recibe, la persona que trabaja en la cafetería, a la secretaria de la facultad. Aquí me voy encontrando con gente que trabajó desde que yo era estudiante y luego profesor. Sin duda, volver a la UPLA es volver a mi casa”.
Para tener presente
-¿Qué mensaje le daría a aquellos profesionales que están en formación o a quienes iniciarán sus prácticas profesionales?
“Creo que hay cosas que difícilmente se ganan en la universidad. Me refiero a las habilidades blandas que, sin duda, se deben desarrollar en cualquier ámbito, pero particularmente cuando uno trabaja con usuarios/pacientes, son cruciales. Es fundamental mantener esa conexión con la persona, y entender que el problema de salud que lo trajo a nosotros, va a tener una dimensión personal. Segundo, entender la responsabilidad que tenemos como profesionales. Tenemos la responsabilidad de saber lo que le está pasando al paciente, y si no lo sé, tengo que buscarlo, estudiarlo, y si me supera, derivarlo a algún otro colega especialista. Entonces, mi mensaje es estudiar, ser responsable, y ver a esa persona de manera integral. También es importante llegar a las consultas siempre a la hora y acumular una masa de conocimiento actualizado. Todo esto no solo permite al profesional hacer bien su trabajo, sino también lograr que el paciente crea en uno; y eso, es un muy buen comienzo en el proceso de rehabilitación”.
Esta entrevista se dio en el marco de la reciente visita que el Dr. Cuadra realizó a nuestra Universidad, ocasión en la que se reunió con un grupo de académicas para avanzar en un proyecto que busca desarrollar tecnología de bajo costo para estudiar la función de la mano en personas que han perdido la movilidad por algún trauma. Esta visita implicó, además, reuniones con autoridades del área de investigación y capacitaciones de dispositivos que se utilizarán en el proyecto.