Las universidades del Estado, tras un trabajo conjunto con el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), presentaron esta semana un modelo que permitirá enfrentar el consumo problemático de estas sustancias en la educación superior.
El documento “Culturas preventivas para la vida estudiantil en universidades del Estado” contiene orientaciones para la implementación de un modelo de intervenciones, pensadas de forma que respeten la singularidad de cada institución y no impongan un solo procedimiento estricto.
Karina Gómez, coordinadora de la Unidad de Desarrollo Estudiantil en el campus San Felipe de la Universidad de Playa Ancha, destacó la presentación como “un hito muy importante, pues el modelo fue realizado por profesionales de las diferentes universidades del Consorcio de Universidades del Estado (CUECH), es un modelo de conceptualización y trabajo que aporta orientaciones técnicas a los equipos de apoyo psicoeducativos y sociales, desde la perspectiva de la promoción y prevención”.
El trabajo que se materializó en este documento se coordinó a través de la Red de Fortalecimiento de la Vida Estudiantil, constituida por profesionales dedicados a la atención de estudiantes, quienes promueven la reflexión y acción a través de diversos proyectos centrados en la integralidad y diversidad del estudiantado, conociendo sus problemáticas y la multiplicidad de factores que inciden en su trayectoria educativa.
Durante el lanzamiento, realizado en la Casa Central de la Universidad de Chile, la UPLA también estuvo representada por la asistente social Ximena Urrea, encargada del Programa Consciente. También destacó del modelo “su enfoque en la prevención y la promoción de factores protectores en la vida estudiantil, en lugar de imponer procedimientos rígidos. Comprende que la soluciones no son universales, sino que deben adaptarse a las realidades individuales de cada comunidad educativa, respetando la singularidad de cada institución, las características de sus estudiantes y las problemáticas específicas de cada territorio”.
El resultado del trabajo conjunto entre las universidades estatales y SENDA es “un modelo orientado a convertirse en una herramienta de trabajo que proporcione una batería técnica en la materia y que dote a las instituciones de una mayor capacidad para anticiparse a las dificultades, generando acciones atingentes y oportunas”, según Osvaldo Corrales, presidente del CUECH y rector de la Universidad de Valparaíso.
Natalia Riffo Alonso, directora de SENDA, reiteró el compromiso de su institución con las universidades del CUECH, con las cuales ha colaborado desde hace quince años. “Por lo tanto, hoy día recibir esas orientaciones del Consorcio es algo muy potente y valorable para seguir trabajando”, dijo.
Promoción, prevención y detección temprana
Durante la presentación, el contenido del documento fue detallado por Luz María Muñoz Castillo, directora de Asuntos Estudiantiles de la Universidad Arturo Prat, quien planteó que “necesitamos preocuparnos del brazo de promoción, prevención y detección temprana. Dentro de los objetivos, buscamos acordar un marco interpretativo común sobre la concepción del tránsito del estudiante por la universidad, caracterizar factores de riesgo y promover su observación constante”.
Lorena Contreras, psicóloga experta en consumo y con larga experiencia en el diseño de estrategias de prevención en centros de educación superior, por su parte destacó algunas claves de acción propuestas en el modelo, como la necesidad de actualizar constantemente la caracterización de los estudiantes, para lo que es necesario “realizar diagnósticos institucionales, diseñar e implementar políticas y protocolos de detección temprana, incorporar estrategias de prevención basadas en la evidencia y rescatar la experiencia de cada territorio y de estos 15 años de trabajo”.
Respecto a la situación en la Universidad de Playa Ancha, Ximena Urrea dijo que “tenemos una gran misión en cuanto al desarrollo de planes de acción que aborden el consumo problemático de sustancias. Sin embargo, vamos por buen camino, sobre todo cuando contamos con la participación activa de nuestras y nuestros estudiantes en la promoción de una cultura preventiva al interior de la Universidad, que están en constante capacitación y preocupados de realizar intervenciones en sus grupos de pares monitores consciente”.
El documento completo se puede descargar desde este enlace.