No se puede negar la colaboración de los chinos, esclavos en Perú, en el transcurso de la Guerra del Pacífico. Liderados por Quintín Quintana, un ciudadano de origen cantonés, cuyo nombre original parece haber sido Liu Tang Sin Shin, un número indeterminado de orientales lucharon junto a las tropas chilenas en territorio peruano.
Sin embargo, los chinos no eran apreciados por la sociedad de la época e incluso se intentó en el Congreso Nacional impedir su ingreso al territorio nacional. En 1906, Malaquías Concha, diputado demócrata, un partido obrero, presentó el siguiente proyecto de ley: “Queda prohibida la inmigración en el país de individuos de raza amarilla y mongólica”. La literatura de la época mostraba una mirada crítica a estos inmigrantes.
Con el tiempo todo ha cambiado. ¿Quién no ha comido en alguno de los miles de restoranes chinos que hay en todo el territorio nacional? Para hablar de esta inmigración, en Valparaíso, entrevistamos al académico Mauricio Jara, de la Universidad de Playa Ancha, quien señaló: “De los inmigrantes chinos en Valparaíso durante el siglo XIX y los comienzos del XX, hasta la firma del tratado chino-chileno en 1916, muy poco se conoce. Benjamín Vicuña Mackenna recordaba haber visto en Quillota en 1851 alrededor de diez chinos o culíes en el trabajo en el campo y de otro grupo de más o menos 50, también por ese año, en actividades mineras en La Higuera. Algunos narradores locales que han hecho mención a los chinos en el Puerto coinciden en que se trataba de un grupo muy pequeño, generalmente hombres, dedicados a trabajos de arrastre de cargas y descargas en el muelle y en el traslado y transporte en el entorno del barrio puerto y sus cerros cercanos: Toro, Perdices, Santo Domingo, Cordillera”.
-¿Cuáles dificultades tuvieron los migrantes en aquella época?
-Una de las mayores dificultades que tuvieron fue de orden idiomática y por la distancia y resistencia social que se les tenía, por considerárseles portadores de enfermedades de difícil sanación como el tracoma, beriberi y la fiebre amarilla. Esto último a causa de que, a contar de febrero de 1906, una compañía japonesa viajó entre los puertos del Asia con la costa californiana, mexicana, peruana y chilena. De los vapores de esa compañía nipona, tres veces al año comenzaron a llegar diferentes mercancías y grupos indeterminados, pero por lo general no superior a 23 a 50 chinos provenientes principalmente de la provincia de Cantón. De ese número la mayor parte se quedaba en Iquique y no más de cinco en Valparaíso o emigrando a otras ciudades de la zona central.
-¿Y qué ocurrió con los controvertidos fumaderos de opio?
-El doctor Lucas Sierra, siendo Director de Sanidad, a mediados de la década del veinte, relataba que había practicado en el Barrio Puerto una “batida contra los fumaderos que poseían algunos ciudadanos asiáticos y se decomisaron cientos de kilos de opio preparado para fumar… y un gran trozo de opio acondicionado como una caja de té, y que bien pesaría unos treinta kilos”. Estos fumaderos de opio estaban bien provistos de pipas de bambú, agujas y demás artefactos utilizados con fines recreativos o herbáceos por los hijos del Celeste Imperio.
Ha pasado un siglo y todo ha cambiado. China es el principal socio comercial de Chile. En 2023, el intercambio comercial entre ambos países alcanzó los US$43.000 millones, de los cuales US$27.000 millones correspondieron a exportaciones chilenas y US$16.000 millones a importaciones. Chile envía a China: cobre, diversos minerales, frutas, vino y salmón y desde Oriente vienen bienes de consumo, como: electrónica, ropa y juguetes. En este último tiempo China ha invertido en nuestro país en minería, energía e infraestructura.
Fuente: texto publicado en La Estrella de Valparaíso, sábado 2 de marzo de 2024 (acceso para suscriptores).